"...Ahora salir en hombros 2 veces seguidas por la puerta grande de Las Ventas –una de ellas la de la enfermería, que es igual de grande, y computa, cuando se cortan las orejas a ley- sirve, como mucho, para que te sigan poniendo a prueba.."
Saber decir que no porque en mi hambre mando yo y unos las firmas y otros las torean.
- "...Valga para entender la fe en si mismo y sus triunfos de López Simón..."
Pedro Javier Cáceres / Madrid,23/08/2015
El toreo es despacio, a veces demasiado, y se suele confundir con torear despacio ante el toro y salir y entrar ligero al toro.
Igualmente despacio, muy lento es el fruto de lo sembrado. Antes una vuelta al ruedo en Madrid era una vuelta a España.
Ahora salir en hombros 2 veces seguidas por la puerta grande de Las Ventas –una de ellas la de la enfermería, que es igual de grande, y computa, cuando se cortan las orejas a ley- sirve, como mucho, para que te sigan poniendo a prueba, te intenten apoderar o te den migajas de contrato por la necesidad, dicen los empresarios, que los triunfos madrileños tengan la continuidad en las ferias; siempre en los festejos de perfil medio. No como antes, en que las figuras pedían al nuevo para medirlo.
Ante ese cambio del sistema que tantas frustraciones ha producido y tanta promesa se ha estrellado por la ansiedad de torear hay que templarse y controlar impulsos, la cabeza mandando sobre el corazón para hacer lo más difícil en la vida, y en el toro más, saber decir que no…en tiempo y forma; no al uso caprichoso ni aires de grandeza precoces.
Saber decir que no, con equilibrio y ,sobre todo, discreción – en el toro los follones no traen nada bueno- es el pasaporte para el objetivo final, que no es sólo torear sino ser proyecto de figura y codearse con las misma hasta el momento del asalto al poder.
Y, eso sí, cuando llegue la oportunidad que parecía no llegar, pegar muletazos y cortar las orejas con rotundidad.
Nada de trofeos de ITV, de una en una, salidas en hombros de pobrecito, no: arrollar, que cause interés en la opinión publicada para transmitirlo a la opinión pública; porque el éxito al final del camino de lanzamiento es tanto cortar orejas como llevar gente, la gran asignatura pendiente de la torería actual.
Todo ello no es de ahora.
Remontémonos al año 1991 cuando a los 10 años de alternativa ¡10 años! y colombiano, César Rincón se presentó en Las Ventas un 28 de abril para matar con Ponce, ¡Ponce! Y la alternativa de Zorita una de Cuadri…he dicho ¡Cuadri!
En compensación, una en San Isidro.
Muy contestada por prensa y afición calificada más que cualificada , 21 de mayo, para matar la corrida de Baltasar Ibán, y ahí empezó, casi todo.
Esa PG no sirvió más, ni nada menos, que torear al día siguiente la de Murteira en sustitución de Fernando Lozano –sí una sustitución- para encumbrase con la 3º salida en hombros matando la de Samuel en Beneficencia (Sí, repasemos, Cuadri, Ibán, Murteira, Samuel)
Luego vinieron multitud de ofertas de apoderamiento a cambio de meterle los apoderados empresarios en sus plazas, y fue que no; días de dudas y dique seco, ninguneo, pero llegaron las sustituciones…..y, lo sabido.
Valga para entender la fe en si mismo y sus triunfos de López Simón.
Su no a Chopera en Bilbao cuando no tenía nada a la vista.
Lesionado renunció a una placita francesa para ¡cojo! tomar –al día siguiente- una suplencia en Istres con Morante y Manzanares triunfando a golpe cantado.
Las ferias estaban hechas y las que se encontraban antes de imprenta tampoco contaban con él.
Pero llegó Pamplona, y otra que te meto Aniceto.
Y llegó agosto, con una mano adelante y otra atrás y un apoderado honesto pero sin pedigrí.
El triunfo en Huesca, puesto por derecho por su antiguo mentor T. Entero, y a sustituir en San Sebastián en fecha histórica y TVE, para al día siguiente llamarle de Gijón Y arreglar el problema de la “caída” de Cayetano.
Y en todas, no solo triunfar, sino no dejar indiferente.
Unas las firman y otros las torean.
Rincón, volvemos al maestro colombiano, tras sus 3 PG volvió en Otoño y la volvió a abrir. Tras tanta sustitución en el 91 salió en figura en el 92, ya imparable.
López Simón se plantea ser la base de la feria madrileña otoñal compareciendo dos tardes en mano a mano.
Es el todo o casi nada, pero el toreo es de apuesta y riesgo si no quieres ser un asalariado funcionarial en el escalafón de los de sumar festejos pero no billetes ni gloria.
Antes, quizá le veamos en Bilbao; Chopera ya lo llamó para San Sebastián.
Pero será como él quiere en fecha, toros y figuras…y su dinero; no el de una figura, el suyo, de ahora.
Sería la cuchara abundante de tanto hambre pero en el que manda uno mismo.
Saber decir que no, a tiempo. Y, tiempo al tiempo, que el toreo es despacio.
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