Museo Taurino Municipal de Córdoba en Junio de 2008
Sigue cerrado por reformas, desde el verano de 2005
- El Museo Taurino Municipal se encuentra en la Plaza de Maimónides. Situado en la llamada Casa de las Bulas, del siglo XVI, el museo se fundó en 1983.
Crece el temor entre los aficionados sobre el futuro del Museo cordobés y crece la sospecha sobre el nefasto proyecto de la empresa catalana Kultura Ideas y Estrategias Para el Patrimonio SL de haber desnaturalizado el sentido taurino y histórico de Córdoba. Razón por la cual el Ayuntamiento se esfuerza en ocultar el penoso resultado y de callar ante el despilfarro del presupuesto empleado
Junio de 2005...¡de 10 meses a 8 años......!
- El Ayuntamiento comunicó el pasado mes de abril que El Museo Taurino dilata su apertura hasta el otoño por trámites administrativos....¿..?
- La Junta de Gobierno Local aprobó una nueva adjudicación -dice que definitiva- del equipamiento a la empresa Dragados, que rebaja el plazo de ejecución de siete meses y medio a cinco.- CLICK
Museo taurino: más preocupación
Rafael Alonso
Tertulia Taurina Tercio de Quites, de Córdoba
Hace casi dos meses que la Tertulia Tercio de Quites hizo pública a través del Diario CORDOBA su preocupación por el estado del Museo Taurino, más concretamente por el cuándo abriría sus puertas tras ocho años de remodelación y por el cómo lo hallaríamos.
Movidos por esta preocupación y convencidos de lo que significa este museo para la ciudad, solicitamos al señor alcalde información al respecto y autorización para conocer el proyecto museológico elaborado por la empresa Kultura Ideas y Estrategias para el Patrimonio. El alcalde nos remitió al concejal de Cultura y éste --de modo amable y eficaz-- al director general del área correspondiente. A todos agradecemos su disponibilidad, facilidades y cortesía para complacer nuestra petición.
Una comisión de la Tertulia Tercio de Quites fue recibida por el aludido responsable de Cultura, quien de modo correcto, preciso, ilustrado y profesional nos presentó a grandes rasgos las características del proyecto, al tiempo que pasaba las páginas de una edición abreviada del mismo. Agradecemos el tiempo que nos dedicó y la información que nos transmitió, aunque lamentamos que nos negase rotundamente la posibilidad de conocer el proyecto en su totalidad.
El resultado de la entrevista, y es lo que ahora queremos transmitir a la opinión pública, es: más preocupación. Y esto lo decimos ahora que tenemos información. Es una preocupación racional basada en el conocimiento, que supera y coincide con nuestro temor inicial basado en la percepción.
Tres conclusiones básicas sacamos de la entrevista, las cuales son exponentes del proceso seguido, de la situación actual y del peligro que se cierne sobre el propio museo. A saber:
- la primera es que el proyecto museológico que encargó en su día la anterior Corporación municipal está cerrado, es inamovible y que se ejecutará así, tal y como lo ha heredado la actual Corporación de la anterior.
- La segunda es que en la redacción del proyecto ni antes, ni en medio, ni después ha habido la más elemental participación ciudadana, audiencia o información pública --que no es necesaria, pero sí conveniente-- y que se ha asumido sin más el proyecto presentado por la empresa adjudicataria.
- La tercera es que el museo resultante supone una simplificación de tal calibre que compromete la identidad del museo, que va acompañada de una generalización conceptual que difumina la riqueza de sus fondos y la amplitud de su contenido y lo convierte en un parque temático susceptible de ser ubicado en cualquier ciudad del mundo, no ya de España ni, incluso, del rincón menos taurino de la geografía española.
Estamos convencidos de que el Museo Taurino de Córdoba podría ser único en el mundo por la calidad, cantidad y diversidad de sus fondos, por el valor arquitectónico del edificio, por el valor urbanístico del entorno, etcétera. Y también único en el sentido de que no podría ubicarse en otra ciudad que no fuese Córdoba por el significado de nuestra ciudad en la cultura taurina, en la historia de la tauromaquia, por la aportación cordobesa a la fiesta y, si se quiere, a los orígenes de la misma antes de la conquista cristiana. Es más, Córdoba necesita ese museo como activo y dinamizador cultural, como un bien patrimonial que coadyuve a la generación de renta a través del turismo.
Pero estamos convencidos de lo contrario, de que una vez más esta ciudad volverá a perder la oportunidad de conseguir algo por lo que clama, que pasará la ocasión con el cómplice silencio de los discretos --¡qué bien nos conocía Pío Baroja!-- y luego, al cabo del tiempo, ya consumado el despropósito, vendrá el lamento en las tabernas, el discurso inculpatorio hacia los demás envuelto en el rancio celofán del senequismo, o sea, la protesta entre labios cuando ya sabemos que no vale para nada.
Y en otro orden de cosas, cabe preguntarse si ¿han reparado las autoridades que encargaron y asumieron el proyecto de Museo Taurino y las que lo van a ejecutar que muchos de los fondos del mismo lo son en concepto de depósito o de donación, y que, en consecuencia, aquella se halla sometida a las condiciones contenidas en el acta correspondiente --firmada por los cedentes y el alcalde recipiendario-- y que la reformulación museográfica puede alterar o dejar sin efecto?
En definitiva, más preocupación.
Pese a todo, desde la Tertulia Tercio de Quites aún confiamos en la sensibilidad y el compromiso de los actores y de la ciudadanía en general para lograr el museo que esta ciudad merece y puede tener, e invitamos a participar en pos de su consecución de modo leal, sincero y positivo. Nuestro papel y función, no son otros.
El Museo cerrado
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