Tres cincuentenarios
-Recuerdos de medio siglo-
-Recuerdos de medio siglo-
Por Benjamín Bentura Remacha
Zaragoza, 3 de Mayo de 2011.-
Este mayo es para el recuerdo porque se celebran tres cincuentenarios importantes para la Historia de la Tauromaquia. Primero el de la alternativa de Santiago Martín "El Viti" como componente del gran triunvirato de una época fundamental de esa Historia con mayúscula: Puerta, Camino y "El Viti". Este último tuvo que esforzarse más que sus compañeros porque era un torero castellano y, además, llegaba a la alternativa con una importante minusvalía en su brazo izquierdo. Lo bueno fue que fundamentó su superación en el cruzarse mucho al pitón contrario y disminuir la circunferencia del desarrollo de sus muletazos al natural y aplicó la fórmula a su toreo con la derecha para alcanzar su calificación de torero escueto y poderoso, sobrio y profundo. La publicidad se basaba en sus iniciales mayestáticas, S. M., y "el Rey de Espadas". Sin embargo, el de Vitigudino se otorgaba calificación de notable con capote y muleta y un simple aprobado con la espada. El sobresaliente se lo aplicaba a Rafael Ortega y a su compañero de tantas tardes, Paco Camino. Yo "el cum laude" se lo concedo al de la Isla de San Fernando porque, a pesar de que lo cogieran los toros, nunca sufrió tal accidente en la ejecución de la estocada. Por lo contrario, el "Niño Sabio de Camas" no tiene un átomo de piel en el muslo de su pierna derecha por dejarsela en los pitones de los toros al hacer la cruz y ganar al diablo. Hasta la Extremaunción.
El otro aniversario es el del suicidio de Hemingway, al que tenemos muchas cosas que agradecer y pocas descalificaciones, alguna de ellas nacidas en la impericia taurina de una de sus traductoras. Pero los escritos de don Ernesto desde que en los años 20 vio su primera corrida en Madrid han invitado a España a muchos de sus compatriotas y algunos millones más de los que han leído sus libros. En nuestro afán de desmitificarlo todo, se ha llegado a asegurar que don Ernesto no tenía ni idea de lo que era nuestra fiesta y más desde que criticó el estilo de torear de "Manolete" o defendió a Antonio Ordóñez frente a Luis Miguel. Hemingway tenía motivos sentimentales para ponerse al lado del hijo de "El Niño de la Palma" porque Cayetano había sido el protagonista de su primera novela taurina, "Fiesta". Antes había publicado unos cuantos cuentos con el pretexto del toro como argumento y seguía el jolgorio sanferminero con tal entusiasmo que a la entrada de la plaza de toros hay una mole de granito como jersey marinero sobre el que emerge el busto barbudo del cronista aventurero.
El tercer aniversario cincuentón es el de la muerte de Gary Cooper. No creo que tenga que explicar quién fue en el cine Gary Cooper. Si puedo recordar que era amigo de Hemingway, Picasso y Luis Miguel y que admiró a los toreros cuando vino a España y participó en una fiesta campera en la provincia de Toledo y hasta toreó al alimón. Hizo una película con Sara Montiel, "Veracruz", y aseguraba que no podía acercarse a la manchega porque "no utilizaba champú y su peluquero le añadía aceite de oliva al pelo cada vez que la peinaba". Bueno, una anécdota. La otra es que en este mes también se cumplen los 50 años de la fundación de "Fiesta Española", que yo dí a la luz porque por aquellos años era difícil entrar en un medio de comunicación diario si no era previa aportación pecunaria. Nacía "Fiesta Española" para erradicar el sobre y en lucha con la Iglesia (Dígamé) y el Gobierno (El Ruedo), dura pelea en la que superviví durante unos cuantos años y en la que vinieron al mundo taurino Vicente Zabala, Joaquín Jesús Gordillo, Herrero Mingorance, López Barrios, el cartero de Manolo Vázquez, Maria Pilar Fernández y Manolo Molés Usó, que, en principio, sus afanes periodísticos, de la mano de Encarnita López Molina, estaban puestos en el Teatro. Fenicio desde su cuna de Alquerías del Niño Perdido. Encontró su camino. Yo mme quedé sentado en la puerta de mi casa.
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