"..Recordemos una vez más a Juan Lamarca, cuando una tarde en Las Ventas le advirtieron que el Rey estaba en un atasco y que iba a llegar tarde y…Lamarca sacó el pañuelo a la hora en punto…y el Rey no había llegado…Olé por Lamarca y olé todas las veces que lo recuerdo. Presidente de una pieza.."
Avisos, avisos, avisos, avisos y más avisos. Y no sé si los presidentes son estrictos o generosos…Puede que blanditos o dando tiempo de más. Ya es obligación necesaria nuestra controlar con nuestro reloj el del presidente. Son también decisivos en la duración del espectáculo ¿Vamos hacia el espectáculo más largo y aburrido?
¿Hacia el espectáculo más largo y aburrido?
Ricardo Díaz-Manresa
Avance Taurino/22 Marzo 2024
Muletazos, muletazos y más muletazos. Da igual que el toro sea extraordinario o que quieran aprovechar uno bueno para saciar al público o que alarguen y alarguen la faena para intentar hacer algo que complazca a la afición. Interminable. Y oyen casi todos, y cada vez más, el aviso toreando de muleta y, por tanto, antes de entrar a matar. Aviso recordatorio. Incluso tras el segundo, no se angustian ni se ponen nerviosos. Parecen tener todo el tiempo del mundo y saben que a los públicos este tema de los avisos les importa un pito.
¿Vamos a alargar todo lo que podamos el trasteo aunque sólo valga para aburrirnos y cansarnos?
Tiempos muertos. Muchísimos e interminables tiempos muertos. De la salida de los picadores, siempre sin prisas, hasta su fin. Y el tiempo que después se toman los banderilleros para coger el primer par y después para ponerlo. Y tranquilidad y…tiempo a continuación entre par y par hasta poner los tres. Y el matador para saludar al presidente. Y después tiempo para coger el verduguillo porque hay que dar la oportunidad al toro para que se eche solo.
¿Para qué sirve tanto tiempo perdido? Para hartar sí. Después no pasa casi nada muchas veces.
Se ha repetido en las últimas Fallas. Varios festejos de 3 horas sin ninguna razón. Inaguantable.
Y nadie pone remedio. Y vamos a situaciones peligrosas. ¿Hacia el espectáculo más largo y aburrido?
Antes dos horas duraba. O dos y cuarto. Toreaban los toros que valían y rápidamente a las mulillas los malos. Y un aviso, y no digamos dos, eran un estigma para el espada, especialmente si abreviaban con la muleta y se eternizaban con la espada. Ahora da todo igual. Como que siguen para complacer al público dando mantazos y hasta les aplauden.
A este paso suprimen los avisos y se aceptaría.
Hasta se ha perdido, y también lo hemos visto en Valencia, empezar tarde el paseíllo porque los toreros llegaban justo, porque la aglomeración para entrar en los tendidos era muy grande y porque los tapones en la calle eran enormes, decían. ¡!Pues que vayan con más tiempo!! Éramos el espectáculo más puntual. ¡A las cinco en punto de la tarde!!
Recordemos una vez más a Juan Lamarca, cuando una tarde en Las Ventas le advirtieron que el Rey estaba en un atasco y que iba a llegar tarde y…Lamarca sacó el pañuelo a la hora en punto…y el Rey no había llegado…Olé por Lamarca y olé todas las veces que lo recuerdo. Presidente de una pieza.
Insisto : ¿vamos al espectáculo más largo y aburrido?
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