“el nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española y con la lengua de Castilla……… asi pues, las corridas de toros…….. son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos.”. R. Pérez de Ayala
la suerte suprema
martes, 31 de agosto de 2021
3ª FERIA DE COLMENAR VIEJO: Francisco de Manuel se impone a las figuras en su alternativa / por Sixto Naranjo
lunes, 30 de agosto de 2021
Antonio Bañuelos / por Pla Ventura
Qué pena que, la gran mayoría de los ganaderos todos aspiran a emular a Juan Pedro, algo que ha logrado con rotundidad Antonio Bañuelos, lo que viene a demostrar que dichos ganaderos no crían sus toros para deleitar a los aficionados, pero sí para complacer a los toreros que, con semejante “material” se lo pasan en grande, caso de ayer en Alcalá de Henares.
Los animalitos a los que cito –y no existe peor definición para un toro que le califiquen como animalito- fueron el calco de toda la rama Juan Pedro en su más pura versión. Salieron dos toros de una dulzura sin límites; otros dos con algún que otro problemita por la falta de fuerzas que tenía y, otros dos que no querían embestir porque no les daba la gana pero, eso sí, como denominador común, la bondad por encima de todo. ¿Y los pitones? ¿Se fijó alguien en los cuernos de los animalitos? Eran, como dirían los taurinos, unos auténticos “zapatitos”. Vamos que, eran tan brochitos, tan bien “hechos” que parecía que el ganadero los hubiera hecho a medida; menos de un palmo de un pitón al otro; cerraditos, brochitos, con las puntas más bien romas –de tanto pelearse en los corrales-, En fin, la antítesis de lo que debe ser un toro de lidia que, como sabemos, tanto ilusiona a sus lidiadores. Antonio Bañuelos ha entrado al trapo de las exigencias mercantiles del toreo, veremos si, pese a todo, se los siguen pidiendo las figuras, papeletas la tiene todas.
Como digo, todos los componentes para el más puro aburrimiento en una tarde triunfalista en que se repartieron orejas por doquier antes unos bicornes sin peligro alguno, con un refilonazo como castigo y sin el menor atisbo de peligro. ¿Alguien da más? Sí Juan Pedro. Claro que, lo que vengo predicando no hace nadie caso pero, ese toro amorfo y sin peligro es el que, junto a sus lidiadores, ha echado a las gentes de las plazas, Alcalá en el día de ayer fue la prueba contundente de lo que digo pero, nadie hace caso. Yo no hubiera querido ser ayer el empresario de dicha plaza puesto que, con un cartel de toreros de máxima expectación, poco más de dos mil personas en los tendidos, nadie sabe cómo Jorge Arellano arreglaría aquel desaguisado. La cosa es mucho más grave de lo que parece.
Si no hay gente en los tendidos, ¿de dónde tiene que pagar el empresario? Es cierto que, en este año atípico los toreros se ajustan en lo que “haya” que, en realidad, suele ser muy poco. Al parecer, con tal de torear, con el mismo Morante incluido, se conforman con lo poco que pueda haber en taquilla que, en realidad suele ser más bien poco; pero no se trata de un caso puntal como sucediera ayer en Alcalá, es ya la norma general en todas las plazas en la que, por culpa de ese toro aborregado y sin peligro, nadie quiere ver la parodia más allá de los “cuatro viciosos” capaces de tragarse la bola sin masticarla. Insisto, y lo he dicho mil veces, hasta ahora la pandemia ha tapado muchos males, cuando no haya restricciones y volvamos a la normalidad, a más de uno se le caerá el santo al suelo porque nunca más veremos más de tres mil personas en una plaza de toros, salvo Madrid y pocas más una vez entremos en la normalidad de la que hablo.
Observando el toro que aparece en la imagen comprendemos en el acto lo expuesto en el ensayo.
La premonición de Yiyo: «Pienso que un cuerno me va a arrancar el corazón»
Un día como hoy de 1985, el 30 de agosto, José Cubero moría en las astas de «Burlero» en Colmenar Viejo
Lo clásico Jorge Arturo Díaz Reyes / por Jorge Arturo Díaz Reyes
Joxín Iriarte, a escena / por Pla Ventura
Tras aquella separación Joxín quedó un poco al margen de todo y, lo que es peor, llegó la pandemia que nos arruinó a todos, hasta el punto de que, como vemos, son ya dos años sin la feria de Azpeitia, la que le ha dado relumbrón Joxín Iriarte. Parece, por lo menos así lo queremos creer, que está pasando la pandemia y para el año próximo, todos estamos llenos de ilusiones cuando retornemos a la normalidad.
Como digo, la noticia en estos días no ha sido otra que el apoderamiento de Joxín Iriarte al torero Diego Carretero que, como tantos, tras una triunfal alternativa en Alicante lo dejaron sentado en su casa como si de un delincuente se tratara. Como diría el otro, son “las cosas” del toreo en que, de la noche a la mañana, como le ocurriera a Carretero, en vez de darle paso por la consecución de su gran triunfo en Alicante le pararon en seco.
Personas cercanas a Diego Carretero nos han hecho saber que el chaval tiene ilusión para parar un barco y, lo que es mejor, como pudimos ver, un valor a prueba de bombas que, unido a su torería puede funcionar en el escalafón con una dignidad admirable. Por lo visto, son los valores que Joxín Iriarte ha visto en el chico para decidirse en su apoderamiento.
Es cierto que Iriarte es un hombre creativo, inquieto, capaz, audaz, inteligente y cabal, valores que ya ha demostrado en el toreo pese a que, en su día, alguien le calificara como inexperto. Tras conocer a Iriarte, a este hombre se le puede calificar como queramos pero, lo de inexperto me parece una falta de respeto hacia su persona, sencillamente porque lo que ha sido su trayectoria como apoderado y, lo que es mejor, lo que ha supuesto su gestión directa en la plaza de toros de Azpeitia durante tantísimos años en que, el éxito y la verdad, en aquella feria, se han dado siempre la mano, varando en el “puerto” de la filantropía más bella, sabedores todos hacia donde van a parar los beneficios de dicha feria norteña.
Comprendemos, sin necesidad de que nos lo apunte nadie, que a estas alturas de la temporada, encarando ya la recta final, Iriarte no podrá hacer muchos milagros por aquello de conseguirle más o menos contratos a Diego Carretero pero, por el contrario, estoy seguro que a ambos les alienta la esperanza hacia el año venidero en que, empezando pronto, pueden acabar muy alto.
Hombres como Joxín Iriarte siempre serán bien recibidos en el mundo del toro en que, como se sabe, hay muchos “vivos” sueltos que tanto daño le hacen a la fiesta en su conjunto. Es por ello que, la honradez, capacidad de gestión y altura de miras del apoderado vasco deben de tener el premio correspondiente.
Yo admiro mucho a Joxín Iriarte como persona pero, han sido sus hechos los que me han llenado de convicciones, la feria de Azpeitia es el punto de referencia que dice todo de este hombre porque, mientras en muchos pueblos de Dios, las figuras se lo pasan en grande con el burro adormilado y sin fuerzas, Tomelloso ha sido el último ejemplo, Iriarte monta su feria con su majestad el toro, elemento fundamental para que resplandezca la fiesta con toda su verdad. ¿Qué podemos pensar de un hombre que, como empresario es capaz de darle brillo y esplendor al toro en toda su pujanza? ¡Qué es un hombre íntegro, no cabe la menor duda!
Colmenar Viejo: Francisco de Manuel recibe la alternativa hoy lunes
domingo, 29 de agosto de 2021
CUÉLLAR: Seria actuación de Cristian Escribano frente a 'Cebada Gago'
Escribano, paso firme
Serio de expresión, con cuello, tirando a astifino y montado fue el primero del lote de Escribano, que estuvo en lidiador en los primeros tercios. Lo toreó sin mirarle el hierro y como si fuera bueno. Digna faena que brindó al diestro cuellarano Javier Herrero, ausente en la feria. Actuación de más a menos en la muleta, en la quizás sobraron los excesivos molinetes de colocación en el inicio de las tandas. Oreja a una firme actuación.
Genio tuvo el quinto, pero cayó en suerte en el momento que atraviesa Escribano. Torero curtido a esperar en próximos compromisos. Llevó largo a otro toro exigente, astifino y bien proporcionado, tirando de un valor seco sin amedrentarse en ningún momento. Emborronó la faena con los aceros, que a punto estuvo de escuchar los tres avisos.
‘Glorificado’, por el pregón
Salió ‘Glorificado’ a la hora en que la Plaza Mayor de Cuéllar tenía que ser una marejada de gente y un río de vino Don Simón, colorante y Varón Dandy. La presentación de ese toro cárdeno claro fue el mejor sustituto posible del grito del pregonero cuando entona el “¡Cuellaranos, a por ellos!”. Bonito a la par que exigente, puso los pitones en la chaquetilla al segoviano Víctor Pérez tras parear con oficio. Su casta fue una lija para la muleta de Lamelas, que no consiguió hacerse con él. Cada mirada, un espejo de peligro.
Pacheco, de sainete a oreja
Bravo en el caballo fue el burraco en negro con el que se llegó al ecuador, bien presentado, astifino y con mazorca. No se dejó ganar la partida en banderillas y salió con la cara alta en la brega. Encastado dejó a un rígido Pacheco sin ideas, que estuvo por debajo de un ejemplar que si cae en otras manos posiblemente hubiera desarrollado motor. Vio dos guadañas entre sus muslos y tragó saliva al ver que no caía. Se hizo más pesado que un viaje en Blablacar.
Algo más acoplado estuvo el gaditano con el acucharado último, un toro más chico de cuartos traseros que tuvo nobleza. Fue mal picado, pero le valió a Pacheco para ganar en confianza, que después del sainete con el primero de su lote cortó una oreja. Paseó el trofeo, mientras la Banda de Música tocaba la jota del ‘A por ellos’. Sin duda, volver a escuchar a Cuéllar cantar su himno fue de lo más destacado de la tarde.
Ficha
Plaza de toros de Cuéllar (Segovia). Primera de feria. Dos tercios del aforo total. Toros de Cebada Gago, bien presentados. El primero, el segundo y el tercero se dejaron, mientras que el resto del envío evidenció un comportamiento encastado -en líneas generales-.
Alberto Lamelas, ovación y silencio.
Cristian Escribano, oreja y silencio con dos avisos.
Miguel Ángel Pacheco, silencio con aviso y oreja.
Fotografías