la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 7 de diciembre de 2025

Barcelona y el precio de la coherencia / por Antonio Casanueva


'..resulta inquietante escuchar elogios a la diversidad cultural desde una ciudad que prohibió una manifestación cultural propia. La FIL nos recuerda que la cultura florece donde hay libertad, diálogo y memoria compartida..'

Barcelona y el precio de la coherencia

"...La cultura florece donde hay libertad, diálogo y memoria..."

Antonio Casanueva 
Ciudad de México, 06 Dic 2025  
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) es el mayor encuentro cultural e intelectual del mundo hispanohablante: un espacio plural donde el libro convoca a las artes, las ideas y a las culturas del mundo para dialogar, reconocerse y enriquecerse entre sí. En 2025, la ciudad invitada fue Barcelona.

En el discurso inaugural de la FIL, Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, afirmó que su ciudad es "abierta, global, que piensa, escribe, lee y ama en catalán y en castellano". Presentó a Barcelona como un lugar bilingüe, diverso e inclusivo, donde ambas lenguas conviven de forma natural.

Mientras lo escuchaba, recordé una escena de la película Un filósofo en la arena en la que Francis Wolff se niega a acompañar a los productores a Barcelona.

El discurso el alcalde de Barcelona hablaba de apertura y pluralidad, pero la historia reciente de la ciudad cuenta otra cosa: cuando una expresión cultural resulta incómoda para el poder, se le censura. Y la tauromaquia ha sido su víctima más visible. No solo es contradictorio defender la pluralidad en Guadalajara y, al mismo tiempo, negar la diversidad cultural en Barcelona: es incoherente.

Wolff explica que no puede pisar una ciudad que ha vetado los toros, porque ese acto responde a una forma de intolerancia política. Sostiene que un filósofo debe ser coherente con los valores que defiende y que, por ello, no podía viajar a un lugar donde se censura lo distinto. Su negativa no era un gesto menor: contenía un argumento ético que hoy vuelve a resonar.

No deja de ser revelador –y quizás también contradictorio– que Collboni presente hoy a Barcelona como una ciudad abierta y global, un puente transatlántico llamado a construir un futuro compartido entre España, Europa e Hispanoamérica. Más adelante añadió: "Vendrán las flores… no solo es expresión de esperanza, es una declaración de confianza en la capacidad humana de recomenzar". Con esa imagen buscaba mostrar una ciudad que florece gracias a su diversidad y a la aparición de nuevas voces literarias, y reforzar la idea de Barcelona como un ecosistema cultural plural y en constante transformación.

Si la cultura es diálogo y pluralidad –como la FIL se empeña en recordar–, prohibir expresiones culturales no es progresismo: es empobrecimiento.

En el pasado, Barcelona fue un auténtico puente cultural entre México y Europa. Allí desembarcaban los toreros mexicanos para abrirse camino por el resto de España. Armillita Chico, por ejemplo, alcanzó triunfos memorables en la Monumental: en 1934, cortó los máximos trofeos a "Clavelito", de Justo Puente, alternando con Belmonte y Marcial Lalanda; al año siguiente, repitió la hazaña con otro "Clavelito", de Anastasio Fernández. Carlos Arruza, por su parte, llegó a torear diez tardes consecutivas en 1944 y, a mediados del siglo XX, se convirtió en el primer matador en cobrar un millón de pesetas por una sola corrida –un récord que subrayaba no solo su categoría artística, sino su capacidad de convocatoria.

Ese flujo artístico entre México y Barcelona contribuyó a tejer una historia compartida que hoy resulta difícil conciliar con la prohibición vigente.

En 2010, esa misma ciudad aprobó una prohibición que Wolff calificó como un acto de censura cultural: al eliminar las corridas, no desaparece un espectáculo, sino un entramado simbólico, una memoria colectiva, una genealogía estética que formó parte de Cataluña durante siglos.

Jaume Collboni, el alcalde que en Guadalajara dijo defender la pluralidad y la cultura, en otras ocasiones ha declarado que le parece descabellado que vuelvan las corridas a Barcelona: "No tendría ningún sentido. Cuando se prohibieron ya iba muy poca gente y seguro que se hubiera acabado cerrando el coso."

Para Wolff, la importancia de la tauromaquia no está en su rentabilidad, sino en sus valores éticos y estéticos. Medirla por su facturación es empobrecerla.

Ojalá que la visita de Jaume Collboni a la FIL Guadalajara lo lleve a reflexionar sobre las posturas censoras que algunos de sus paisanos han adoptado en torno a la cultura. Como recordó Karla Planter, Rectora General de la UdeG, la FIL "es un espacio plural, un sitio para el diálogo racional que pone en práctica los valores cívicos y humanos… nutre a nuestra idiosincrasia con la riqueza cultural del mundo y también proyecta lo que somos en el ámbito universal".

Sus palabras subrayan algo esencial: la pluralidad no se declama, se practica. Y la intolerancia hacia las expresiones culturales –cualquier expresión, también la taurina– es siempre una amenaza. Planter alertó sobre "la instalación del odio entre razas, naciones y grupos socioculturales… el abandono de la moderación, el diálogo razonable y la conciliación civilizada". Su advertencia invita a reconocer esos riesgos y a defender, con hechos y no solo con discursos, la apertura cultural que la FIL pretende encarnar.

Por eso resulta inquietante escuchar elogios a la diversidad cultural desde una ciudad que prohibió una manifestación cultural propia. La FIL nos recuerda que la cultura florece donde hay libertad, diálogo y memoria compartida. Que la presencia de Barcelona en Guadalajara no se quede en un eslogan bienintencionado, sino que sea el primer paso hacia una reconciliación con todas sus culturas, incluso aquellas que decidió silenciar.

Madrid.- Presentación de la Agenda Taurina 2026: Jueves 11 de Diciembre en la Casa del Reloj


AGENDA TAURINA 2026

Dedicada a:
 Festejos Populares
Antonio Mejías "Bienvenida"
Morante de la Puebla
Ganadería 'Murube'
Julián Agulla
Alberto Pérez de Vargas

En el Acto Intervendrán:
María Dolores Navarro Ruiz
Concejal Presidente del Distrito de Arganzuela
Carlos de la Casa
Historiador
Gonzalo I. "Bienvenida"
Periodista
José Murube Ricart
Ganadero
José María Álvarez del Manzano 
Ex Alcalde de Madrid
José Antonio Rupérez Caño
Pte. Centro Riojano de Madrid
Luis de la Fuente Castillo
Seleccionador Nacional de Fútbol

Se celebrará el Jueves, 11 de Diciembre a las 19.30 hrs.
Centro Cultural Casa del Reloj
Junta Mpal. Dto. de Arganzuela
Paseo de La Chopera, 6. Madrid


Archivo.- El editor Vidal Pérez Herrero presentando su Agenda Taurina 2025

sábado, 6 de diciembre de 2025

Valladolid rinde homenaje a Sánchez Mejías un siglo después de su paso por la ciudad


'..Con cientos de aficionados llenando la sala, la iniciativa, puesta en marcha por el Ayuntamiento vallisoletano y el Ateneo Cultural “Valladolid Ciudad Taurina”, ha reunido a especialistas, familiares y estudiosos en una cita que pretende poner en valor su legado taurino, humanístico y literario..'

Valladolid rinde homenaje a Sánchez Mejías un siglo después de su paso por la ciudad

El Círculo de Recreo acogió el acto conmemorativo que reivindica al torero, intelectual mecenas de la Generación del 27

El Círculo de Recreo de Valladolid ha acogido la celebración del homenaje destinado a recordar y reivindicar una de las figuras más singulares y poliédricas de la cultura española del siglo XX.

Con cientos de aficionados llenando la sala, la iniciativa, puesta en marcha por el Ayuntamiento vallisoletano y el Ateneo Cultural “Valladolid Ciudad Taurina”, ha reunido a especialistas, familiares y estudiosos en una cita que pretende poner en valor su legado taurino, humanístico y literario.

El acto ha contado con una mesa redonda que giró sobre la versatilidad del personaje. La sesión estuvo moderada por el periodista, Ignacio Miranda, y contó con la intervención del bisnieto de Ignacio Sánchez Mejías, Antonio Ruiz de Alda Sánchez – Mejías, que aportó una visión íntima, familiar y humana, desvelando la personalidad del hombre detrás del mito.

El crítico taurino, Domingo Delgado de la Cámara, que abordó la dimensión artística y técnica del torero, analizando su personal concepto del toreo, su relación con las ganaderías más emblemáticas y su influencia en la evolución de la tauromaquia.

El historiador, Antonio Fernández, especializado en la Generación del 27, que explicó el papel decisivo de Sánchez Mejías como mecenas, anfitrión y figura clave en el nacimiento del grupo. Su casa en Sevilla fue lugar de encuentro de poetas como García Lorca, Alberti o Jorge Guillén, y su apoyo fue determinante en la reunión del Ateneo de Sevilla.

El acto contó con la presencia de la concejala de Educación y Cultura del ayuntamiento de Valladolid, Irene Carvajal, que abrió el acto, y del director operativo de Tauroemoción, Nacho de la Viuda.

La Novena en la Catedral de Valladolid / por Jesús García-Conde


'..Siendo vísperas de la Navidad, en cierto modo la Catedral inacabada de Valladolid es como un gran Portal de Belén donde nos arremolinamos los pastores..'

La Novena en la Catedral de Valladolid

Jesús García-Conde
6 de diciembre de 2025
En Valladolid la Novena es una sinfonía, pero no de Beethoven. Es musical, porque se le canta a la Virgen y muy bien. Ya no está en los teclados del órgano de la catedral John Beaven, el más pucelano de Kentucky, pero sigue tronando la Salve. La Novena a la Inmaculada que se celebra en la Catedral de Valladolid es un remolino de gente, de chavales con uniformes de colegio y de familias con niños y gente suelta que a las ocho de la tarde paran todo para celebrar durante nueve días el dogma de la Inmaculada Concepción. También es la excusa para ver amigos y tomar vinos por el centro con un montado en la Cárcava o montar una tertulia en el Farolito. La Novena es la mejor alfombra que conduce a la Navidad. Y no hay mejor novenario que el de Valladolid.

El Dogma de la Inmaculada Concepción fue proclamado por el Papa Pío IX en 1854. Dejamos para los estudiosos las controversias de los escolásticos, el cierre de archivo del Beato Escoto y algunas otras tensiones acaecidas hasta llegar al momento de la decisión papal. Digamos —eso sí— que España presionó y mucho para que el dogma fuera finalmente publicado urbi et orbi. Pero digamos también que si en los monasterios medievales, y sedes episcopales había dudas, en Valladolid lo teníamos claro desde el principio del siglo XVII.

Cuenta Antonio Daza en su obra sobre la Purísima Concepción que en 1618 un vecino «de buena fama y buena opinión» de Valladolid, habiendo recibido los óleos recibió un mensaje claro de la Inmaculada. El vecino, del que no se da el nombre, no creía en la especial concepción de la Madre de Dios a pesar de haber oído «grandes excelencias de ese sagrado misterio». Estando en el lecho de muerte, tomado el viático, estando ya dormido, oyó las siguientes palabras: «Apretad a ese incrédulo de mi Limpia Concepción». Al punto, cesaron los dolores y padecimientos y despertó. Abrió los ojos y viendo clara y distintamente a la Virgen Nuestra Señora ante él con gran resplandor y majestad le dijo con voz suave y serena «Virgen santísima: yo lo creo».

Todo esto lo conocemos a través de Lourdes Amigo Vázquez que añade en su estudio que, en Valladolid, la devoción a la Inmaculada tendría en el arte la literatura y sobre todo en la fiesta, la ceremonia y el rito sus cauces de manifestación y difusión. Debe ser por eso que no nos basta un día de celebración de la Inmaculada, disponemos nueve y toda la ciudad abarrota su Catedral para honrar a la Señora y pedirle gracias. Esto es lo propio. Las fiestas populares españolas de verano y de invierno son fiestas familiares, y como fiestas familiares que son se celebran yendo a merendar a casa de la Madre. La «merienda» en este caso es un «bizcocho» que da la Vida Eterna. La Virgen nos invita a recibir el Cuerpo de Cristo. Uno salía del colegio y sin quitarse el uniforme iba con los amigos a visitar a la Señora. Como sabía que en los colegios de las chicas hacían lo mismo, la Novena también servía para ver y ser visto y buscar, entre los uniformes de los colegios de las chicas, a la señalada. España era así y ha de seguir siendo así: una reunión familiar a la salida de la misa de doce. No una lista de ofertas de Black Friday.

Siendo vísperas de la Navidad, en cierto modo la Catedral inacabada de Valladolid es como un gran Portal de Belén donde nos arremolinamos los pastores. Como decía el poeta soriano del Renacimiento Hernán López de Yanguas:

Cansados ¡oh Virgen señora! Llegamos

Los hatos dejamos y burras y aperos

Venimos, graciosa señora, por veros

De hinojos en suelo aquí te adoramos

Mas ya que tamaña merced alcanzamos

En verte parida de Dios infinito

Para que puedas criar tu mocito

Recibe, Señora, lo poco que damos.

Alfonso Ussía. Heredero de Don Mendo / por Andrés Amorós


'..Siento muchísimo que ya no esté con nosotros. Cada mañana, al abrir El Debate, echaré de menos encontrar su nuevo artículo, para empezar bien el día. Pero estoy seguro de que, en el cielo, Alfonso Ussía se ha encontrado ya con su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, y con Mingote, con Ozores, con Tip… Lo van a pasar en grande..'

Heredero de Don Mendo

Alfonso Ussía dominaba todos los recursos y las variedades del humor: la ironía, la sátira, la parodia, el sarcasmo, la caricatura… Continuaba así a Cervantes, a Quevedo, a Góngora.

Andrés Amorós
No tiene vuelta de hoja: la gracia se tiene o no se tiene. Es un don de Dios o del ADN. Muchos escritores se esfuerzan por buscarla y no la encuentran, con penosos resultados. Algunos –pocos– la tienen de verdad. Alfonso Ussía tenía gracia. Punto.

Alguien –prefiero no decir quién– escribió que «Don Mendo no se hereda». Se equivocaba. Para mí, siempre ha sido evidente que Alfonso Ussía había heredado la gracia natural, única, de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca. Los lectores de El Debate lo saben de sobra.

También había heredado de él la facilidad para la métrica. Contó Muñoz Seca que, de joven, para preparar una oposición, puso en verso los temas y así se los aprendió con más facilidad. La venganza de don Mendo es, entre otras cosas, un repertorio de versos y estrofas único, en español.

Alfonso Ussía poseía ese mismo talento: escribía romances, redondillas, cuartetos, quintillas, octavas, décimas, sonetos… como quien lava. No fallaba una rima, ni una medida, ni un acento rítmico (lo más difícil, lo que muchos rimadores ni saben de qué va). Y todo eso se subordinaba y potenciaba lo que quería decir, contribuía al acierto de su crítica.

En verso y en prosa, Alfonso Ussía ha sido un gran humorista. Dominaba todos los recursos y las variedades del humor: la ironía, la sátira, la parodia, el sarcasmo, la caricatura… Continuaba así a Cervantes, a Quevedo, a Góngora, a Villamediana; también, a Pérez Fernández, García Álvarez, Paso, Ramón Gómez de la Serna, Jardiel, Tono, Miguel Mihura, Pérez Creus, Manolo el Pollero…

Lo que nunca fue Alfonso Ussía es un cínico porque él creía en una serie de valores: en la bondad, en la rectitud, en la educación, en la amistad, en el patriotismo… No seguía las modas.

Se burló siempre de los tontos, los ignorantes, los fatuos, los vanidosos, los vulgares, los golfos, los gafes, los gorrones, los maleducados, los nacionalistas, los resentidos, los torpes, los traidores, los malvados… La realidad española actual le ofrecía ejemplos de sobra.

Sus amigos y sus lectores le debemos muchos ratos felices, muchas sonrisas: una deuda impagable. Siento muchísimo que ya no esté con nosotros. Cada mañana, al abrir El Debate, echaré de menos encontrar su nuevo artículo, para empezar bien el día. Pero estoy seguro de que, en el cielo, Alfonso Ussía se ha encontrado ya con su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, y con Mingote, con Ozores, con Tip… Lo van a pasar en grande.

Tauromaquia ilustrada / por Lope Morales

Los dos "Ortegas", el torero y el filósofo toreando "al alimón"

'..Amorós ha dedicado su vida a acercar la cultura al ciudadano en las aulas y en la calle, hablando de lo difícil sin hacerlo complicado; explicando lo más profundo, pero sin mayor solemnidad. Al natural. Es un divulgador ejemplar, un intelectual libre, coherente y de independencia demostrada. Se le entiende todo; y transmite..'


Tauromaquia ilustrada

Lope Morales
Que la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén haya dedicado un ciclo de conferencias a la tauromaquia ni es un asunto baladí, ni tiene porqué parecer extraño. Y lo que ha sido, sin duda, es un acierto. Tras años de cierta marginación, más o menos intencionada, de todo lo que oliera a toros en universidades y otros foros culturales, resulta reconfortante comprobar que, especialmente en esta provincia, el sentido común retorna y la tauromaquia vuelve a ser tratada con rigor en los templos del saber. Hablar de toros hoy en una Económica —me lo señalaba la profesora Beatriz Badorrey— es “poner una pica en Flandes”.

 El espíritu de muchas sociedades ilustradas del XVIII pudiera parecer, en efecto, contrario a la Fiesta. Pero la propia Ilustración fue diversa, y junto a las diatribas de Vargas Ponce o Jovellanos se alzaron voces como la de Nicolás Fernández de Moratín o la de Antonio Capmany, catalán, académico, miembro de la Económica madrileña, que defiende las corridas frente a quienes las juzgan incompatibles con una idea de “europeización” que a día de hoy sigue resultando igual de discutible. Porque ni entonces ni ahora parece que tenga sentido que para ser “más europeos” haya que dejar de ser, o haya que ser “menos españoles”.

La historia demuestra que aquellas prohibiciones chocaron siempre con la realidad viva del pueblo y con sus instituciones cercanas. Y ahí sigue la tauromaquia, discutida y cuestionada, como siempre, pero integrada en la cultura popular y ligada inseparablemente a las demás expresiones artísticas y humanísticas. El debate puede y debe hacerse, pero desde el respeto y el conocimiento. El profesor José María Balcells lo mostró con claridad rescatando para Jaén la relación profunda entre Miguel Hernández y los toros y dejando clara la imposibilidad de entender bien la obra del poeta obviando la figura del toro como elemento fundamental. Y el cierre del Ciclo con Andrés Amorós quedará para la historia de la propia Económica. Puede verse en la página web de la propia entidad o leer el excelente resumen del ilustre periodista y resistente jiennense, don Antonio Garrido

Amorós ha dedicado su vida a acercar la cultura al ciudadano en las aulas y en la calle, hablando de lo difícil sin hacerlo complicado; explicando lo más profundo, pero sin mayor solemnidad. Al natural. Es un divulgador ejemplar, un intelectual libre, coherente y de independencia demostrada. Se le entiende todo; y transmite. Porque se lo cree y porque lo puedes escuchar cien veces que la cien veces te motiva como la primera. En tiempos de confusión y ruido, su voz sigue siendo una referencia necesaria. Nos recuerda que la cultura no es ideología, que el arte no se mide en cifras, y que defender la tradición no es ir para atrás sino asegurar mejor el futuro. Y que nuestra cultura, nuestra lengua y nuestra historia son lo que nos hace grandes como nación. Resaltó especialmente la imagen de los dos “ortegas” —el torero y el filósofo— toreando al alimón, para terminar con la respuesta que Ramón Pérez de Ayala —nombrado embajador en Londres por la República— dio a la pregunta de los periodistas: “Usted, señor embajador, ¿cree que alguna vez se acabarán los toros en España?”. “Jamás. Si eso pasara, moriría España”. “Bueno, pues yo espero no ver ni una cosa ni la otra”. Remató el maestro Amorós.

Marcelo Gullo relaciona su último libro, Lepanto, con la silenciosa invasión islamista que sufre hoy España / Entrevista por Javier Navascués

 

En muchas ciudades de Andalucía los musulmanes dicen a sus hijos que reconquistarán esas localidades

Marcelo Gullo Omodeo es argentino, profesor de la Universidad Nacional de Lanús y de la Escuela Superior de Guerra, Doctor en CC. Políticas por la Universidad del Salvador (Buenos Aires) y ha realizado estudios de postgrado en la Universidad de Ginebra y en la Escuela Diplomática de Madrid. Un geopolitólogo hispanista de reconocido prestigio, cada vez más en alza por su trilogía Madre Patria, Nada por lo que pedir perdón y Lo que América le debe a España.

En esta ocasión le entrevistamos sobre su último libro Lepanto. Cuando España salvó a Europa.

Vencer en Lepanto fue tanto como
derrotar hoy la invasión islámica

Así lo afirma Marcelo Gullo, que acaba de publicar su último libro Lepanto. Cuando España salvó a Europa.

Javier Navascués

¿Qué importancia tuvo esta batalla en la historia? ¿Hasta qué punto España salvó a Europa de la islamización?

De lo que no tengo ninguna duda es que, si se hubiese perdido en Lepanto hoy su santidad León XIV no estaría en Roma porque los turcos otomanos habrían convertido la Basílica de San Pedro en la mezquita más grande del islam.

¿Por qué un libro reivindicando Lepanto?

Primero, porque el origen de las desgracias políticas que sufren los pueblos está en el olvido de la historia. Europa entera –y en especial, Italia y España– está en deuda con los héroes de Lepanto, unos héroes que han sido casi completamente olvidados. El común de los mortales algo recuerda de la valentía de don Juan de Austria y Alvaro de Bazán, pero la mayoría nada sabe de la asombrosa actuación de personajes tan ilustres como Marco Antonio Bragadino, Sebastiano Veniero, Marco Antonio Colonna, Augusto Barbarigo, Marco Antonio Quirini, Ambrosio Bragadino, Fray Pietro Giustiniani, Juan Andrea Doria, Luis de Requeséns, Juan Gil de Andrade, Pedro Francisco Doria, Lope de Figueroa, Miguel de Moncada, Andrés de Salazar, Andrés de Mesa, Luis de Córdoba, Pedro Zapata, Luis Carrillo, Bernardino de Cárdenas, Rodrigo de Mendoza, Luis de Cardona, y Juan de Guzmán, entre otros.

Segundo, porque había que refrescarles a los políticos la historia de los enfrentamientos que tuvo Europa con el mundo islámico, porque como sostenía Giovanni Sartori -uno de los politólogos italianos antifascista más respetado del mundo- estamos en manos de políticos ignorantes, que no conocen la historia ni tienen cultura, y que por esa razón han creído que se podían integrar los inmigrantes musulmanes, y eso –recalca Sartori- es imposible.

¿Qué aporta este libro de nuevo en relación a todo lo que se ha escrito sobre Lepanto?

El aporte decisivo de mi libro Lepanto. Cuando España salvó a Europa es justamente que no versa, ni exclusiva ni principalmente, sobre la batalla de Lepanto, de la la que se han escrito brillantes libros. Siempre he creído que ir al pasado es la mejor forma de descifrar el hoy y vislumbrar el mañana. Mi método, que consiste en ir al pasado para explicar el presente y vislumbrar el futuro, me permite ir más allá de la batalla de Lepanto y afirmar con total certeza que Europa sufre hoy una invasión silenciosa, protagonizada por el mismo poder que España detuvo en Covadonga y en Lepanto. Y es justamente el relacionar la batalla de Lepanto con la invasión silenciosa que sufre hoy España lo que confiere a mi obra originalidad y relevancia histórica.

¿Qué relación hay a su juicio entre Lepanto y Covadonga?

La tesis que sostengo, evidente salvo para los ciegos de voluntad, es que España afrontó Lepanto, esa batalla de las batallas, no por sí misma, sino por la defensa del Papado, de la Europa de entonces y de la defensa de una tierra y un estilo de vida derivado de siglos de romanizado cristianismo que se defendió en Covadonga y continuó defendiéndose hasta la reconquista de Granada en enero de 1492. Lepanto fue la continuación de aquel esfuerzo que comenzó en Covadonga y de aquel carácter adquirido durante 700 años de lucha contra el invasor musulmán.

¿Por qué Occidente tiene desde hace siglos un problema con el islam?

El principal problema de Occidente es consigo mismo. Mi tesis principal es que toda civilización nace de una Fe Fundante que establece valores, cultura y un ethos común. En Occidente, esa Fe fue el cristianismo. Al abandonarlo, se desmoronan los cimientos: desaparece la idea de trascendencia y, con ella, el deseo de proyectarse al futuro, de tener hijos. Así surgen sociedades con “pirámides funerarias”, donde mueren más de los que nacen. Esa debilidad demográfica atrae a un proletariado exterior joven, mayoritariamente islámico, cuya cosmovisión es antagónica con la de la sociedad receptora. Si mantienen su vitalidad demográfica, es lógico que acaben siendo mayoría o casi mayoría e intenten imponer su visión del mundo. No es ideología, es lógica histórica. Occidente ha provocado su propio problema. Al renunciar a su Fe Fundante y dejar de reproducirse, ha abierto la puerta a un reemplazo demográfico que ahora lo sorprende. En ciudades como Sevilla, Granada o Córdoba muchos recién llegados dicen a sus hijos: “Estas ciudades fueron nuestras y volverán a serlo”. Cuando sean mayoría, actuarán en consecuencia.

¿Cómo valora esta invasión silenciosa del islam y qué peligro existe de que cuando queramos reaccionar sea tarde?

Quien mejor comprendió el peligro que iba a afrontar Europa fue san Juan Pablo II quien profetizó: “Veo a la Iglesia afligida por una plaga mortal. Más profunda y dolorosa que las de este milenio. Se llama islamismo. He visto a las hordas venir, de Occidente a Oriente. Invadirán Europa que será un sótano lleno de antiguallas, penumbra y telarañas. Recuerdos de familia. Vosotros, la Iglesia del tercer milenio, deberéis contener la invasión. Pero no con las armas, las armas no bastarán, sino con vuestra fe vívida íntegramente”.
Los datos que aporta la realidad indican que el proceso de islamización está más avanzado allende los Pirineos, que en la propia península ibérica. A tal punto que los generales franceses manejan como hipótesis, la posibilidad del estallido de una guerra civil. No hace falta ser un genio de la política internacional y de la prospectiva para darse cuenta que, si en el largo plazo estratégico el escenario previsto por los generales franceses llega a concretarse, la situación de España, como en los tiempos de Lepanto, será crítica, porque España tendrá que luchar contra el islamismo del Norte (Francia), el islamismo del Sur (Marruecos) y el islamismo infiltrado dentro de su propia casa. Flotará sobre España la posibilidad de una nueva rebelión de las Alpujarras.

¿Cómo contribuye a ello la decadencia de costumbres en Occidente?

No hay duda alguna que, en la apoteosis del reinado de la tecnología, Europa apartada de su Fe Fundante y “adormecida” por el relativismo, el consumismo y el hedonismo, se ha infringido una mortal puñalada metafísica. Sólo un milagro podría cerrar hoy, la profunda herida abierta y detener la hemorragia. Sin embargo, es preciso “gritar fuerte”, y a los cuatro vientos, para que todos los españoles europeos lo escuchen que, para España, todavía ese milagro es posible porque es el único país de la Unión Europea que podría contar con una inmigración masiva que habla su mismo idioma y que recibió, de aquella gloriosa España de los siglos XVI y XVII, su sentido de la existencia y su visión de cómo organizar la sociedad y el estado.

A la Hispanidad no hay que inventarla o construirla, está ahí y sobrevivió, al cambio de dinastía, a la convulsión y confusión provocada por la invasión francesa y a la acción disolvente del imperialismo anglosajón. La Hispanidad es el pasaporte para el futuro.