Hay quien, a la vista de una denuncia que, salvo que esto haya cambiado mucho, aún no es condenatoria, se ha tomado la decisión de la Fiscalía como otro título más que añadir a las vitrinas. A quien eso opine, yo, desde aquí, sólo puedo darle la enhorabuena y felicitarle por el doblete, Copa del Rey y denuncia a CR7: ¡a Canaletas!
Denuncia a CR7: ¡a Canaletas!
Resumiré brevemente mi opinión acerca de la denuncia que la Fiscalía de Madrid acaba de presentar contra Cristiano Ronaldo por cuatro presuntos delitos cometidos contra la Hacienda Pública entre los años 2011 y 2014 y que supondrían un fraude tributario de 14,7 millones de euros: en caso de confirmarse que CR7 creó una estructura societaria para eludir conscientemente sus obligaciones con el fisco de mi país, que pague hasta el último céntimo del último euro defraudado, que asuma la multa correspondiente y que se atenga a las posibles consecuencias que una hipotética condena pueda ocasionarle. No pienso eso sólo de Cristiano, lo pienso de mí y de cualquier individuo que ejerza su trabajo en territorio nacional español. Si yo, llevado por mis colores deportivos, quisiera una justicia para los jugadores del Real Madrid y otra distinta para el resto de ciudadanos, sería un idiota, un imbécil de enciclopedia, un fanático y un ignorante, y no me considero ninguna de esas cosas.
Así que, como criterio general aplicable a cualquier persona, y aquí incluyo por supuesto a las primeras plantillas al completo del Real Madrid tanto de fútbol como de baloncesto, quien la haga... que la pague. Y que la pague hasta sus últimas consecuencias, que desconozco cuáles serán. ¿Qué no veremos si, al final, el juez hace caso a la Fiscalía y condena en su día a Cristiano?... No veremos, por ejemplo, a Florentino Pérez acusando a la Generalidad catalana de utilizar sus influencias para castigar a un jugador del Madrid. No veremos a ningún aficionado del equipo blanco yendo a los Juzgados para jalear a CR7. Tampoco veremos a Sergio Ramos diciendo que los hilos del Estado de Derecho se mueven desde el palco del Camp Nou ni descalificando, sin pruebas que lo acrediten, a la Justicia por su parcialidad. Yo no trataré a Cristiano como si fuera tonto, ni diré que no sabía lo que hacía, que no tenía ni la más remota idea de lo que firmaba. Ni creo que veamos tampoco al delantero del Madrid escudándose detrás de su mamá.
En definitiva; no creo que, si finalmente se condena a Cristiano por habernos defraudado a todos, y no sólo a los madridistas, veamos que en su caso se produzcan las reacciones que sí se produjeron cuando se condenó a Leo Messi. Con Messi hemos visto descalificaciones a la Justicia, acusaciones contra el palco del Bernabéu, reproches a la parcialidad merengona del Estado de Derecho, se ha tratado al jugador como un ignorante, un iluso que no sabía lo que hacía y que ponía la firma donde le señalaba su papá y, lo que es más triste aún, hemos visto cómo un grupo de fanáticos iba a aplaudirle a su entrada al Juzgado después de haberles hurtado dinero para el colegio de sus hijos y para la sanidad de sus padres. Hay quien, a la vista de una denuncia que, salvo que esto haya cambiado mucho, aún no es condenatoria, se ha tomado la decisión de la Fiscalía como otro título más que añadir a las vitrinas. A quien eso opine, yo, desde aquí, sólo puedo darle la enhorabuena y felicitarle por el doblete, Copa del Rey y denuncia a CR7: ¡a Canaletas!
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