En Abril de 2015, la Dirección General de la Policía estableció una instrucción de obligado cumplimiento, según la cual no se podían celebrar manifestaciones antitaurinas, a la hora y día de corrida, a menos de 500 metros de la plaza de toros. Así se publicó en muchos medios de comunicación. Esta distancia no me parece excesiva pues en Francia se establece en un kilometro, pero bueno, 500 metros puede ser suficiente.
¿Por qué no cumplen la ley?
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
En Abril de 2015, la Dirección General de la Policía estableció una instrucción de obligado cumplimiento, según la cual no se podían celebrar manifestaciones antitaurinas, a la hora y día de corrida, a menos de 500 metros de la plaza de toros. Así se publicó en muchos medios de comunicación. Esta distancia no me parece excesiva pues en Francia se establece en un kilometro, pero bueno, 500 metros puede ser suficiente.
Aunque hay una diferencia fundamental entre España y Francia. Aquí no se cumple la ley y en Francia sí.
El objetivo de la policía era evitar enfrentamientos entre los aficionados que acudiesen al espectáculo y los manifestantes que, como sabemos, suelen ser violentos, pues muchas veces han agredido físicamente a los aficionados, y verbalmente prácticamente siempre.
Sin embargo esa ley no se cumple, al menos en algunas comunidades, nunca o casi nunca. Yo vivo en Cádiz y puedo asegurar que en esta provincia no se cumple nunca, pero les diré más: he visto manifestaciones protaurinas y antitaurinas, a la puerta de la plaza de toros de Algeciras, a la hora de la corrida a unos 10-15 metros de distancia una de la otra. Naturalmente las dos autorizadas por la subdelegación del gobierno. Cualquier persona medianamente cuerda se da cuenta que eso es poner la gasolina al lado del fuego, y que si no ocurrió una desgracia importante fue porque a veces ocurren milagros.
En otras ciudades de la provincia de Cádiz he visto manifestaciones antitaurinas a la hora de la corrida a 30-40 metros de la puerta de la plaza de toros.
En San Fernando he visto una manifestación antitaurina a unos 3-5 metros de la puerta por la que se entra a los tendidos de sombra, con lo cual todos los aficionados que entraban sufrían los insultos de los antis.
Ante esta situación de incumplimiento de la ley en la provincia de Cádiz ( y también en otras), me fui a la subdelegación del gobierno, donde me dijeron que autorizaban las manifestaciones a la misma puerta de la plaza, porque así se lo recomendaba la Policía y la Guardia Civil de la ciudad en cuestión. Es decir, trataron de echar la culpa a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, pero es evidente que mentían, pues el responsable último de lo que pudiese ocurrir siempre es el subdelegado del gobierno y no la Policía o Guardia Civil. En cualquier caso, lo cierto es que los antitaurinos, que de tanto dinero disponen para sus actos contra los aficionados a la tauromaquia, continúan manifestándose en la misma puerta de las plazas, aunque la ley diga que no puede ser.
Conocida cual es la situación del tema en esta provincia, uno no tiene más remedio que preguntarse, ¿por qué el Sr. subdelegado del gobierno se salta la ley, y corre el riesgo de que ocurra algún enfrentamiento entre manifestantes y aficionados que pueda ser de extrema gravedad? ¿por qué el subdelegado del gobierno se pone claramente de parte de los manifestantes, permitiendo que los aficionados sean, en el mejor de los casos, insultados en su propia cara? ¿por qué el subdelegado del gobierno no respeta los derechos de los aficionados a asistir a un espectáculo legal sin ser insultados por los antis?
Encontrar una respuesta razonable para tales cuestiones resulta muy complejo, tanto que no se encuentra, o al menos yo no la encuentro, y lleva a cualquier persona normal a pensar, aunque no quiera, que algo se esconde detrás de tal actitud, tal vez no confesable. ¡Que cada uno piense lo que quiera o pueda!
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