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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 21 de enero de 2023

¿Qué cuento queréis escuchar, niños? ¿El del monstruo Vinicius o preferís la verdad?


 "...En este país somos así. Somos capaces de culpar a la víctima. Cogemos el instante en el que Vinicius está discutiendo y con esto nos basta para juzgarle, sin saber qué ha pasado para que esté enfadado con un contrario o el entrenador rival. ¿El cuchillo ensangrentado en la mano? ¡Culpable!..."

¿Qué cuento queréis escuchar, niños? ¿El del monstruo Vinicius o preferís la verdad?

-¿Le insultan? Culpa de Vinicius. ¿Le pegan? Culpa de Vinicius. ¿Pelea entre Reina y Vinicius? Culpa de Vinicius. La víctima es el culpable.

SERGIO VALENTÍN
L.D./20/1/2023 
Lo que está pasando en este país con Vinicius se puede resumir en la pregunta que le hizo un periodista a Carlo Ancelotti tras eliminar al Villarreal. "Por lo que hemos visto, ha habido bastante tensión y a Vinicius le han dicho bastantes cosas. Con Vinicius siempre pasa algo en este sentido", reflexionaba el periodista porque, en realidad, no era ninguna pregunta. Hasta donde yo sé, nadie sabe qué pasó entre Vinicius y Pepe Reina, pero automáticamente ya se da por hecho que el culpable, sea quien sea y si es que hay un único culpable, siempre va a ser el futbolista del Real Madrid. Carlo Ancelotti estuvo brillante en su respuesta: "lo que yo he visto, es que le han dado muchas patadas hoy. Como siempre".

En este país somos así. Somos capaces de culpar a la víctima. Cogemos el instante en el que Vinicius está discutiendo y con esto nos basta para juzgarle, sin saber qué ha pasado para que esté enfadado con un contrario o el entrenador rival. ¿El cuchillo ensangrentado en la mano? ¡Culpable! En este país parece que no interesa analizar la situación global de todo lo que rodea a Vinicius desde hace tiempo. Yo veo una corriente generalizada para parar a Vinicius sea como sea. Los motivos son evidentes. Es el mejor del Real Madrid, al menos el más desequilibrante, y tiene la mecha corta. Yo lo que veo es que Vinicius recibe patadas constantemente cada tres días y que los rivales suelen salir impunes. Es algo que huelen, que dar e incluso agredir a Vinicius es barato porque los árbitros lo pasan por alto.

Yo lo que veo es que Vinicius, desde el pitido inicial, está recibiendo insultos desde la grada. Y también aprecio un intento por parte de Vinicius para no contestar o hacerlo con una sonrisa. Hay que fijarse en los detalles. Araujo, en la final de la Supercopa, le hace una entrada a los 10 minutos de, mínimo, tarjeta naranja. El árbitro pasa de lado y Vinicius no dice nada a nadie. ¿Al revés nadie del Barça se hubiera comido al colegiado? Hasta donde yo sé, todos los futbolistas que reciben faltas constantemente se revuelven, se molestan. El único futbolista de España que tiene que aguantar infinitas faltas sin enfadarse es Vinicius. Él, como es un robot creado en una fábrica, tiene esa obligación. Si se revuelve, automáticamente será el malo.

Fali, Ivan Baillu, Maffeo o Raillo son las víctimas de un provocador Vinicius. Le pegan en la cara, le achantan con una lesión que le pueda impedir disputar el Mundial, le clavan los tacos en la rodilla etc. Pues son las víctimas. Este es el cuento que se narra en España. Es curioso porque hasta donde alcanza mi memoria, ningún futbolista ha tenido ningún problema con Vinicius en la Champions League o en el reciente Mundial de Qatar. Debe ser mera casualidad. Y no me olvido de otra parte de este contexto que rodea a Vinicius: el madridismo. Empezando por sus compañeros de vestuario, que son los primeros que tienen que defenderle en el terreno de juego, como bien hizo Ancelotti en rueda de prensa. Y terminando por los aficionados que ya empezaban a cuestionar su rendimiento esta temporada.

Lo que hizo Vinicius la pasada temporada es una absoluta barbaridad. Más de 20 goles. Más de 20 asistencias. Marcó el último tanto de la temporada, el que dio la Champions League al Real Madrid. No sé puede esperar que mantenga este ritmo y menos si sus compañeros no le acompañan. El año pasado Vinicius se benefició de una estructura colectiva positiva. Esta temporada está sacándose jugadas y goles de la absoluta nada. Le dan la pelota, sin ninguna ventaja, a 40 metros de la portería rival y se las tiene que apañar. Y oye, lo consigue. Pero parece que no es suficiente. Dani Ceballos y Marco Asensio cambiaron el partido ante el Villarreal. Como también fue clave la lesión de Foyth y Albiol o que Ancelotti mantuviera a Camavinga y en su posición, de mediocentro. Pero el Real Madrid no hubiera remontado sin Vinicius, clave en dos de los tres goles. Marca en el primero porque hay un compañero que tiene piernas frescas para acompañarle en la presión. Ceballos roba y Ceballos asiste. En el tercero es una locura lo que hace. Coge la pelota de espaldas en el centro del campo y es capaz de darse la vuelta, dejar atrás a dos defensores y filtrar un pase a Asensio. ¿Y saben por qué la jugada acaba en gol? Porque en el área no estaba solo Benzema. Había hasta cinco camisetas blancas. El partido deja una lección para Ancelotti: tiene que poner a los que están mejor. Nacho no es mejor lateral que Carvajal, pero ahora sí lo es. Camavinga y Ceballos no son mejor que Kroos o Modric, pero ahora tienen más piernas.

Vinicius es una bendición para el Real Madrid y el club, en todos los sentidos, tienen que cuidarle y protegerle como la estrella que ya es. Es evidente lo que está pasando. Solo hay que quitarse la venda de los ojos o los tapones de los oídos. Pegarle a Vinicius es una moda y está bien visto. Dani Parejo, en el minuto 92, por pura impotencia le pegó una patada por detrás a Vinicius. La afición del Villarreal respondió como en los toros, aplaudiendo al torero Parejo. Y con el beneplácito del árbitro que le perdonó la tarjeta roja. Si es que se lo tenía merecido Vinicius..

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