Jaime sufrió una cornada mortal en la plaza de Tarazona de Aragón en el año 63. En las horas inmediatas se le considero difunto, y en los días posteriores se debatió entre la vida y la muerte. Jaime se encomendó a la Virgen del Pilar antes de la corrida, y ya en Zaragoza, solicito como auxilio para en doctor Vals Carreres una reliquia de la Virgen. La recibió de uno de los mantos y se inicio la mejoría. En ese momento, encargo Jaime el capote de paseo con la imagen que veis en la foto, el cual lució el día de su despedida en Écija como muestra de que él no olvidaba a nuestra Madre del Pilar. Gracias a ella, pudo reaparecer en los ruedos al año siguiente en la Maestranza, cortando dos orejas tras dos faenas que aún recuerdo por sus torerisimos remates. Pero también recuerdo su despedida en Écija el día en que se realizó la foto que me envía Maria Angeles.
Todo fue emocionante ese dia, desde sus dos estocadas hasta la entrega de recuerdos por parte de Fernando Atenciano y otros aficionados antes del corte de coleta por Bartolomé Jiménez Torres, aquel feroz rival ecijano cuyos partidarios no permitían entrar en el bar de su Peña ni a Jaime ni a sus seguidores, a lo que correspondían los partidarios de Jaime con la misma moneda en su Peña. Pero sobre todas las emociones, la más fuerte fue la del capote de Jaime con la imagen de la Virgen del Pilar.
Un abrazo muy fuerte, Maria Ángeles.
José María Portillo FabraPresidente de la Tertulia Taurina "El Castoreño"
Córdoba, 13 Octubre 2022
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