Un genio
NOCHE MÁGICA EN HERRERA CON UNA LECCIÓN TREMENDA DE MAGISTERIO POR PARTE DE ANTONIO FERRERA. DÍA Y TOREO DE LOS QUE QUEDAN PARA SIEMPRE EN LA MEMORIA. GINÉS SIGUE CRECIENDO. La noche, la música, la inspiración crearon un ambiente mágico, torero.
La noche mágica de Antonio Ferrera
POR JAIME / Fotos: Alfredo Sevillano
Patrimonio Taurino - 15 de Agosto de 2017
La noche de ayer Herrera del Duque vivió un festejo inolvidable. Antonio Ferrera dio una auténtica lección de magisterio que ya ha quedado en la historia. Podremos hablar de la categoría de la plaza -tercera-, de la presencia del ganado -la típica en estos cosos- y de lo que queramos pero lo que hizo el pacense está en manos de unos pocos, PRIMOROSO.
Media plaza en los tendidos como consecuencia de una política de precios más que discutible (42 euros de entrada general) para un festejo que merecía un rotundo “no hay billetes”. Las reses de José Luis Iniesta tuvieron clase salvo el segundo pero con una falta de fuerzas que suplieron los espadas. El quinto fue indultado por Antonio Ferrera, literalmente.
Antonio Ferrera recibió con cadenciosas verónicas al primero. La plaza rugió al ver que el diestro había declarado a la noche como un homenaje a sí mismo y al toreo. El de Iniesta flojeó pero el torero lo fue aposentando en una lección de distancias, tiempos y alturas. El temple innato del genio fue obrando el milagro hasta lograr pases que solo el vio pero que todos celebramos. La estocada dejó todo en OREJA.
En el tercero dio un paso más en una obra sensacional. Recibió a la verónica las furiosas arrancadas del animal haciendo rugir a Herrera. En el segundo tercio compartió los palos con Montoliú. En la muleta llegó la absoluta oda a la inspiración, fantástico. De nuevo volvió a dar una lección de alturas para ir haciendo al animal. Los naturales se sucedieron de forma torerísima al igual que derechazos profundos y remates que solo estaban en su cabeza. La magnífica banda de música creó el ambiente para que se fusionaran ambos en un conjunto en el que el torero dominó la escena toreando sobre los compases de la música. Mágico fue el conjunto mal rematado con la espada. OREJA.
En el quinto llegó la locura. Música, toro y torero crearon un ambiente de ensueño en el que fluía el más bello de los artes. Antonio toreó para él, para sus sentimientos y para dejar claro que es un FIGURÓN DEL TOREO. El público se sumergió en una obra que es difícil describir con naturales por ambas manos eternos y molinetes arrebatados preñados de inspiración. La locura fue derivando en la petición de indulto ante un toro que fue un buen acompañante en la obra y que se benefició del genio. Indulto y una hora para su vuelta a toriles. El indulto fue mera consecuencia de premiar al coleta con todo, la felicidad no tiene precio. DOS OREJAS Y RABO SIMBÓLICAS.
Ginés Marín tuvo que hacer frente a la inspiración de su compañero y a un primer toro flojo con complicaciones. La disposición del extremeño fue valorada con OVACIÓN tras marrar con el verduguillo.
En el cuarto, tras el alboroto de Ferrera, puso ganas y un bello toreo de capa. En la muleta dio pases de diversa factura pero sin olvidarse del buen corte que atesora. Las dos orejas sonaron exageradas. DOS OREJAS.
Tras la odisea de quinto salió un toro flojo con el que estuvo a buen nivel dejando pasajes de interés que le valieron DOS OREJAS, la segunda poco pedida.
NOCHE MÁGICA EN HERRERA CON UNA LECCIÓN TREMENDA DE MAGISTERIO POR PARTE DE ANTONIO FERRERA. DÍA Y TOREO DE LOS QUE QUEDAN PARA SIEMPRE EN LA MEMORIA. GINÉS SIGUE CRECIENDO. La noche, la música, la inspiración crearon un ambiente mágico, torero.
La tarde de Melilla puede ser… !QUÉ LEJOS ESTÁ MELILLA!
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