El último tramo de la temporada -amplia, interesante y brillante en no pocas ocasiones- está deparando disputas y enfrentamientos que, en varios planos y ámbitos distintos, contribuyen a que no decaiga el interés del aficionado.
Paco Delgado
Avance Taurino/23 Octubre 2022
Sin duda el que más repercusión ha tenido y del que más se ha hablado, y se hablará, ha sido el encontronazo entre Morante de la Puebla y Miguel Abellán al final del festejo en el que el torero sevillano tomó parte en la pasada Feria de Otoño. La cosa ya venía de atrás, cuando el año pasado Morante recriminó al Director de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid que no dimitiese de su cargo, al suspender todos los festejos en la Comunidad de la que cobra y consentir que la empresa gestora de la Monumental de Las Ventas no le diera la gana de abrir la plaza ante las restricciones de aforo impuestas por sanidad debido a la pandemia. “Por vergüenza torera, Abellán debe renunciar. Mas alto se puede decir pero no mas claro”, declaró el de La Puebla en aquel momento.
Hace unos días, en pleno callejón de Las Ventas y ante numeroso público, se escenificó el segundo asalto de este combate. Sabido es el interés de Morante por el desnivel existente en el ruedo del coso madrileño. Antes de su actuación en el mismo el pasado día 9 de octubre, Morante habló con la empresa para que se arreglase lo que para él es una anomalía y tanto le obsesiona. Tras el plácet de los responsables de la plaza, al parecer fue el propio Abellán y su gente quienes, la misma mañana de la corrida, impidieron que se llevase a cabo la obra, lo que al acabar la función le recriminó airada y duramente el propio Morante. “Eres un chufla, un mentiroso. No sé cómo Ayuso puede mantener a semejante personaje al frente de Las Ventas”. A lo que Abellán, que cada día se parece más a uno de los personajes protagonistas de Juego de tronos, se limitó a aguantar la mirada y el chorreo, sin que, hasta ahora, se haya dado por aludido ni haya hecho manifestaciones al respecto. Ande yo caliente…
El segundo capítulo de este combate final de campaña se libró en los despachos. Tauroemoción anunció para la feria de San Lucas de Jaén una corrida en la que, para darle más atractivo, anunciaba a tres figuras con toros de una determinada ganadería para cada uno. Desde el negociado correspondiente de la Junta de Andalucía no se vio claro el asunto, pidiendo que, o había sorteo de los toros, o no había permiso para celebrar la función. Un celo que, a lo mejor, para otras cosas se quisiera. Hasta tres informes presentó Tauroemoción para lograr dar el festejo según el guion previsto, pero no hubo tu tía y la Delegación del Gobierno de Jaén desestimó sendas notificaciones, por lo que la empresa, tras el visto bueno de los actuantes -Morante, Talavante y Emilio de Justo-, se avino a sortear los toros de las seis ganaderías anunciadas y evitar el desastre que hubiese significado la suspensión de la corrida con que se conmemoraba el 60 aniversario del coso de La Alameda.
También los despachos fueron, son -esto no ha hecho sino comenzar- el escenario en el que se contempla el ya habitual y tradicional baile de apoderamientos. El final de ejercicio, cuando se repasa lo hecho y dejado de hacer, se sacan cuentas -y colores- y se comienza a planificar el próximo curso, significa el fin de alianzas inquebrantables sólo unos meses antes y la ruptura de pactos en principio sin fecha de finalización. Eso sí, siempre de común acuerdo y de manera totalmente amistosa, con otro apretón de manos similar al que sellaron poco antes lo que parecía ser una unión de muy larga duración. Pero los intereses de unos y otros no suelen coincidir si la bolsa no suena y las estrategias cambian con la misma rapidez que un euro pasa de su bolsillo al de Hacienda.
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