La oreja de Toñete en Madrid
Abc
En la España excepcional (Snchz pide un estado de excepción, el 155, “indefinido”, y se queda tan pichi), a toreros se meten los hijos de los ricos y famosos, y el lunes fuimos a Las Ventas a ver a Alfonso, hijo del cómico Cadaval, y Toñete, hijo del posadero Catalán, como en los 80 veíamos a los hijos de Litri, Camino y Aparicio. Y Ponce en barrera mirando el futuro, que todo es suyo, con espejos de José Feliciano.
Los Morancos seguían a Emilio Temple Muñoz, hoy teórico del destoreo en la TV, pero en unos sanfermines el templador de Triana se retiró a sus aposentos y los Morancos continuaron de fiesta, coronada con un “Canto a Galicia” metidos en un contenedor donde los halló el torero de Chiva, y Ponce se hizo Moranco, y los Morancos, Ponce, el único, por cierto, que el lunes aguantó en barrera, tan terne, toda la “esaborición” del nublo venteño, mientras en el ruedo, Toñete, novio del agua, espumaba con gusto una yema de San Leandro de la confitería Mayalde, al que mojó una oreja.
–Señó Jeromo, cuéntenos el cuento del Arca de Noé –pedían al personaje de Pemán, nada que ver con esos novísimos revistosos del puchero que empiezan sus crónicas taurinas como Cándido Mestizo, el mulato de Ganga, su novela “¡Jierro, mucho jierro!”: “En el alba cárdena piaban las mariposas…”
En el “Moisés” de Freud se nos dice que la relación padres-hijos es representada en los sueños por el salvar de las aguas, y que la fantasía popular, al atribuir este mito natal a un personaje famoso, lo reconoce como héroe.
Toñete, héroe de su tiempo, que no es un tiempo cualquiera.
–Te permites el lujo de poner nombre a los hijos de Iglesias. ¿Quién coño te crees que eres? Estás pudriendo la democracia en España –abronca Monedero a un regeneracionista bautizado Don Pantuflo por Iglesias.
Toñete (quien, desde luego, tiene algo) y Cadaval son hijos-víctimas de la TV, y desempeñan el torivoltijo (un toro de granja dando vueltas detrás de una zanahoria de franela) que la TV vende por toreo.
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