El presidente del Partido Popular elogia su “discurso sosegado, pero contundente” a la hora de enfrentarse al radicalismo en el País Vasco, “donde era difícil ondear la bandera del PP”
Borja Sémper: “El futuro en Euskadi se tiene que construir con Bildu”
Unas breves líneas al hilo de Borja Sémper:
La banalización del mal, el terror anestesia las conciencias y germinan los yerbajos, perfiles psicopáticos bajo ropaje de normalidad; “algo habrá hecho!”; a quien le suena?!.
La cobardía destruye conciencias y transforma seres humanos en piltrafas, desechos de tienta de la humanidad. Y las victimas?, bueno, a alguien le tiene que tocar susurran algunos, daños colaterales de….la revolución marxista leninista?!, el proletariado! o que dios, bandera, ideología ò cosa puede cobijar la extorsión y el crimen?!.
Sin duda las victimas, agraciadas por la lotería del terror, conviven con la guadaña del dolor estigmatizadas y en silencio; tan ignoradas como preñadas de medallas de baratillo y trufadas de palabras vanas, homenajes e hipocresía de todo pelaje-incluido ministerial-, inútiles placebos que no mitigan para nada la mala conciencia de todos nosotros; eso si, les negamos el único alimento que repara vidas quebradas y la desmesura del sufrimiento absurdo, Justicia, así, sin más.
Seguimos, el mal?!, el que vuelca la bala en nuca ajena es peor que el que lo justifica?, parece que no, una vida segada y misma ignominia, misma mierda y de postre los declaramos hombres de paz, difícil que la Nación salga adelante con estos mimbres dudoso, la cobardía no figura entre las epopeyas de individuos y Naciones.
Para cerrar estas líneas, es ilustrativo releer la obra de Arendt sobre el carnicero Eichmann; sorprendería la mediocridad inane de monstruos como este, añadimos a Himmler, Stalin y otras cumbres del genocidio; pregunta, que monstruo se esconde agazapado en una forma humana?, hay algo en un terrorista que lo conecte con la conciencia o el genero humano; basta recordar el aforismo, “si el mal no existe, el demonio tampoco, la prueba es que hasta el mismo diablo niega su existencia”.
En cualquier caso los demonios y los peores somos todos nosotros, cuando dejamos huérfanas a las victimas y blanqueamos el terror, escondiéndolo bajo la alfombra de nuestra indignidad, abyección y miedo, camino seguro hacia la autodestrucción de la Nación y lo que sigue...
Julio Martínez Moreno
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