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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 10 de marzo de 2025

Manuel Benítez Pérez “El Cordobés’. Foto: Escalera del éxito

'..Ese mundo desaparecido, pero en el que igual a este “los enterados” no toleraban que se torease diferente a como ellos querían. Ese mundo que el insumiso huérfano desbordó. Arrebatando con su personalidad desmelenada masas internacionales, poder, medios y poetas..'

Otra vez El Cordobés

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali 10 III 2025
Le han dado un premio más a Manuel Benítez Pérez “El Cordobés”. ¿Cuántos van? Los que sean, merecidos todos. Esta vez ha sido el de la Junta de Andalucía; Trofeo “Costillares”.

Porque fue “un torero andaluz que marcó una época histórica en el mundo” y porque “revolucionó las masas y enloqueció al espectador en la década de los sesenta, siendo un icono de aquella España”, Dijeron miembro del jurado.

Cierto. Lo atestiguamos los aficionados sobrevivientes de su gesta, que muy jóvenes nos vimos en él, fuimos revolucionados por él y lo revolucionamos a él. Pasó en un mundo que ya es otro.

En este, la gran mayoría de quienes lo premiaron, esparcieron la noticia y la celebraron, llegaron al toreo después de que sus hechos se habían vuelto leyenda. Después del “O llevarás luto por mí”.

Después de que recién alternativado triunfara en Cañaveralejo, y por la noche, con unos yines y una camiseta de rayas, se trenzara a golpes con patanes en una caseta de feria (yo lo vi). Después de que de luces se enzarzara también con Camino a puñetazos en el ruedo de Aranjuez. Después de que mataran a los Kennedy a King y a tantos. Después de Vietnam. Después de que José Alfredo y todos cantaran “la vida no vale nada’. Después de la rebelión estudiantil del 68. Después de que se disolvieran los Beatles. Después de que viéramos a Neil Armstrong caminar por la luna. Después de la procesión de los maletines a Villalobillos… Después de tantas y tantas cosas que hoy se ven lejanas, amarillentas y rancias, y entonces eran tan presentes, tan coloridas, tan reales.

Ese mundo desaparecido, pero en el que igual a este “los enterados” no toleraban que se torease diferente a como ellos querían. Ese mundo que el insumiso huérfano desbordó. Arrebatando con su personalidad desmelenada masas internacionales, poder, medios y poetas.

“El Cordobés”
es el toreo al revés
y es el mechón de través…

“El Cordobés”
es el toreo en inglés,
en danés
y en pequinés
y en volapuk
y sin mover los pies.

Así me gusta recordar y repetir, le recitó Gerardo Diego. “Vivimos envueltos en cultura, y experimentamos la realidad a través de un prisma cultural”, apunta Harari. Si, claro, esos eran el prisma y la cultura que el desafió entonces.

Ahora, el casi nonagenario torero, entronizado V Califa, y los veteranos de aquellos años tremendos representados por su tauromaquia subversiva, somos otros. Quizá muy diferentes a cómo imaginamos llegar a ser. El tiempo es un relato sin comienzo, trama ni punto final...

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