Desde semanas atrás, al tiempo que las combinaciones comenzaban a filtrarse, crecían cuitas y especulaciones. Ahora, ya bendecida la programación por los políticos, cada quien puede hablar según vea retratados en ella sus gustos, intereses, inclinaciones y fobias que las hay. Subjetividades respetables todas, pero por encima de ellas están los hechos.
El más llamativo y sintomático, hablando de mundiales, resulta de comparar que mientras el fútbol en auge agranda el suyo (a 48 selecciones el próximo) y por tanto lo hace más inclusivo, el toreo lo contrae y lo hace más exclusivo. Doce corridas, un tercio menos que hace cuatro años en el 2019, último de prepandemia.
Por ende, los cupos de toreros menguan muchísimo, y más allá de la proporción directa con el recorte de festejos, los que quedan se ven minimizados por la repetición (dos, tres y cuatro veces) de los mismos nombres. De los que antes le hacían tantos pucheros a Las Ventas, incluidos reaparecidos de la postpandemia. Cuál representatividad. Cuál oportunidad. Es “el mundial de las figuras”, tituló el ABC. ¿Futuro? No futuro.
Evidente que, para esta excluyente distribución lo que importó fue “hacer caja”, como señaló Pla Ventura el viernes en su columna de Toro de Lidia. Por supuesto, la empresa, que lo es con ánimo de lucro, está en su derecho. ¿Pero la bendición a tal política por la cosa pública (CAM) también? Claro que sí, ya lo hizo.
Con las ganaderías pasa otro tanto. En la reducida oferta, brilla por su ausencia el torismo. Los albacerradas de Adolfo, Escolar y Victorino lucen tan incongruentes como un mosco en leche ¿O se podría decir, entre ganado de leche? Al parecer ya ni en Madrid renta la lidia. Cultura taurina en evolución.
Sin embargo, en medio de tal recesión contrastan algunos picos, como la contratación de cinco espadas mexicanos, la cual en su país atribuyen más que a tino de los organizadores, a una promesa cumplida por el hábil senador Pedro Haces “Don Bull”. Y la noticia del posible nuevo contrato televisivo; cinco millones de euros por temporada durante tres años, dan quince, lo cual sacaría del ruedo a Movistar el canal que viene transmitiendo, mucho mejor que comentando, esta y todas las grandes ferias. Encarecería quizá la subscripción, pero seguiría garantizando con plata (única forma) las vitales transmisiones. Estas sí mundiales.
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