López Chaves dice adiós: 2023 será su última temporada

"...La intención es vestirse de luces por última vez en su vida en el coso de La Glorieta ante sus paisanos, durante la Feria de Salamanca, plaza y ciclo en el que tomó la alternativa el 15 de septiembre de 1998 y donde cumplirá el próximo mes de septiembre 25 años de alternativa. De esa manera cerrará el circulo de un cuarto de siglo en el escalafón superior después de toda una vida dedicada al toro..."

El torero ledesmino López Chaves 

López Chaves dice adiós:

 2023 será su última temporada

Se vestirá de luces por última vez en su carrera en La Glorieta, plaza en la que cumplirá en septiembre 25 años de alternativa

JAVIER LORENZO

La Gaceta/Salamanca, 18 Oct. 2022 

López Chaves se retira del toreo. El diestro ledesmino se despedirá de los ruedos al finalizar la campaña de 2023.

En La Glorieta se vestirá de luces por última vez en su carrera en España; y en Ledesma, en el festival de la Asociación de Enfermedades Raras de Castilla y León —que el propio López Chaves ha convertido en una de las citas clásicas y más emotivas de la temporada y que volverá a celebrarse en el mes de octubre como uno de los últimos capítulos de la campaña— será la última actuación del año de su adiós que pretende que sea, por todo, uno de los más especiales y emotivos de su dilatado y meritorio paso por los ruedos. No en vano, el reto de su apoderado, Andrés Sánchez, será encontrarle hueco en la mayor parte de los abonos importantes de la temporada próxima, y en los que por otro lado ya ha toreado a lo largo de toda su trayectoria.

Salamanca ocupará un lugar especial en ese año de los fastos; y, por supuesto, su Ledesma natal. Y uno de los grandes retos será amarrar el éxito que más se le ha resistido a lo largo de los últimos veinticinco años, que es triunfar en Las Ventas, donde pese a protagonizar meritorias actuaciones aún no ha conseguido cortar ninguna oreja como matador de toros. Sí lo hizo de novillero, la tarde de su lanzamiento, cuando paseó tres trofeos y salió a hombros por la puerta grande.

De la cosecha de 1998, aquella misma temporada en la que se doctoró López Chaves, también salieron, entre otros, toreros como Miguel Abellán (Alicante, 24 de junio) y El Juli (Nimes, 18 de septiembre), además de los espadas salmantinos José Ramón Martín (Fuentesauco, 5 de julio) o Antonio Martín (Tudela de Duero, 16 de agosto).

El diestro ledesmino se doctoró en La Glorieta en la tarde estelar de aquel 1998, el 15 de septiembre y con el cartel de ‘no hay billetes’ en las taquillas, de manos de Joselito y Enrique Ponce, con toros de Pedro y Verónica Gutiérrez Lorenzo. Le cortó las dos orejas al toro de la ceremonia, Vichero de nombre, y sumó un trofeo más del sexto en una tarde triunfal en la que salió por la puerta grande. Esa será siempre una de las plazas de su vida.

Un torero respetado y admirado

Allí, y de esa manera, comenzó la carrera de López Chaves como matador de toros que el próximo 15 de septiembre cumplirá un cuarto de siglo de alternativa, en el que ha escrito una página brillante y donde se ha convertido en uno de los toreros más respetados, por el número de corridas toreadas (el quinto en la tabla histórica de los diestros salmantinos que más torearon, con 280 paseíllos vestido de luces) y por la admiración que se ganó en el ruedo, donde siempre dio la cara y donde se ha hecho un nombre distinguido en el toreo.

No con continuidad en este cuarto de siglo, pero a lo largo de estos 25 años sí hizo el paseíllo en este tiempo en todos los grandes escenarios del toreo: Madrid fue la plaza de primera categoría de España en la que más toreó, y Vic Fezensac lo fue en Francia. Este se situó como uno de los principales feudos que le impulsaron en un principio y que le rescataron en el último relanzamiento de un viaje de altos y bajos.

Cortó orejas en plazas de la importancia de Barcelona (4), Bayona (3), Vic Fezensac (3) y Bayona (3), además de Sevilla, San Sebastián, Bilbao y Málaga, además de las francesas de Nimes, Arles y Béziers. Pagó con sangre su peaje en el toreo, tras caer gravemente herido en Peñaranda, en Zaragoza o en Quito; y en conjunto le terminó poniendo a su carrera la vitola de la seriedad, la constancia y la entrega. Se va un torero, aunque aún le queda un año por delante.