ANTONIO MIURAEl pasado día 21 de junio se cumplía el aniversario de aquel célebre suceso que ha pasado a la historia. Cuenta una leyenda que Juan Belmonte, en un desplante, le llegó a coger el pitón como adorno al toro Rabicano, de Miura. El conocedor fue corriendo a contárselo al ganadero, don Eduardo Miura, pues no tenía costumbre de ver sus toros en la Feria de Sevilla. Al conocer que Juan Belmonte había agarrado el pitón a uno de sus fieros toros exclamó: “¡No puede ser! ¡No puede ser!”.
Antonio Miura: “Las faenas, pronto y en la mano”
Enrique Amat
Lo que sí es cierto es lo ocurrido un 21 de abril de 1914. Narran las crónicas que el genio de Triana había toreado de forma colosal a otro Miura, berrendo capirote, de nombre Lentejo alternando con Gallito y el mexicano Gaona. Belmonte aquel toro de Miura lo encumbró tras una de las mejores faenas de su vida.
“Así es. Eso sí que está escrito y hay constancia documental. Como digo, yo tampoco lo pude ver porque no había nacido, pero está en las crónicas. Fue una de las múltiples faenas grandes que han hecho toreros importantes con los toros de la ganadería.”
Se cuenta de triunfos de Machaquito con Zapatero, de Joselito El Gallo con Galleguito o de Vicente Pastor con Recovero.
“Cierto es. Grandes figuras han triunfado con nuestros toros. A pesar de que somos conscientes de la leyenda negra que tenemos, muchos de nuestros toros sirvieron para que buenos toreros triunfasen con ellos. No solo los antiguos sino también espadas más modernos”.
Aquí en Valencia se recuerda una faena de Manolo Cortés extraordinaria. En una tarde en la que también triunfaron Dámaso González y Julián García.
“Manolo fue un gran torero. Con arte y gusto. Mató muchos toros de mi padre. Y aquella tarde fue especial. Lo cierto es que si un toro embiste y hay un torero delante que está preparado y dispuesto, las cosas salen. Aunque cueste más trabajo estar delante de nuestros toros. Pero si uno quiere y el toro mete a la cara, las cosas salen. También en Valencia recuerdo una faena de José María Manzanares en 1983, en una tarde que toreó con José Antonio Campuzano y El Soro. Por aquel entonces le apoderaban los hermanos Lozano, y el hombre estaba pasando un bache y no lo veía claro. Pero aquella tarde Manzanares, aunque estaba de capa caída, y en horas bajas, se vino arriba, recuperó el sitio y luego siguió estando al máximo nivel. Lo cierto es que lo importante es que si el toro embiste y el que está delante quiere, las cosas funcionan. Nuestros toros exigen, necesitan una colocación, disposición, pero luego son agradecidos.”
Y luego hay toreros a los que la corrida de Miura les ha servido de mucho. Como a Manuel Escribano en Sevilla.
“Manuel llegaba aquel día sin muchos contratos y lo puso todo en aquella feria. Cogió la sustitución de El Juli y la aprovechó. El toro embistió y él estuvo como tenía que estar, sin pensar en el hierro que tenía delante. Y aquello le abrió puertas. Eso sí, después de un zambombazo, el torero tiene que seguir funcionando otras tardes, qué es lo que hizo Manuel. Pero aquella corrida le abrió muchas puertas.”
Los toreros que mejor entienden a sus toros.
“De entrada es difícil estar delante, tienen que tener la cabeza dispuesta y tener claro lo que hay que hacer a cada toro. El que ha matado más toros, es más fácil que se acople con ellos, porque conoce su comportamiento y sus reacciones. Porque los nuestros son toros cambiantes, y el que los mata tiene que estar siempre muy pendiente y tratar que no le sorprendan las reacciones. Hay toreros de ahora como Rafaelillo, Ruiz Miguel, Escribano o Pepe Moral, que les tienen cogido el aire. El que más mata nuestros toros se acopla más con ellos.”
En Castellón el otro día se lidió una gran corrida por su trapío y también por su juego.
“Fue una corrida buena. Los tres toreros estuvieron muy bien. Fueron toros que en la muleta embistieron. Y otros resultaron algo más difíciles, que es lo normal. Pero el público salió contento, porque la corrida dio espectáculo, embistió en el caballo, fue brava y mantuvo el interés y el público salió satisfecho de la plaza. Es nuestro deber, que quieres saquen las entradas y paguen en taquilla y se sienten en el tendido, se vayan luego a sus casas contentos. Todos los toros tuvieron posibilidades.”
Y el próximo 15 de agosto lidia en una corrida en San Lorenzo de la Parrilla.
“Nuestra ganadería está abierta a ir a todas las plazas. A donde nos llamen. Nosotros vamos a todos los sitios, no cerramos las puertas a ninguna plaza. Aunque nuestra camada no es larga y no tenemos toros para lidiar todas las plazas que nos quisieran ver. Pero en este caso hemos llegado a un acuerdo y estamos muy contentos de ir allí.”
Aunque ustedes son una ganadería legendaria, seguro que el COVID también les ha afectado.
“Hombre, el año pasado fue malo, y aunque este año se están dando ferias, no se van a celebrar ciclos en las plazas donde nosotros solemos ir. Madrid, Pamplona, Sevilla, Bilbao son plazas a las que vamos siempre. El año pasado fue malo y este año está siendo algo mejor, pero tampoco están muy bien las cosas y no salen las cuentas. Al menos no hay que perder. Hay que defenderse. Y si uno pierde un año y luego pierde otro año, es difícil aguantar el tirón. Pero estamos dispuestos a resistir. Hay gente que lo ha pasado muy mal y lo sigue pasando mal y nosotros no nos podemos ni nos debemos quejar. Tal como está la sociedad, somos unos privilegiados. Sobre todo porque tenemos la ganadería desde el año 1842. No nos podemos dejar ir y por eso aquí estamos.”
Como curiosidad, en San Lorenzo de la Parrilla se dará la que dicen que es la tercera alternativa que se toma en la historia con toros de Miura. La de Alberto Pozo.
“Bueno, yo no tengo los datos exactos, aunque sí que me consta que tanto Antonio Bienvenida como Fermín Murillo la tomaron con nuestros toros. Igual es verdad, en cualquier caso no sé si han habido más, pero es un tema bonito.”
Los tentaderos en su casa.
“Aquí vienen todos los toreros. Figuras, gente de la parte media del escalafón e incluso novilleros Vienen los toreros anunciados para matar nuestros toros, gente como Daniel Luque, Esaú Fernández, Pepe Moral, Rafaelillo, Rubén Pinar. Al que acude por primera vez a nuestra casa hay que adaptarlo a lo que necesita la ganadería. Nuestros criterios de selección se basan en la morfología, en las hechuras, en fijarse de qué familia proviene y si tenemos confianza en la reata. En el campo corremos los becerros y luego a los buenos ya los retentamos en la plaza para ver si pueden ser sementales. Hay que ser exigente.”
Ustedes también crían bueyes y mansos.
“Tenemos una punta de vacas berrendas y de bueyes y la verdad es que están saliendo algunos buenos. Hemos vendido bastantes por la zona de Levante. Es otra forma de fomentar nuestra ganadería.”
Hablando de Miura, siempre queda el tema de la leyenda negra.
“Hay que aceptar esta leyenda. Lo que sucede es que la ganadería, cada vez que habido una tragedia, esta ocurría con toreros que estaban en el candelero, como lo de Perdigón con Espartero, Jocinero con Pepete, Desertor con Domingo del Campo Dominguín o Islero con Manolete. Por ello las cornadas mortales que han dado nuestros toros han tenido mayor repercusión, que si se las hubieran dado a toreros de segunda fila o banderilleros.”
El porcentaje de víctimas no es tan alto.
“La verdad es que a lo largo de la historia, y tenemos trayectoria desde el 15 de mayo de 1842, día en el que mi bisabuelo compró la primera punta de vacas, han sido pocos los percances mortales. Apenas ocho. Pero como digo, no han sido muchos pero sí fueron con toreros que cuando les dieron la cornada, estaban en el candelero. En la época de mi bisabuelo, la ganadería tenía unas mil vacas y se lidiaban treinta encierros entre corridas y novilladas cada temporada, y en aquella época las corridas eran muy complicadas y se toreaba en otras condiciones. Y las cogidas eran más graves. Por aquel entonces se lidiaba un toro duro y complicado, pero era el toro que salía a la plaza en aquella época. Nosotros no nos inventamos nada, era lo que la gente quería y lo que se estilaba por entonces. Ahora si hubiéramos tenido que empezar a criar toros, igual hubiéramos hecho igual un toro en el tipo de Sevilla. Pero era lo que había entonces.”
Se habla del encaste Miura.
“Lo nuestro empezó con Gallardo y luego Cabrera. Y luego se fueron comprando más astados y los caracteres fueron forjando poco a poco la ganadería a nuestro gusto y se ha ido haciendo el tipo de toro como queríamos en casa. Y se ha ido perfilando hasta que, como usted dice, se puede considerar un encaste de Miura.”
Un toro que tien unas características muy especiales.
“Es un tipo de toro alto de agujas, agalgado, levantado del suelo, alto, con caja, con mucho cuello, con peculiaridades. Recogido de vientre, barriga no tiene. Tampoco tiene badana y tiene cara de joven, lavado de cara, no tiene rizos en la frente. El pitón es ancho, no son astifinos sino anchos de mazorca. Tiene una morfología que lo hace muy distinto y especial. Y su pelaje es variado. Tenemos ejemplares cárdenos, colorados, castaños, sardos, salineros, girones,…”
Y su comportamiento tiene muchas características. Es un toro con sentido y que aprende.
“En la lidia es un toro cambiante, nervioso, que aprende mucho y rápidamente, aunque también salen toros nobles y con fijeza, por la sangre parladeña. Pero el miura aprende y se da cuenta cuando el torero tiene fallos y errores. Con ellos hay que estar muy firme y seguro. Hay que hacer las faenas pronto y en la mano. Y a matar. Cuando el torero duda y se alarga la faena, el toro se da cuenta y se viene arriba. El toro aprende y desarrolla. Por eso hay que hacerle una línea corta. Luego hay toros, eso sí, que no se enteran durante la lidia, tiene que haber de todo. Porque nosotros en casa tenemos de todo, como en botica. El aficionado espera de un Miura un toro complicado, duro, el que tiene complicaciones y de emoción, pero debe haber variedad de los comportamientos.”
Dicen los profesionales que el Miura tiene mucho cuello y eso les desconcierta.
“Sí que es verdad que tiene mucho cuello. Pero otros dicen, y algunos se quejan, de que los toros que tienen el cuello corto no pueden bajar a la cara. Para lo bueno y para lo malo somos como somos.”
Hay algún toro emblemático en la ganadería.
“No, aquí no hay predilecciones. Aquí en Zahariche tenemos la máxima de que pasada no mueve molino. Tenemos la satisfacción o el disgusto después de cada corrida, según cómo hayan salido las cosas, pero nosotros no somos de quedarnos en el pasado. Todo pasa a ser historia y hay que mirar para adelante. Aunque por supuesto, tenemos toros históricos en nuestro hierro, pero no nos decantamos por ninguno en especial.”
A tanto llegó la fama de sus toros de duros, que dieron lugar al famoso pleito suscitado por Bombita y Machaquito pidiendo más dinero por torear los miuras.
“Ellos quisieron cobrar más por matarlos, llevarse más dinero si se enfrentaban a nuestros toros. Y unos estuvieron a favor y otros en contra. Pero fue mi bisabuelo quien se llevó el gato al agua. Pero era algo que revelaba la importancia de nuestra ganadería, que figuras tan importantes pidiesen más dinero por matar nuestros toros.”
Una ganadería que ya ha alcanzado la sexta generación y que ha pasado incluso a la historia por frases célebres como esa de “tener más peligro que un miura”.
“Sí, hay muchos modismos que se han incorporado del lenguaje taurino y han trascendido al lenguaje popular. Como también eso de ser más bravo que un miura. Incluso la palabra Miura está recogida en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Y estamos en los dichos populares. Algo tendremos.”
Esto es lo que figura en el diccionario de la RAE: Toro de la ganadería de Miura, famosa por la bravura e intención atribuida a sus reses.
m. coloq. Persona aviesa, de malas intenciones.