GABRIEL DE LA HABA "ZURITO": EN CORTO Y POR DERECHO HASTA EL CIELO
Eso dijo mi hermano Manolo cuando le comunique el fallecimiento de Gabriel de la Haba 'Zurito'. Así que no tengas pena, Mari, que desde allí te quiere más todavía. Porque tu marido Gabriel ha sido un triunfador desde niño, y luego triunfó casándose contigo y formando tú maravillosa familia, y después siguió el triunfo con sus amigos al darnos los ejemplos morales que nos daba.
Por ser Gabriel católico practicante, asistíamos los domingos a misa a San Hipólito, y lo recuerdo atendiendo a una anciana indispuesta o cuando a la salida de la iglesia hablábamos de su religiosidad, que era venís desde la infancia, aprendida de sus padres. Ellos lo habían educado en la fe y luego, ya de mayor, se hizo amigo de José María Montilla y este le enseño alta escuela...
Con quien más se divertía Gabriel era con El Pireo, cuyo sentido del humor y gracia natural son inenarrables.
Por eso, ver a El Pireo llorar durante la vuelta al ruedo que le dieron a hombros sus compañeros fue impresionante, lo mismo que ver a Manuel El Cordobés, promotor de la idea de sacar a Gabriel por la Puerta de los Califas junto con El Puri, Fernando Tortosa, Pepin Fernández, José Agüero, Paco Asensio: ver a Juan Machin, al doctor Concha, llegado desde Málaga, a Fernando Atenciano, llegado desde Écija, a Rafael Rosa, desde La Carlota con otros amigos, a Manuel Zapata, a El Tato y sus hermanos los Sánchez Saco, a Óscar Salcedo - que me dijo: "Cuando iba a mí casa siendo yo niño para hablar con mi padre, se hacia el silencio"
Y José María Cabello, representante de Santa Marina, y Araceli y Carmen Poyato, por las ganaderías cordobesas, y Rafael Centeno y Tomás González de Canales, por la Sociedad Propietaria de la Plaza y a Ana y Ladis, por la prensa, y muchos aficionados - como Rafael, de la Tertulia Manolete - representando al mundo de las Peñas. En el centro de ruedo salió el sol como. en las tardes de triunfo y ceso la lluvia,, y luego, en el mismo momento en el que el torero yacente salía por la Puerta de los Califas, asistimos a un suceso que se diría dispuesto desde el Cielo: se desató un viento huracanado y se levantó la tapa del féretro, y se agitaron las sábanas que envolvían a Gabriel para que se despidiera del ruedo que él mismo había inaugurado. Muchas veces la realidad supera a la imaginación.
Bueno, Mari, me despido de ti. Él ahora mismo te quiere más a ti y tú lo quieres más a él. Tenéis unos hijos maravillosos y vais a ser muy felices. Mi más sentido pésame a toda la familia, hermanos y hermanas, y especialmente a su sobrino Antonio, mi contacto en estos días,. Y termino repitiendo la frase de mi hermano Manolo que da título a este artículo:
Gabriel ha entrado en el Cielo en corto y por derecho, como en sus famosas estocadas.
José María Portillo Fabra, de la Tertulia Taurina El Castoreño del Circulo de la Amistad y también del Circulo Taurino de Córdoba.
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