"..Los valores del toreo son únicos, los que tienen los toreros son incomparables con cualquier otra disciplina, no solo artística sino de cualquier otro ámbito de la vida. La del orden, la capacidad de esfuerzo y sacrificio, el no darse por rendido, la constancia, la fe, el espíritu de superación, el respeto, la ambición... la educación también.."
El toreo, como escuela de vida
Javier Lorenzo
La Gaceta de Salamanca/27 de marzo 2024
Habría que ponerle a los niños de las escuelas de fútbol vídeos de toreros y contarle sus experiencias y su vida. Una lección de vida incluso para caminar por la vida. Tampoco estaría de más poder explicárselo a los futbolistas pegados a un micro para que no dijeran tantas tonterías. El caso es que en la última jornada de Liga, antes del parón de selecciones, Villa hacía un drama por la premura con la que los jugadores del Barcelona habían tenido que viajar a su último encuentro. Que estaban cansados y que en el partido ante el Atlético lo habían acusado, pese a la victoria.
A esos pequeños jugadores en ciernes había que enseñarles a pensar como un torero ante la adversidad en vez de a quejarse como un futbolista ante la nimiedad. Habría que contarle los viajes de las figuras que en pleno agosto, cuando torean un día en San Sebastián, al día siguiente en Almería y el otro de nuevo en Bilbao por ejemplo. Para torear y no solo eso, para jugarse la vida delante de un toro. O aquellos veranos de temporadas remotas cuando no había una sola fecha de descanso en agosto y septiembre en ruta de ciudad en ciudad con miles de kilómetros a cuestas. Habría que enseñarle vídeos a los niños que sueñan con ser futbolistas no ya cuando un torero recibe una cornada y se mantiene en el ruedo, simplemente cuando un toro de más de 500 kilos le pisa un pie y no se atreven a hacer ni una mueca de dolor. Los toreros no se quejan. O como son capaces de superar los miedos. Claro que comparar a un torero con un futbolista parece una osadía. En realidad con nadie.
Los valores del toreo son únicos, los que tienen los toreros son incomparables con cualquier otra disciplina, no solo artística sino de cualquier otro ámbito de la vida. La del orden, la capacidad de esfuerzo y sacrificio, el no darse por rendido, la constancia, la fe, el espíritu de superación, el respeto, la ambición... la educación también. Cada vez más lejos todo de nuestra sociedad. Valores que ya no se sienten en la calle y especialmente entre la juventud. El toreo es eso precisamente: una escuela de valores. No hace falta fijarse solo en las primeras figuras. Los desprende también hasta el diestro más modesto y humilde.
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