El Juli con la diestra ante el gran toro de Alcurrucén. / Andrew Moore/
Decíamos que nos falta algo… y ese algo es que Julián mate por derecho y sin abusar de ese echarse fuera sin disimulo. Nuestro recordado Monfil le hubiera afeado una vez más el julipié.
...el julipié.
NOS FALTA ALGO…
S.I.18.- Llegamos hoy al ecuador de la feria. Hemos dejado atrás diecisiete tardes como diecisiete soles, lluvias incluidas, pero nos falta algo… otras diecisiete tardes más.
En esas tardes ya citadas se han cortado varias orejas pero, incluidos los hombres a caballo, todas de una en una. Lo que quiere decir que rotundo, lo que se dice rotundo, no ha habido triunfo alguno. Muchos son los que con la oreja se conforman y cantan triunfos como si fueran el no va más, o la conquista del cielo, pero siendo sinceros, de eso no ha habido.
Nos falta algo… y ese algo es ese triunfo total que ponga a todos de acuerdo, que traspase incluso las fronteras de lo meramente taurino. Sin embargo, tardes de aburrimiento, de sopor en estas más de dos semanas las contamos de cuatro en cuatro. Concluyendo, nos falta algo… gordo.
Hoy se ha lidiado la corrida de la Cultura y nadie sabe por qué se la ha llamado así. Creo que ni Simón Casas lo sabe. Había que darle un nombre para meter una más en San Isidro tras las largas negociaciones con El Juli y, para disimular, pues toma cultura. Díganme en dónde estaba esa cultura en la tarde? En los toros lidiados de cuatro hierros diferentes? Para que aprendan que siendo un mano a mano hace el paseíllo un sobresaliente (aunque mucha gente de los asistentes ni se han enterado de eso)? En la decoración de la plaza? Claro, que en cuál que nadie ha visto?
O es que quieren incluir el julipié en las bellas artes en lugar de en las malas artes?
La tarde, sin embargo, ha dejado momentos que tenemos que mencionar. El tercer toro de Alcurrucén, su nobleza y largura, con mucho el mejor de la feria, al que El Juli le ha recetado una faena vibrante más por sus embestidas que por la calidad de sus muletazos, aunque puestos a ser sinceros se haya acoplado perfectamente con él, sobre todo en el inicio. La plaza enloqueció con tanta entrega del de Alcurrucén y su torero favorito. Decíamos que nos falta algo… y ese algo es que Julián mate por derecho y sin abusar de ese echarse fuera sin disimulo. Nuestro recordado Monfil le hubiera afeado una vez más el julipié. Oreja para el madrileño, que pudieron ser dos tal y como estaban sus incondicionales, pero la espada no fue tan letal como otras veces.
Ginés Marín vino a por todas, sobre todo tras cortar la oreja El Juli. A punto ha estado de cobrar con dos volteretas en momentos y toros diferentes. Quizá un poco nervioso, con ansias de triunfo y no dejarse ganar la pelea, pero también con valor y firmeza para aguantar a su lote que no se ha parecido en nada al que le ha dado el triunfo a Juli.
Nos falta algo… podíamos decir cuando salió el sexto. Y esa falta, la suerte de varas bien hecha, nos quedó resuelta. Bendita sea la suerte de varas si se hace como nos la ha mostrado Agustín Navarro quien, finalmente, se ha llevado la ovación de la tarde, apasionados por un torero al margen. Esa suerte la quitamos de lo que nos faltaba hasta la fecha del ecuador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario