la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 31 de agosto de 2021

3ª FERIA DE COLMENAR VIEJO: Francisco de Manuel se impone a las figuras en su alternativa / por Sixto Naranjo

 Roca Rey y Francisco de Manuel en su salida a hombros este lunes en Colmenar Viejo

Llegaron las figuras y bajó el toro. La corrida de Cuvillo fue la hermana de la novillada de Ángel Luis Peña que abrió feria el sábado y la nieta de la de Domingo Hernández jugada este domingo en el coso de La Corredera. No hay manera, que cantaba aquel…

3ª FERIA DE COLMENAR VIEJO
Francisco de Manuel se impone a las figuras en su alternativa

Sixto Naranjo
Director de ‘El Albero / 30 agosto 2021 
Fueron a ver a las figuras y se llevaron la sorpresa de quien llega a Colmenar Viejo para tomar la alternativa. Francisco de Manuel se impuso a las figuras, a Morante y Roca Rey, y dejó patente que puede ser un nombre a tener en cuenta en el futuro si se le dan oportunidades y las aprovecha. Llegaron las figuras y bajó el toro. La corrida de Cuvillo fue la hermana de la novillada de Ángel Luis Peña que abrió feria el sábado y la nieta de la de Domingo Hernández jugada este domingo en el coso de La Corredera. No hay manera, que cantaba aquel…

El toro de la ceremonia permitió pocas fiestas al toricantano. Un buen recibo de capote alternando verónicas y chicuelinas y después un empacado quite por tijerillas que remató de una soberbia larga a una mano. Tras un prometedor inicio de faena de rodillas, el de Cuvillo a penas duró una tanda por el pitón derecho. Después bajó revoluciones y Francisco de Manuel solo pudo demostrar su buen concepto ante unas embestidas cada vez más cansinas y sosas. Quiso retomar la intensidad en un final de nuevo de hinojos previo a una estocada que hizo guardia y a un pequeño apagón con el descabello.

El sexto fue un toro de justa correa de Cuvillo al que el joven diestro toreó con largura, ajuste y profundidad por ambos pitones mientras tuvo bríos en sus embestidas. Muy asentado Francisco, incluso cuando el toro se apagó y le exprimió en la distancia corta con medida y torería. Un pinchazo y una estocada dieron paso a un doble trofeo pedido con entusiasmo por el festivo público.

Morante vio como su primero, que había blandeado de salida, fue devuelto tras serle colocados los tres pares de banderillas cuando parecía que el toro se había recuperado. El sobrero de Domingo Hernández, distinto en fondo y forma a los lidiados ayer domingo en este mismo coso, fue un ejemplar deslucido y sin continuidad en sus embestidas. Hubo algún pasaje suelto de buen corte dentro de un conjunto que no terminó de romper. Morante no lo vio claro con la espada y el descabello.

Se protestó la escasa entidad del cuarto, sin remate alguno y muy pobre de cara. Éste de Cuvillo tuvo más movilidad que entrega en sus viajes. Morante volvió a firmar muletazos con sabor aprovechando el momento de confianza y firmeza por el que atraviesa. Pero el toro, cuando se vio podido, echó la persiana. Restó puntos el feo bajonazo que tumbó al toro pero ello no impidió que se pudiese y concediese una más que benévola oreja.

El primero del lote de Roca Rey fue un animal muy medido de trapío y fondo. El peruano estuvo algo plano y monótono en una faena que se vivió sin ningún eco en los tendidos. Pinchó antes de una estocada caída y todo quedó en silencio.

Al quinto lo recibió de salida con un reposado ramillete de verónicas y una media muy acompasada. Estuvo Roca variado en un posterior quite y se hincó de rodillas en el medio del ruedo para iniciar el trasteo de muleta. Pero ahí llegaron de nuevo las intermitencias, un sitio perdido en el que al peruano le costó colocarse en la rectitud y ligar los muletazos pese a la bondad del toro. Faena larga y monótona que coronó, eso si, de un contundente espadazo. Las dos orejas quedaron para la estadística.

FICHA DEL FESTEJO

Colmenar Viejo (Madrid), lunes 30 de agosto de 2021. 3ª de Feria. Casi tres cuartos sobre el aforo permitido.

Cinco toros de Núñez del Cuvillo, de terciadas hechuras y cómodas cabezas. Conjunto manejable pero muy bajo de casta. Un sobrero de Domingo Hernández (2º bis), bastó de hechuras y de juego deslucido.

Morante de la Puebla, silencio y oreja tras aviso.
Roca Rey, saludos y dos orejas tras aviso.
Francisco de Manuel, que tomaba la alternativa, saludos y dos orejas tras aviso.

lunes, 30 de agosto de 2021

Antonio Bañuelos / por Pla Ventura


Qué pena que, la gran mayoría de los ganaderos todos aspiran a emular a Juan Pedro, algo que ha logrado con rotundidad Antonio Bañuelos, lo que viene a demostrar que dichos ganaderos no crían sus toros para deleitar a los aficionados, pero sí para complacer a los toreros que, con semejante “material” se lo pasan en grande, caso de ayer en Alcalá de Henares.

 Antonio Bañuelos

Pla Ventura
Toros de Lidia / 30 agosto, 2021
El ganadero burgalés ha logrado su propósito que no es otro que criar toros para las figuras y, muy atrás han quedado los llamados toros del frío que, otrora eran serios, peligrosos, encastados y con esos atributos a los que se enfrentaban los valientes del toreo. Al parecer, aquella forma de entender la ganadería no le satisfacía por completo a Antonio Bañuelos y, como ayer demostrara en Alcalá de Henares, ha logrado su propósito, que maten sus toros las figuras que, como en el caso citado, tiene todos los números para que las figuras se los quiten de las manos, algo que le tiene que agradecer a Morante, el que diera el paso para que este ganadero se consagrara como criador de toros para las figuras.

Qué pena que, la gran mayoría de los ganaderos todos aspiran a emular a Juan Pedro, algo que ha logrado con rotundidad Antonio Bañuelos, lo que viene a demostrar que dichos ganaderos no crían sus toros para deleitar a los aficionados, pero sí para complacer a los toreros que, con semejante “material” se lo pasan en grande, caso de ayer en Alcalá de Henares.

Los animalitos a los que cito –y no existe peor definición para un toro que le califiquen como animalito- fueron el calco de toda la rama Juan Pedro en su más pura versión. Salieron dos toros de una dulzura sin límites; otros dos con algún que otro problemita por la falta de fuerzas que tenía y, otros dos que no querían embestir porque no les daba la gana pero, eso sí, como denominador común, la bondad por encima de todo. ¿Y los pitones? ¿Se fijó alguien en los cuernos de los animalitos? Eran, como dirían los taurinos, unos auténticos “zapatitos”. Vamos que, eran tan brochitos, tan bien “hechos” que parecía que el ganadero los hubiera hecho a medida; menos de un palmo de un pitón al otro; cerraditos, brochitos, con las puntas más bien romas –de tanto pelearse en los corrales-, En fin, la antítesis de lo que debe ser un toro de lidia que, como sabemos, tanto ilusiona a sus lidiadores. Antonio Bañuelos ha entrado al trapo de las exigencias mercantiles del toreo, veremos si, pese a todo, se los siguen pidiendo las figuras, papeletas la tiene todas.

Como digo, todos los componentes para el más puro aburrimiento en una tarde triunfalista en que se repartieron orejas por doquier antes unos bicornes sin peligro alguno, con un refilonazo como castigo y sin el menor atisbo de peligro. ¿Alguien da más? Sí Juan Pedro. Claro que, lo que vengo predicando no hace nadie caso pero, ese toro amorfo y sin peligro es el que, junto a sus lidiadores, ha echado a las gentes de las plazas, Alcalá en el día de ayer fue la prueba contundente de lo que digo pero, nadie hace caso. Yo no hubiera querido ser ayer el empresario de dicha plaza puesto que, con un cartel de toreros de máxima expectación, poco más de dos mil personas en los tendidos, nadie sabe cómo Jorge Arellano arreglaría aquel desaguisado. La cosa es mucho más grave de lo que parece.

Si no hay gente en los tendidos, ¿de dónde tiene que pagar el empresario? Es cierto que, en este año atípico los toreros se ajustan en lo que “haya” que, en realidad, suele ser muy poco. Al parecer, con tal de torear, con el mismo Morante incluido, se conforman con lo poco que pueda haber en taquilla que, en realidad suele ser más bien poco; pero no se trata de un caso puntal como sucediera ayer en Alcalá, es ya la norma general en todas las plazas en la que, por culpa de ese toro aborregado y sin peligro, nadie quiere ver la parodia más allá de los “cuatro viciosos” capaces de tragarse la bola sin masticarla. Insisto, y lo he dicho mil veces, hasta ahora la pandemia ha tapado muchos males, cuando no haya restricciones y volvamos a la normalidad, a más de uno se le caerá el santo al suelo porque nunca más veremos más de tres mil personas en una plaza de toros, salvo Madrid y pocas más una vez entremos en la normalidad de la que hablo.

Observando el toro que aparece en la imagen comprendemos en el acto lo expuesto en el ensayo.

La premonición de Yiyo: «Pienso que un cuerno me va a arrancar el corazón»

Un día como hoy de 1985, el 30 de agosto, José Cubero moría en las astas de «Burlero» en Colmenar Viejo

La premonición de Yiyo: «Pienso que un cuerno me va a arrancar el corazón»

Rosario Pérez
ABC / Publicado el 30 de Agosto de 2019
«La muerte la llevamos en la cara todos los toreros. Pienso que un cuerno me va a arrancar el corazón. ¿Qué más da? Mejor morir de una cornada que en la M-30». La sombra de aquella premonición de José Cubero «Yiyo» en 1983 se alargó en 1985 y se extiende aún hoy a través de los tiempos como todos los mortales que se hicieron leyenda. En su irrupción, Yiyo contó en declaraciones a Radio Nacional que pensaba en la muerte cada vez que apagaba la lamparita de la mesilla de noche y la eterna soledad de los toreros.

Quiso el destino que un año después tuviese que dar muerte al toro que mató a Paquirri en Pozoblanco. «El miedo me atenazaba y me sobrepuse -confesaría más adelante-. La gente, muchas veces, no quiere ver los riesgos de la profesión de torero. Esto del toreo no es un fraude».

«Pali, este toro me ha matado»

Yiyo fue una de las grandes verdades del toreo. La de esa verdad de que los toros cogen y matan. «Pali, ese toro me ha matado». Era la voz apagada de José Cubero ante su peón de confianza tras recibir una cornada que le partió el corazón. Aquel 30 de agosto de 1985, el torero de Canillejas había cogido la sustitución de Curro Romero en Colmenar Viejo sin saber que el toro que había de matarlo «ya estaba comiendo yerba», añeja frase de miedo que se hizo trágica realidad y que ABC inmortalizó en su portada. Ocurrió en la hora final. Con templada lentitud, se tiró a matar o morir al sexto, «Burlero» de nombre, de la ganadería de Marcos Núñez. Enterró una estocada en lo alto y «Burlero», muerto en vida, lo prendió por la espalda y hundió su pitón izquierdo con letal saña. Su cuadrilla intentó arrancarle literalmente el puñal hasta que el toro lo soltó y cayó inerte a la arena. «Tenía el corazón como si lo hubiera rajado un cuchillo», dijo su apoderado.

La plaza madrileña se sobrecogió mientras las cuadrillas lo trasladaban con angustiosa celeridad a la enfermería. Estremecieron sus ojos vueltos y encalados, que emprendían rumbo al Más Allá. El percance había sido terrorífico. Los doctores apreciaron desde el callejón la extrema gravedad. Cuando El Yiyo llegó a la mesa de operaciones, no respondió a los estímulos. «Burlero» se había llevado entre sus astas la inolvidable sonrisa de Cubero —de sólo 21 años— después de realizar una faena colosal, premiada con dos orejas. La noticia corrió como la pólvora. La gente rompió en llanto desconsolado. «Me lo ha matado», dijo su padre quebrado de dolor. Negro parte de guerra: «Rotura por asta de toro, que provoca una parada cardiorrespiratoria irreversible...»

Cartel maldito

La tragedia recorrió el mundo entero. Yiyo y «Burlero» componían un fúnebre romance, como aquel que Valle-Inclán imaginó para Belmonte: «Sólo te falta morir en la plaza… Para que ni toro ni torero puedan separarse jamás». José Cubero ingresaba en el Olimpo de los dioses que entregaron su vida por un arte al que muchos son los llamados y pocos los elegidos, como reza en la Escuela de Madrid donde se formó «el príncipe del toreo», junto a Julián Maestro y Lucio Sandín. «Adiós, príncipe, adiós», tituló Antonio D'Olano una obra en su recuerdo.

El Yiyo, con geniales condiciones para auparse a la cima pese a no ser valorado lo suficiente por las empresas y con dos Puertas Grandes en Madrid, se convirtió en leyenda inmortal. Ascendía a la gloria de muchos otros toreros caídos «a las cinco en punto de la tarde»: Sánchez Mejías, Joselito, Manolete o Paquirri. Curiosamente, Cubero había pasaportado a «Avispado», el toro que mató a Francisco Rivera en Pozoblanco, con El Soro como único superviviente del llamado «cartel maldito».

Aún resuena la voz de aquel joven prodigio que tras conquistar la victoria adivinó la tragedia: «La muerte la llevamos en la cara todos los toreros. Pienso que un cuerno me va a arrancar el corazón. ¿Qué más da?» Palabra de un príncipe en la mitología taurina.

Lo clásico Jorge Arturo Díaz Reyes / por Jorge Arturo Díaz Reyes

F. Bleu (Félix Borrel)

..cronista de La Lidia; había vivido a profundidad las épocas de entre otros: Cayetano Sanz, El Tato, El Gordito, Lagartijo, Frascuelo, El Guerra, El Espartero, El Gallo (padre), Bombita, Machaquito, Pastor, Bienvenida (padre), Gaona, Joselito, Belmonte. Los vio, los analizó, los comparó, los narró...

Lo clásico

Jorge Arturo Díaz Reyes
Crónica toro, VIII 30 2021
En 1914, al tiempo con el estallido de la primera guerra mundial, el madrileño F. Bleu (Félix Borrel), publicó su libro “Antes y después del Guerra”. Hecho sordo en medio del descomunal estruendo. Sin embargo, andando el tiempo, aquel neonato ignorado se ha convertido en un clásico de la bibliografía taurina. Clásico de género, sí, cómo en fin lo son todos. ¡Y hay tantos géneros!

A sus sesenta y seis años, el autor, madrileño, rechoncho, de aspecto reflexivo, tertuliano, boticario, crítico musical, notable pintor, escritor fácil, honesto historiador, aficionado superlativo, testigo presencial (en plaza) del último medio siglo XIX y primeras dos décadas del XX, cronista de La Lidia; había vivido a profundidad las épocas de entre otros: Cayetano Sanz, El Tato, El Gordito, Lagartijo, Frascuelo, El Guerra, El Espartero, El Gallo (padre), Bombita, Machaquito, Pastor, Bienvenida (padre), Gaona, Joselito, Belmonte. Los vio, los analizó, los comparó, los narró...

Transcribo el último párrafo de la obra, el que precede la Conclusión:

“Belmonte no es más que un fenómeno con cosas de torero. Acaso algún día dé motivo para que se le proclame torero y matador fenomenal. Y que yo lo vea.”

El viejo canónico veía incierto el presente y el futuro del joven revolucionario. Mirados más de un siglo después, resultan clásicos ambos. Cada uno a su modo. Pasa. El que hoy rompe un orden para imponer otro, mañana será el orden desafiado. Pero será clásico si su imposición vence y perdura.

Pues entre las muchas acepciones de lo “clásico”, esa de la perennidad, es quizá la más válida, pese a no estar taxativamente incluida por la Real Academia de la Lengua Española. El mantener vigencia, por encima de los tiempos, las generaciones, los cambios culturales y por supuesto de las modas con sus maquinaciones mercantiles. Algo cercano al paradigma intemporal, digamos. No importa qué, quién, cómo, donde, pero siempre.

Sobre todo en el arte, campo subjetivo y convencional. El del toreo, tanto después de Belmonte, se mantiene dentro del cauce que le abrió él. ¿Erraron Bleu y su mismísimo Guerra al juzgarlo? ¿O acertaron, previendo el agotamiento emocional del belmontismo en estilismos, tancredos, norias y el toro cultivado para su derrota?

El clásico lo es también por la corriente de imitación, versiones y perversiones que abre. Borges, por ejemplo, sostenía que la decadencia del tango comenzó con Gardel. Porque dejó de ser música guerrera, épica de los bajos fondos, para derivar a canción lánguida, llorona y autocompasiva.

Bueno, ahora uno y otro son también más que centenarios paradigmas. Pero el tango clásico, que reclamaba el poeta, sigue siendo aquel pregardeliano. Ese de: “Traiga cuentos la guitarra, de cuando el fierro brillaba…”

Joxín Iriarte, a escena / por Pla Ventura


Yo admiro mucho a Joxín Iriarte como persona pero, han sido sus hechos los que me han llenado de convicciones, la feria de Azpeitia es el punto de referencia que dice todo de este hombre porque, mientras en muchos pueblos de Dios, las figuras se lo pasan en grande con el burro adormilado y sin fuerzas, Tomelloso ha sido el último ejemplo, Iriarte monta su feria con su majestad el toro, elemento fundamental para que resplandezca la fiesta con toda su verdad.


Joxín Iriarte, a escena

Pla Ventura
Toros de Lidia / 29 agosto, 2021
La reaparición de Joxín Iriarte en calidad de apoderado nos ha supuesto una bocanada de aire fresco para el alma, no en vano, en su momento, el taurino vasco demostró sus aptitudes y, lo que es mejor, sus actitudes cuando apoderó a Curro Díaz, sin lugar a dudas, la etapa más gloriosa del diestro de Linares.

Tras aquella separación Joxín quedó un poco al margen de todo y, lo que es peor, llegó la pandemia que nos arruinó a todos, hasta el punto de que, como vemos, son ya dos años sin la feria de Azpeitia, la que le ha dado relumbrón Joxín Iriarte. Parece, por lo menos así lo queremos creer, que está pasando la pandemia y para el año próximo, todos estamos llenos de ilusiones cuando retornemos a la normalidad.

Como digo, la noticia en estos días no ha sido otra que el apoderamiento de Joxín Iriarte al torero Diego Carretero que, como tantos, tras una triunfal alternativa en Alicante lo dejaron sentado en su casa como si de un delincuente se tratara. Como diría el otro, son “las cosas” del toreo en que, de la noche a la mañana, como le ocurriera a Carretero, en vez de darle paso por la consecución de su gran triunfo en Alicante le pararon en seco.

Personas cercanas a Diego Carretero nos han hecho saber que el chaval tiene ilusión para parar un barco y, lo que es mejor, como pudimos ver, un valor a prueba de bombas que, unido a su torería puede funcionar en el escalafón con una dignidad admirable. Por lo visto, son los valores que Joxín Iriarte ha visto en el chico para decidirse en su apoderamiento.

Es cierto que Iriarte es un hombre creativo, inquieto, capaz, audaz, inteligente y cabal, valores que ya ha demostrado en el toreo pese a que, en su día, alguien le calificara como inexperto. Tras conocer a Iriarte, a este hombre se le puede calificar como queramos pero, lo de inexperto me parece una falta de respeto hacia su persona, sencillamente porque lo que ha sido su trayectoria como apoderado y, lo que es mejor, lo que ha supuesto su gestión directa en la plaza de toros de Azpeitia durante tantísimos años en que, el éxito y la verdad, en aquella feria, se han dado siempre la mano, varando en el “puerto” de la filantropía más bella, sabedores todos hacia donde van a parar los beneficios de dicha feria norteña.

Comprendemos, sin necesidad de que nos lo apunte nadie, que a estas alturas de la temporada, encarando ya la recta final, Iriarte no podrá hacer muchos milagros por aquello de conseguirle más o menos contratos a Diego Carretero pero, por el contrario, estoy seguro que a ambos les alienta la esperanza hacia el año venidero en que, empezando pronto, pueden acabar muy alto.

Hombres como Joxín Iriarte siempre serán bien recibidos en el mundo del toro en que, como se sabe, hay muchos “vivos” sueltos que tanto daño le hacen a la fiesta en su conjunto. Es por ello que, la honradez, capacidad de gestión y altura de miras del apoderado vasco deben de tener el premio correspondiente.

Yo admiro mucho a Joxín Iriarte como persona pero, han sido sus hechos los que me han llenado de convicciones, la feria de Azpeitia es el punto de referencia que dice todo de este hombre porque, mientras en muchos pueblos de Dios, las figuras se lo pasan en grande con el burro adormilado y sin fuerzas, Tomelloso ha sido el último ejemplo, Iriarte monta su feria con su majestad el toro, elemento fundamental para que resplandezca la fiesta con toda su verdad. ¿Qué podemos pensar de un hombre que, como empresario es capaz de darle brillo y esplendor al toro en toda su pujanza? ¡Qué es un hombre íntegro, no cabe la menor duda!

Colmenar Viejo: Francisco de Manuel recibe la alternativa hoy lunes


Francisco de Manuel, hijo del matador de toros tachirense Manolo Fuentes, asume el grado superior en la segunda corrida de la Feria de Nuestra Señora de Los Remedios de Colmenar Viejo en cartel de auténtico lujo con toros de Núñez del Cuvillo, Morante de la Puebla de padrino y Roca Rey de testigo de la ceremonia.

Francisco de Manuel recibe la alternativa

Jesus Ramirez "El Tato"
Notiferias / Venezuela, 30 de Agosto de 2021
Hoy lunes 30 de agosto recibe la alternativa en España, el prometedor novillero madrileño Francisco de Manuel, tras importantes y triunfales actuaciones en plazas de España, Francia y México.

Francisco de Manuel con sus padres Manolo Fuentes y Virginia con ilusión a tope

Francisco de Manuel, hijo del matador de toros tachirense Manolo Fuentes, asume el grado superior en la segunda corrida de la Feria de Nuestra Señora de Los Remedios de Colmenar Viejo en cartel de auténtico lujo con toros de Núñez del Cuvillo, Morante de la Puebla de padrino y Roca Rey de testigo de la ceremonia.

Las entradas de Lucia y Emmanuel Martell, venezolanos que estarán apoyando a Francisco de Manuel en Colmenar

La de Colmenar es una feria tradicional en el calendario español que culmina el martes con una corrida de Zacarías Moreno que despacharan Diego Urdiales, Miguel Ángel Perera y Daniel Luque.

Será una alternativa de lujo que se merece el espigado novillero, que ha luchado con denuedo y triunfos convincentes en pos de esta ansiada tarde.

Manolete,!.. luz eterna del toreo / por Diego Ramos

Diego Ramos
Manolete,!.. luz eterna del toreo
4 /7/17 Córdoba , 29/ 8/ 47 Linares.
D.Ramos, verano 2021, Fr.

El pintor Diego Ramos

domingo, 29 de agosto de 2021

CUÉLLAR: Seria actuación de Cristian Escribano frente a 'Cebada Gago'

 Pase de pecho del diestro Cristian Escribano, con el segundo toro de la tarde de la ganadería de Cebada Gago. / A.M.

Mudar la piel a otro tipo de lidia

Alejandro Martín
El Adelantado/Cuéllar (Segovia)28 agosto, 2021
Seria actuación de Cristian Escribano, que corta una oreja en el envío de Cebada Gago, que tuvo dos partes, una que se dejó y otra encastada. Miguel Ángel Pacheco pasa de dejar irse un toro a pasear un trofeo

Escribano, paso firme

Serio de expresión, con cuello, tirando a astifino y montado fue el primero del lote de Escribano, que estuvo en lidiador en los primeros tercios. Lo toreó sin mirarle el hierro y como si fuera bueno. Digna faena que brindó al diestro cuellarano Javier Herrero, ausente en la feria. Actuación de más a menos en la muleta, en la quizás sobraron los excesivos molinetes de colocación en el inicio de las tandas. Oreja a una firme actuación.

Genio tuvo el quinto, pero cayó en suerte en el momento que atraviesa Escribano. Torero curtido a esperar en próximos compromisos. Llevó largo a otro toro exigente, astifino y bien proporcionado, tirando de un valor seco sin amedrentarse en ningún momento. Emborronó la faena con los aceros, que a punto estuvo de escuchar los tres avisos.

‘Glorificado’, por el pregón

Salió ‘Glorificado’ a la hora en que la Plaza Mayor de Cuéllar tenía que ser una marejada de gente y un río de vino Don Simón, colorante y Varón Dandy. La presentación de ese toro cárdeno claro fue el mejor sustituto posible del grito del pregonero cuando entona el “¡Cuellaranos, a por ellos!”. Bonito a la par que exigente, puso los pitones en la chaquetilla al segoviano Víctor Pérez tras parear con oficio. Su casta fue una lija para la muleta de Lamelas, que no consiguió hacerse con él. Cada mirada, un espejo de peligro.


El que abrió plaza, de nombre ‘Carcelero’, entró por primera vez al peto del caballo más cerca de toriles que en la querencia. Entre rejas. A poco, mejor vara fue la segunda, pero no sirvió para enderezar al toro. En la muleta se vino vertical al pecho de Lamelas, en una actuación en la que cuando lo trasteó sobre las piernas limó las asperezas que fueron la tónica predominante del comportamiento del ejemplar de Cebada Gago. Hubo dos muletazos, cuando le bajó la mano, que transmitieron de verdad al público. Tampoco le dejó entrar en la suerte suprema y su labor fue ovacionada.

Pacheco, de sainete a oreja

Bravo en el caballo fue el burraco en negro con el que se llegó al ecuador, bien presentado, astifino y con mazorca. No se dejó ganar la partida en banderillas y salió con la cara alta en la brega. Encastado dejó a un rígido Pacheco sin ideas, que estuvo por debajo de un ejemplar que si cae en otras manos posiblemente hubiera desarrollado motor. Vio dos guadañas entre sus muslos y tragó saliva al ver que no caía. Se hizo más pesado que un viaje en Blablacar.

Algo más acoplado estuvo el gaditano con el acucharado último, un toro más chico de cuartos traseros que tuvo nobleza. Fue mal picado, pero le valió a Pacheco para ganar en confianza, que después del sainete con el primero de su lote cortó una oreja. Paseó el trofeo, mientras la Banda de Música tocaba la jota del ‘A por ellos’. Sin duda, volver a escuchar a Cuéllar cantar su himno fue de lo más destacado de la tarde.

Ficha

Plaza de toros de Cuéllar (Segovia). Primera de feria.  Dos tercios del aforo total. Toros de Cebada Gago, bien presentados. El primero, el segundo y el tercero se dejaron, mientras que el resto del envío evidenció un comportamiento encastado -en líneas generales-.

Alberto Lamelas, ovación y silencio.

Cristian Escribano, oreja y silencio con dos avisos.

Miguel Ángel Pacheco, silencio con aviso y oreja.

Fotografías

MANOLETE ya se ha muerto..../ Carta a Ricardo Garía 'K-HITO'

MANOLETE ya se ha muerto...muerto está, que yo lo ví (K-HITO)

Le acompaño en el sentimiento, señor; yo, que nada soy, lo quería, lo admiraba...y también rezo por gratitud, por los varios momentos en que su arte y su majestuosidad ante el peligro hicieron comprender a mi escepticismo que la Divinidad lanza a la vida estos hombres para ejemplo y elevación de nuestra sensibilidad y como acicate de las más nobles ambiciones humanas.

Manolete Conversando con K-HITO y Bellón al regreso de su primer viaje a América

CARTA A RICARDO GARCÍA "K-HITO"
(Del libro "Manolete ya se ha muerto...)

Madrid, a 2 de septiembre de 1947
Señor don Ricardo García "K-Hito"

Caballero: Con extraordinaria avidez llevaba algunos días aguardando la llegada del martes para leer "Digame". Mi vehemente impaciencia tenía un fondo de emoción, y no se ha visto defraudada, sino confortada, satisfecha, cumplida.

Su información -como yo esperaba- de la tragedia de Linares forzosamente había de ser bella, sincera, emotiva, desinteresada; hondamente cordial, artística, humana.

He leído y conservo (y conservaré siempre) todos los periódicos y revistas publicados estos días. Pero yo pensaba: ¿Qué dirá K-Hito?... ¿Qué sentimiento verterá este hombre sobre las cuartillas?... Su suave y elegante humorismo, su fina y graciosa ironía, han de sentirse velados algún tiempo por este film siniestro y doloroso que a todos nos abruma.

Porque el público taurino de Madrid, de España, del mundo, sabe que K-Hito quería y admiraba a Manolete como anónimamente lo queríamos y admirábamos muchos millones de seres, esto es, viendo en él el artista genial y estoico y el hombre bueno, sencillo y generoso de su arte, de su fortuna y su poderío. Y pensamos: ¿Cómo sentirá K-Hito la tremenda desgracia, él, que tan caballerosamente, tan honestamente, gustó la satisfacción de ser amigo suyo? Porque al público no se le oculta, señor, quiénes son los caballeros de la pluma, casta, honrada, y quiénes tienen tarifa de adjetivos y panegíricos. Quiénes abrazan a los toreros con el corazón entristecido en las horas adversas -copartícipes de sus desaciertos- y quiénes son también los que hacen acto de presencia a la hora de la risa o del reparto.

Manolete, gran intuitivo y gran observador, conocía a los hombres, -valga el símil- como a los toros. Sabía quiénes podían colaborar en su triunfo con su amistad, con su afecto, con su admiración, y quiénes también podían herirle de una cornada de traición. Manolete sabía esto...y mucha gente también.

Yo soy aficionado a nuestra fiesta y leo entre líneas los periódicos. Y como yo mucha gente. Ya a la fruición, al deleite, al bienestar que experimento leyendo sus trabajos, sus juicios certeros, serenos, limpios de biliosas tendencias, me veo forzado a oponer esas ampulosas y falsas crónicas, desaforadas, hiperbólicas, que no tienen siquiera la habilidad de ocultar el móvil que las inspira.

Esta inmensa desgracia, caballero K-Hito, tiene la virtud de obligar a todos a hacer examen de conciencia. A pensar unos minutos cono el corazón, fijando la vista en el cuerpo yacente de Manolete. Algunos no podrán resistir la prueba; otros -usted uno de ellos- podrán sentir la satisfacción de tener autoridad para rezarle y para llorar por él sin miedo a ofenderlo.

Le acompaño en el sentimiento, señor; yo, que nada soy, lo quería, lo admiraba...y también rezo por gratitud, por los varios momentos en que su arte y su majestuosidad ante el peligro hicieron comprender a mi escepticismo que la Divinidad lanza a la vida estos hombres para ejemplo y elevación de nuestra sensibilidad y como acicate de las más nobles ambiciones humanas.

¡Que Dios lo haya perdonado! Y a usted, caballero escritor, honorable taurino, después de sumarme a su tremendo dolor, le envío mi más emocionada felicitación -aunque le parezca brutal paradoja- , porque usted no sentirá por las noches el resquemor de una mala conducta, de una depresiva atricción.

Ha muerto el Monstruo, feliz y cariñoso adjetivo debido a vuestro preclaro ingenio. Apodo que encierra el poema de vuestra lealtad y cariño al torero.

También mi más sentido pésame a Camará. ¡Cómo estará ese hombre! Odre, hermano, compañero y valedor del inmenso artista. Sírvale de consuelo el que hay mucha gente que lo admira y estima por su ardua labor, por su lucha esforzada y constante, por su hombría inteligente y viril al lado de siempre de quien no podía defenderse de tanta miseria, de tanta vileza como le rodeaba queriendo marchitar su gloria.

De los pobres que contaban cada día el dinero de Manolete, sin valorar lo que hacía, y lo que se jugaba...¡Miserables!

Perdón, señor, si la vehemencia de esta carta ruboriza y entristece vuestra natural sencillez; pero en estos días no acertaría a expresame en forma más serena y ponderada.

Acepte un afectuoso saludo de su anónimo admirador y amigo,

UNO CUALQUIERA.




Lo cortés no quita lo valiente… / por Antolín Castro

 Un torero madrileño, de ese mismo nombre, Javier Cortés, ha puesto de manifiesto que lo de valiente va mucho más lejos de lo que conocíamos o nos esperábamos.

Lo cortés no quita lo valiente…

Antolín Castro
Madrid,  29 Agosto 2021
El refrán, escrito con minúsculas, no nos dirá mucho, pero si le ponemos Cortés con mayúscula, seguro que nos suena a otra cosa.

Y es que en este fin de semana hemos tenido la oportunidad de saber que lo Javier Cortés no solo no quita lo valiente, sino que lo eleva sustancialmente.

Un torero madrileño, de ese mismo nombre, Javier Cortés, ha puesto de manifiesto que lo de valiente va mucho más lejos de lo que conocíamos o nos esperábamos.

Fuertemente herido en el glúteo el viernes en Linares, no dudó en pedir el alta médica voluntaria en el hospital, el mismo sábado por la mañana, para poder desplazarse a Madrid y cumplir con el compromiso que tenía en Alcalá de Henares esa misma tarde.

No es nada baladí el gesto de ponerse en pie, y tras ver que se sostenía, desear ponerse en marcha camino de Madrid para poder torear de nuevo. Dejar a un lado los dolores, de unas heridas todavía sangrantes, y las molestias que supone la zona lacerada, para dar rienda suelta a sus ilusiones toreras por encima del percance sufrido, es muy de valorar.

Pero siendo todo eso importante, una valentía más allá de la que se le ha de suponer a un torero, se hace más de valorar si el compromiso que le espera es enfrentarse a un encierro de Victorino Martín, nada que ver con una escogida y cómoda corrida de Domecq.

Es muy cierto que Javier Cortés es un torero curtido por los percances y la dura lucha para abrirse paso, con pérdida de la visión de un ojo recientemente, y que en su cabeza, el verse anunciado días seguidos, es algo que le sonaba a gloria celestial. Por fin se veía anunciado como las figuras, con compromisos a diario.

No era plan dejar pasar dicha oportunidad. Si la mente de los toreros funciona de forma diferente al resto de los mortales, aquí Javier se encontraba con el sueño de su carrera, torear seguido. ¡Cómo para dejarlo escapar!

Se puso en pie, realizó el incómodo viaje después, se vistió de luces haciendo de tripas corazón al rozarse los puntos con el vestido de torear, trenzó el paseíllo pensando más en la suerte que tenía de verse allí pisando la arena que en el dolor a superar y se dispuso a cambiar el capote de paseo por el de torear.

Recibió una ovación de quienes conocían de su heroicidad, lidió y mató sus toros con absoluta solvencia, además de lucimiento, y paseó un trofeo que pudieron ser dos de no haber fallado con el acero en su segundo.

Y cuando el dolor hizo de nuevo presa en sus carnes tras el esfuerzo, recordó que el domingo tenía otro compromiso en Colmenar Viejo y que volvía a ser feliz por poder sumar un tercer paseíllo seguido. El sueño de cualquier torero, torear a diario, se podía cumplir.

Javier Cortés es valiente, no hay duda. También sabemos que es un torero cabal y, además, hoy sabemos, que esa cortesía que emana de su apellido es la que nos ha mostrado a todos los aficionados dándonos un ejemplo de respeto y superación.

Torero: Que la tarde de Colmenar culmine con total éxito tu generosidad.



Carta abierta al presidente de México sobre aztecas y entrañas humanas / por Marcelo Gullo

El presidente de México se refirió con desdén a la idea que el historiador argentino Marcelo Gullo expresa en su libro "Madre Patria": España, junto con la mayoría de los indígenas, liberó a Mesoamérica de la opresión azteca. Lo mismo, por lo demás, cabe decir de la opresión inca.

Carta abierta al presidente de México sobre aztecas y entrañas humanas

Marcelo Gullo
El Manifiesto / 27 de agosto de 2021
Estimado señor presidente de la República de México don Andrés Manuel López Obrador. El pasado 13 de agosto, en ocasión de cumplirse el 500.º aniversario de la liberación –para usted, caída– de Tenochtitlán, citó textualmente, sin nombrarme, un párrafo de la entrevista que el diario ELMUNDO tuvo a bien realizarme el viernes 23 de julio a raíz de la publicación en España de mi libro Madre Patria. Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán.

En su discurso usted afirmó: «Hay asuntos que deben aclararse en la medida de lo posible. Por ejemplo, hace unos días un escritor promonárquico de nuestro continente afirmaba que España no conquistó a América, sino que España liberó a América, pues Hernán Cortés, cito textualmente, “aglutinó a 110 naciones mexicanas que vivían oprimidas por la tiranía antropófaga de los aztecas y que lucharon con él”». Usted también me acusó sin ningún tipo de pruebas –y sin haberse tomado siquiera la molestia de ojear mis antecedentes académicos o de recabar información sobre mi trayectoria política antimperialista– de ser un representante del pensamiento colonialista.

Coincidiendo con su apreciación de que hay asuntos que deben aclararse quisiera recordarle que, como afirma el arqueólogo mexicano Alfonso Caso, quien fuera rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, «el sacrificio humano era esencial en la religión azteca». Es por ese motivo por lo que en 1487, para festejar la finalización de la construcción del gran templo de Tenochtitlán –del cual usted, el pasado 13 de agosto, inauguró una maqueta monumental– las víctimas del sacrificio formaban cuatro filas que se extendieron a lo largo de la calzada que unía las islas de Tenochtitlán. Se calcula que en esos cuatro días de festejo los aztecas asesinaron entre 20.000 y 24.000 personas.

Sin embargo Williams Prescott, poco sospechoso de hispanismo, da una cifra más escalofriante. «Cuando en 1486 se dedicó el gran templo de México a Huitzilopochtli, los sacrificios duraron varios días y perecieron 70.000 víctimas». Juan Zorrilla de San Martín en su libro Historia de América relata que «cuando llevaban los niños a matar, si lloraban y echaban lágrimas, más alegrábanse los que los llevaban porque tomaban pronósticos que habían de tener muchas aguas en aquel año».

«El número de las víctimas sacrificadas por año», tiene que reconocer Prescott, uno de los historiadores más críticos de la conquista española y uno de los más fervientes defensores de la civilización azteca, «era inmenso. Casi ningún autor lo computa en menos de 20.000 cada año, y aún hay alguno que lo hace subir hasta 150.000». Marvin Harris en su famosa obra Caníbales y reyes relata:

«Los prisioneros de guerra, que ascendían por los escalones de las pirámides, [...] eran cogidos por cuatro sacerdotes, extendidos boca arriba sobre el altar de piedra y abiertos de un lado a otro del pecho con un cuchillo [...]. Después, el corazón de la víctima –generalmente descrito como todavía palpitante– era arrancado [...]. El cuerpo bajaba rodando los escalones de la pirámide.».

¿Dónde eran llevados los cuerpos de los cientos de seres humanos a los cuales, en lo alto de las pirámides, se les había arrancado el corazón? 

¿Qué pasaba luego con el cuerpo de la víctima? ¿Qué destino tenían los cuerpos que día a día eran sacrificados a los dioses? Al respecto, Michael Hamer que, ha analizado esta cuestión con más inteligencia y denuedo que el resto de los especialistas, afirma que «en realidad no existe ningún misterio con respecto a lo que ocurría con los cadáveres, ya que todos los relatos de los testigos oculares coinciden en líneas generales: las víctimas eran comidas».

Los numerosos trabajos científicos –tesis doctorales, libros publicados por prestigiosos académicos de fama mundial– con los que contamos hoy no dejan lugar a dudas de que en Mesoamérica había una nación opresora, la azteca, y cientos de naciones oprimidas, a las que los aztecas no sólo les arrebataban sus materias primas –tal como han hecho todos los imperialismos a lo largo de la historia–, sino que les arrebataban a sus hijos, a sus hermanos... para sacrificarlos en sus templos y, luego, repartir los cuerpos descuartizados de las víctimas en sus carnicerías, como si fuesen chuletas de cerdo o muslos de pollo para que esos seres humanos descuartizados sirvieran de sustancioso alimento a la población azteca.

La nobleza se reservaba los muslos, y las entrañas se dejaban al populacho. Las evidencias científicas con las que contamos hoy no dejan lugar a dudas. Era tal la cantidad de sacrificios humanos realizados entre los pueblos esclavizados por los aztecas que con las calaveras construían las paredes de sus edificios y templos.

Es por eso por lo que, el 13 de agosto de 1521, los pueblos indios de Mesoamérica festejaron la caída de Tenochtitlan. Como usted, señor presidente, tuvo que reconocer en su discurso, a regañadientes y entre líneas, es materialmente imposible que, con apenas 300 hombres, cuatro arcabuces viejos y algunos caballos, Hernán Cortés pudiera derrotar al ejército de Moctezuma integrado por 300.000 soldados disciplinados y valientes. Hubiese sido imposible, aunque los 300 españoles hubiesen tenido fusiles automáticos como los que hoy usa el Ejército español.

Miles de indios de las naciones oprimidas lucharon, junto a Cortés, contra los aztecas. Por eso, su compatriota José Vasconcelos afirma que «la conquista la hicieron los indios».

¿Y que aconteció después de la conquista, después de esas primeras horas de sangre, dolor y muerte? Todo lo contrario de lo que usted afirma. España fundió su sangre con la de los vencidos y con la de los liberados. Y recordemos que, fueron más los liberados que los vencidos. México se llenó de hospitales, colegios bilingües y universidades. España envió a América a sus mejores profesores, y la mejor educación fue dirigida hacia los indios y los mestizos. Permítame recordarle, señor presidente, que los libertadores españoles –perdón: los conquistadores– fueron tan respetuosos de la cultura de los mal llamados pueblos originarios que en 1571 se editó en México el primer libro de gramática de lengua nahualt, es decir, 15 años antes de que en Gran Bretaña se publicara el primer libro de gramática de lengua inglesa. Todos los datos demuestran que, al momento de su independencia de España, México era mucho más rico y poderoso que los Estados Unidos.

Una idea para el presidente mexicano

Perdóneme usted, señor presidente, que me vaya un poco por las ramas, pero quisiera sugerirle, con todo respeto, que el próximo 2 de febrero, cuando se cumpla un nuevo aniversario del ignominioso tratado de Guadalupe Hidalgopor el cual los Estados Unidos arrebataron a México 2.378.539 kilómetros cuadrados de su territorio– usted realice un gran acto como el que organizó para el 13 de agosto. Me permito sugerirle también que, para realzar el mismo, invite al presidente de los Estados Unidos Joseph Biden, y en un gran discurso, cuando esté ante el presidente estadounidense, le exija que pida perdón al pueblo mexicano por haberle robado Texas, California, Nuevo México, Nevada, Utah, Colorado y Arizona, tierras que fueron indiscutiblemente parte de México.

Por último, estimado presidente, quisiera contarle que, como desde niño siempre me he sentido ligado sentimentalmente a los pueblos oprimidos –quizás por haber nacido en un hogar humilde de la ciudad de Rosario en la República Argentina–, si pudiese viajar en el túnel del tiempo, una y mil veces, me sumaría a los apenas 300 soldados de Hernán Cortés que, con el coraje más grande que conoce la Historia, liberaron a los indios de México del imperialismo antropófago de los azteca.

Còrdoba: Recuerdo a "Manolete" de La Tertulia Taurina El Castoreño en el aniversario de su muerte


RECUERDO PARA MANOLETE DE LA TERTULIA TAURINA "EL CASTOREÑO" DEL REAL CIRCULO DE LA AMISTAD DE CORDOBA EL ANIVERSARIO DE SU MUERTE

La figura de Manolete es mucho más que la de un torero que se agiganta con el paso de los años. Manolete no es un sujeto de admiración, sino de devoción. Manolete no tiene partidarios, sino devotos. Esa religión, por serlo, es compatible con ser partidario de otros toreros, porque las religiones no son cuestiones de razonar, sino de creer. La principal demostración de ello es que son los propios toreros los que mas enaltecen su figura. 

Un torero tan opuesto a Manolete tanto el fondo como en la forma como Rafael de Paula, el Arcángel de los Calés, ha dejado para la historia la siguiente definición del Califa cordobés : "Para que salga otro como el, tendría que aparecerse Jesucristo en el Cementerio de San Rafael (sic; esa fue la frase) y decirle:

"¡Manolete...
levántate y anda!"

Frase que cobra actualidad porque a la Fiesta de los Toros solo la salvaría un milagro.

La Tertulia Taurina El Castoreño se adhiere a las conmemoraciones por la muerte del Califa celebradas ante su mausoleo en el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud organizadas por la Tertulia "La Montera", y ante su monumento de Santa Marina, y por La Casa de Jaén en Córdoba con la colaboración de amigos del barrio.

Jose María Portillo Fabra
Presidente de la Tertulia
Córdoba, 28 de Agosto de 2021

GRACIA DE TRIANA CANTA A MANOLETE