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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 1 de junio de 2017

UN LIBRO DE MÉXICO, UNA JOYA HISTÓRICA / Por Juan Miguel Núñez



La edición de la obra ha sido de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y en su publicación ha participado la Peña Taurina “El Toreo”, de Monterrey, una entidad con 55 años de existencia.

UN LIBRO DE MÉXICO, UNA JOYA HISTÓRICA

Juan Miguel Núñez
Periodista
En plena aglomeración, que en ocasiones da pie a la confusión, de libros presentados estos días en Madrid con motivo de la Feria de San Isidro, nos llega uno de México con el que quisiera hacer punto y aparte, por tratarse de un trabajo de investigación que descubre quién fue en realidad el que llevó el toreo al país azteca. Se trata además de un diestro español que nació en Puerto Real (Cádiz), Bernardo Gaviño y Rueda, que nació hace doscientos cuatro años, una figura transcendental por ser el introductor del toreo en su concepción moderna en América durante la primera mitad del siglo XIX.

Un interesantísimo volumen de historia taurina que analiza con suma objetividad lo que ha sido en sus orígenes el toreo como arte y cultura en aquel país hermano.

México, con ascendencia mitad india mitad española, que es el linaje que llamamos mestizo, hizo del toreo una expresión con prosapia propia durante el siglo XIX. Y el precursor fue este Bernardo Gaviño y Rueda, que con 19 años se embarcó rumbo a América en busca de fortuna y fama.

Su primer puerto de destino fue Montevideo, en 1831, y de allí a La Habana; ciudades en las que cumplió algunas actuaciones taurinas antes de recalar cuatro años después en México, donde se encontró con una sociedad convulsa, llena de problemas por los enfrentamientos entre los centralistas o conservadores y los federalistas. Y como consecuencia de tantas circunstancias que acarrearían los sucesivos cambios de régimen en la época, Bernardo Gaviño ha sido el torero que posiblemente ha toreado más corridas ante presidentes de la República de México.

Aunque –como se advierte en el prólogo de la obra- Gaviño hizo sólo un compromiso, y fue con el arte del toreo.

El libro, que es una recopilación histórica de gran valía para la tauromaquia universal, está escrito por José Francisco Coello Ugalde, especialista en historia, investigador que ha pasado más de un cuarto de siglo clasificando y resumiendo material, hasta dar forma y contenido al título, “Bernardo Gaviño y Rueda: español que en México hizo del toreo una expresión mestiza en el siglo XIX”.

Fue Bernardo Gaviño, según el historiador, quien sin ser azteca estableció los cimientos de la tauromaquia mexicana, que en la centuria del XIX estaba en pleno desarrollo.

La edición de la obra ha sido de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y en su publicación ha participado la Peña Taurina “El Toreo”, de Monterrey, una entidad con 55 años de existencia.

Es precisamente a los amigos aficionados -grandes aficionados y sobre todo amigos- de “El Toreo” de Monterrey, a quien quiero agradecer el envío de este libro, un tesoro de la bibliografía taurina. Sin duda, es la mejor complicación de la vida y obra de quien está considerado “padre del toreo en México”.

Lamentablemente no tengo datos para recomendar su adquisición. Pero quiero hablar hoy de este libro para abundar en la importancia de todo lo que nos llega de México, sobre todo lo que tiene sello y acento taurino. De ahí que me voy a tomar la licencia de vitorear con un laudatorio final: ¡viva México, su afición y su toreo!

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