Esa infame casta se legitima, detrás de sus escoltas, de sus medidas de seguridad y de sus muros, después de los atentados con condenas retóricas y minutos de silencio, liturgia vacua del relativismo, en la que nada hay que decir ni un Dios al que rezar.
Toda la infame casta guarda un minuto de silencio
Barcelona, 19 de Agosto de 2017
La casta ha desarmado a la sociedad, ha abierto las fronteras, ha financiado a los integristas, ha seguido durante décadas una política suicida de negación de la realidad que ahora están pagando los inocentes.
Esa infame casta se legitima, detrás de sus escoltas, de sus medidas de seguridad y de sus muros, después de los atentados con condenas retóricas y minutos de silencio, liturgia vacua del relativismo, en la que nada hay que decir ni un Dios al que rezar.
Como facciones de una mafia que pelearán poco después por el negocio, hoy han aparecido unidos. El acto ha contado con la presencia del rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el de la Generalitat, Carles Puigdemont, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, entre otros.
Se ha podido ver también al vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y al conseller Jordi Turull, así como al presidente del PP en Catalunya, Xabier García Albiol, y los principales líderes políticos españoles: el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos, Albert Rivera.
Una pandilla de inútiles que están llevando a la sociedad al desastre y que no están tomando medidas reales ni efectivas contra el terrorismo islámico.
La multitud en Plaza de Cataluña ha prorrumpido después en gritos de “no tinc por!” (no tengo miedo).
Panorámica de Plaza de Cataluña. /Foto: lavanguardia.com.
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