Beneficencia: Adrián, de nuevo a hombros, se merienda a Castella y De Justo / Por Emilio Martínez

"...Aprovechar la oportunidad. Y por partida doble: dos corridas, dos Puertas Grandes. ¿Hay quién dé más? Y no, no se trata de ninguna figura. El protagonista se llama Fernando Adrián, tomen nota, quien tras salir a hombros en el único festejo en que actuó en el reciente ciclo isidril, repitió jugada en Beneficencia, donde se había ganado el puesto. ¿El secreto? Muy fácil: torea..."

Beneficencia: Adrián, de nuevo a hombros, se merienda a Castella y De Justo

Emilio Martínez

Madridiario/17 de junio de 2023

Aprovechar la oportunidad. Y por partida doble: dos corridas, dos Puertas Grandes. ¿Hay quién dé más? Y no, no se trata de ninguna figura. El protagonista se llama Fernando Adrián, tomen nota, quien tras salir a hombros en el único festejo en que actuó en el reciente ciclo isidril, repitió jugada en Beneficencia, donde se había ganado el puesto. ¿El secreto? Muy fácil: torea. Y torea muy bien, con ortodoxia y clase. Cual llevó a cabo este sábado en su segundo bicorne y superando a dos mandamases del escalafón, Sebastián Castella, aseadito, y Emilio de Justo, que parece estar en horas bajas y se le escapó un toro de triunfo.

Hasta que saltó a la arena ese ‘juanpedro’ que cerraba la función, poco destacable había acontecido, ni siquiera por parte del indubitable protagonista de Beneficencia, que pechó con un inválido de Daniel Ruiz, de bochornoso trapío- muy posiblemente el peor de presentación de lo que llevamos de temporada, que tiene demérito-. Un animal, además nada ofensivo y de sospechosos pitones, al que mantuvo el usía en el ruedo por razones desconocidas e inexplicables, como las del equipo veterinario al aprobarlo.

Pero la moneda que había caído de cruz, se dio la vuelta y el otro del lote del madrileño, aun siendo noble, fue un toro encastado que pedía toreo artístico para emocionar. Y Adrián se lo dio. Primero con dos pases cambiados por la espalda seguidos de una de las mejores tandas de naturales que se han visto hasta ahora en la cátedra y catedral. No fue la única, porque el coletudo, relajado y seguro a pesar de lo poco que actúa, siguió festoneando naturales de profundidad oceánica, siempre von temple, ligazón y ese punto de arte que enseguida cala en el cotarro.

No bajó el nivel en redondos, se lució en el remate de las series con diversidad de adornos. Y lo culminó con un espadazo. Coletudos así necesita la Fiesta para despertar, aunque es tan injusta y manipulada que ya veremos cuánto le vale a Adrián esta siembra en la Monumental.

Porque nos sacan de la rutina habitual. De la que, al menos, se salvó con intermitencia Castella, volteado en un quite por saltilleras a su primero, tras el cual volvió a la cara del bicho para repetirlo. Pero tanto en este animal como en el otro tras unos inicios prometedores se fue diluyendo para cumplir sin más. Eso sí, su estocada al cuarto fue extraordinaria y le sirvió para una petición insuficiente.

Claro que peor fue lo de un Emilio de Justo que no parece haberse reencontrado en aquel torero poderoso y clásico de años anteriores. Es posible que mentalmente no se haya recuperado del gravísimo percance en el cuello en esta plaza en marzo del año pasado del que tuvo cinco meses en el paro. Todavía se tapó algo en el segundo de la tarde, un animal que reponía con escasa entrega y además cuando más arreció el viento. Mas el manejable, colaborador y codicioso que hizo quinto que humillaba y seguía con nobleza el engaño, el extremeño anduvo por allá y por acullá sin acoplarse, dejando una imagen pobre y llena de dudas.

FICHA

Toros de DANIEL RUIZ, 1º, con trapío y muy bien armado, flojo y manejable; 3º, muy chico, cornicorto e inválido. JUAN PEDRO DOMECQ: 2º y 4º, bien presentados, mansos y flojos, y 6º, justo de trapío y fuerzas, encastado. Y 5º, de VICTORIANO DEL RÍO: con trapío, noblote y codicioso.

SEBASTIÁN CASTELLA: ovación tras aviso; vuelta tras aviso. 

EMILIO DE JUSTO: silencio; silencio tas aviso. FERNANDO ADRIÁN: silencio; dos orejas. Salió a hombros. 

Corrida de Beneficencia presidida honoríficamente en el Palco Real por Felipe VI. Plaza de Las Ventas, 17 de junio. Tres cuartos de entrada (17.125 espectadores, según la empresa).