Roca Rey en Las Ventas. Fotograma Mundotoro TV
Otra vez el peruano convierte Las Ventas en un caldero y se niega a sí mismo la Puerta Grande. La acendrada tauromaquia de El Juli también pierde premios con el acero. Talavante intrascendente y silenciado. Casta de Victoriano en dos hierros...
Negro, listón, astifino y de amplia cuna fue recibido con cinco verónicas mecidas y una larga pinturera. Desde los medios y pronto acometió al caballo del impreciso Sergio Molina en las dos ocasiones, empujando. Como todos sus hermanos, puso en calzas prietas a los banderilleros “Viruta” y Paco Algaba en su turno. Y tras el brindis al público (todo), galopó a cuatro estatuarios, uno de la firma y uno de pecho, a pies clavados que sacudieron las gradas. Soplaba el viento y palante. Seis más por la diestra con giro, cambio de mano y pecho. Al rematar seis naturales el pitón encuentra el tórax, se echa el hombre a la cara, luego al suelo y le asesta impunemente, lejos de las ayudas.
Nada, sin dolerse, molinete, cuatro naturales, el forzado, desplante mirando a los detractores, y los tendidos volcados a él. Todo estaba dado. Pero un sorpresivo metisaca en buen sitio, seguido de media estocada contraria demeritaron la suerte suprema. Cierto, la faena fue de honda significancia e impacto. La petición fue mayoritaria. Mas en la primera plaza del mundo no se deben dar orejas así, como se dan cada rato, dicho sea de paso. Esta vez no. Bien. La gente obligó a la vuelta al ruedo de Andrés y abroncó sin razón a don Ignacio San Juan Rodríguez y a su asesor don Joselito Calderón.
La faena del muy exigente “Celoso”, que tenía un pitón derecho cazamoscas también había sido de alto voltaje. Y estuvo en la misma tesitura, valor sinceridad, aguante, poder, ligazón y loor de multitudes (él las había congregado). Tandas de gran calidad, a mano baja y trazadora. En jurisdicción siempre. Escalofriantes pases por la espalda y dominio total pallá y pacá, en la cuna. Un gran volapié, la espada toda hasta los gavilanes en la cruz, que se tragó el toro, dos golpes de cruceta y tras dos avisos la petición fue de tal magnitud que el palco cedió. La ovación de despedida también fue tremenda. Plaza conquistada.
Lo demás, fue otra cátedra de tauromaquia. De como se le puede al toro, al que quiere y al que no quiere. De cómo se construye la faena, con esa sabia facilidad del El Juli. La del primero noble aunque algo defensivo, que desdoró con espada trasera y desprendida y la más valiosa aún del cuarto que no quería y no quería y al cual terminó sometiendo y haciendo embestir a discreción en tandas largas y modosas. Y otra vez dale con la espada. Media ineficaz, cuatro fallidos golpes de cruceta y saludo de consolación.
Talavante me hace preguntar…, a mí y a muchos, cómo este torero ido hace cinco años continúa ocupando puestos en los carteles más postineros. Con las cosas como están y con tanto joven prometedor en espera.
Los toros de Victoriano del Río, primero, tercero y cuarto con el hierro de Cortés, cinqueños, menos el cuarto, atacaron codiciosos los petos, empujaron en diversa medida, exigieron a los banderilleros y a los toreros y tuvieron la diversidad suficiente para no ser calificados de clones que salen a dejarse y ayudar a que los infamen y los maten. Me gustaron.
FICHA DEL FESTEJO
Madrid. Domingo 11 de junio de 2023. Plaza de Las Ventas. In memoriam. Sol y viento. Lleno de “No hay biletes”. Tres toros de Victoriano del Río y 1º, 3º, y 4º de Cortés, bien presentados y encastados.
El Juli, ovación y saludo tras aviso.
Talvante, silencio y silencio.
Roca Rey, oreja tras dos avisos y vuelta al ruedo tras aviso, petición y bronca al palco.
Incidencias: Terminada la corrida Roca Rey cogido por el 6º pasa a la enfermería.
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