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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 22 de agosto de 2015

La saga asesina y criminal de la familia de Pablo Iglesias / por Herman Tertsch




  • El padre de Pablo Iglesias fue militante de la organizacion terrorista FRAP. 
  • El abuelo no fue condenado por ser miembro de un tribunal militar ni por ser un oficial del Ejército Republicano, como difunde su nieto Pablo, sino por ser miembro de una banda de milicianos que, en el otoño de 1936, se dedico en Madrid a realizar “sacas”.
  • Y del propio líder de Podemos, Pablo Iglesias, se conoce ya su trayectoria lo suficientemente bien, como para descartar que en algún momento haya tenido inquietudes políticas, intelectuales o espirituales mas allá de la simple disciplina ideológica comunista.

La saga asesina y criminal de la familia de Pablo Iglesias 

Herman Tertsch 
Por su trascendencia política y su indiscutible actualidad, traigo a mi biblioteca virtual este fragmento del completisimo libro del periodista Del Valle Lersundi, Hermann Tertsch, que aparece relatado en el pasage llamado “del oportunismo y la impostura”. Un libro de consulta imprescindible El relato no puede ser mas sobrecogedor:

“Al abuelo de Iglesias le paso algo parecido que al abuelo Lozano de Zapatero: fue condenado a muerte por el bando franquista. Con una diferencia muy irnportante, ante todo para él: que su sentencia no fue ejecutada; Al contrario; la trayectoria del abuelo de Iglesias demuestra que, en plena posguerra del franquismo podían ocurrir ya entonces en la justicia española cosas muy peculiares. E igual que muchos inocentes, a veces por pura casualidad o fatalidad, acabaron sus días en el paredón, muchos culpables se escaparon del mismo y tuvieron una suerte inmensa para una segunda oportunidad, bajo el franquismo. Como este abuelo. 

Porque Manuel Iglesias Ramirez, de Villafranca de los Barros, no fue condenado por ser miembro de un tribunal militar ni por ser un oficial del Ejército Republicano, como difunde su nieto Pablo, sino por ser miembro de una banda de milicianos que, en el otoño de 1936, se dedico en Madrid a realizar “sacas”, que es como se dio en llamar a la caza de “enemigos de clase” o “fascistas”, habitualmente civiles detenidos irregularmente por grupos de milicianos para ser torturados, encarcelados o asesinados. Lo Llamaban también, mas oficialmente, ejecuciones extrajudiciales. 

Quedo probado y le costo la pena de muerte al abuelo de Pablo Iglesias, el hecto de haber ido el 7 de noviembre a la cabeza de una brigada a la casa madrileña de los marqueses de San Fernando, que eran también de Villafranca. Allí, el grupo de milicianos pregunto por los marqueses. Fue él quien los identificó para llevarse a Joaquin Dorado y Rodriguez de Campomanes, marqués de San Fernando, y a su cuñado, Pedro Ceballos. Fueron trasladados a la checa de la Calle Serrano 43 y en las horas posteriores fusilados en la Pradera de San Isidro. 

Con el abuelo del líder de Podemos no iban ni policías ni militares, sino personajes tan poco marciales Como Manuel Carreiro el Chaparro, Jesus Yuste el Cojo de los Molletes, Antonio Delgado el Homachego y otros dos milicianos de los que solamente se conoce el apodo: el Vinagre y el Ojo de Perdiz. 

El abuelo había participado en diversas acciones contra guardias civiles después fusilados y contra derechistas y católicos también muertos y heridos. Por todo ello fue condenado a muerte. 

Pero el franquismo, Franco en persona, según consta por la firma, conmuto aquella pena de muerte por una cadena perpetua. Y esa condena de por vida se convirtió al final en solo cinco años, que es lo unico que cumplio por sus crimenes. Pero ademas, como a Zapatero, también a Iglesias le encanta, ademas de restar hechos, añadir literatura a las peripecias del abuelo. Y eso de que “sufrió la atenta mirada de la dictadura” debería formularse de otra forma. Porque de hecho. nada mas salir de la cárcel, el condenado a muerte cinco años antes tuvo el inmenso privilegio en aquellos años de miseria de ser colocado en el Ministerio de Trabajo, en la División de Seguro Obligatorio de Enfermedad. Y gracias a este espléndido trabajo de plena seguridad en el corazon de la burocracia oficial del régimen franquista, dio estudios universitarios a sus seis hijos. Lo extraño en esta trayectoria es que no culminara en una familia que, por gratitud, se obstinara por mantenerse leal en el bunker franquista. Que no fue asi lo confirma el hecho de que el padre de Pablo Iglesias fuera militante de la organizacion terrorista FRAP y del propio líder de Podemos se conoce ya su trayectoria lo suficientemente bien, como para descartar que en algún momento haya tenido inquietudes políticas, intelectuales o espirituales mas allá de la simple disciplina ideológica comunista.

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