Para echarse a llorar, Simón… / por Paco Cañamero

Simón Casas, el personaje más nefasto que existe en el toreo

"...Ahora los toreros que siempre tenían sitio en esa feria, la llamada zona media, ya no podrán soñar con salir en hombros en pleno San Isidro. Porque Simón Casas, consentido por una Comunidad de Madrid a la que únicamente le falta el sello de antitaurina, consiente tantos y tantos desmanes...

Para echarse a llorar, Simón…

Paco Cañamero

Glorieta Digital/ Enero, 2023

Acaban de ver la luz los carteles de San Isidro. Aquella que siempre llamaban la reina madre de todas las ferias, la lonja del toreo, la que da y quita… El camino e ilusión de los toreros por triunfar en los días del santo labrador. La oportunidad de tantos diestros de segunda fila que de ella salieron lanzados. La que ha destrozado definitivamente ese nefasto personaje llamado Simón Casas, el que más daño ha hecho al toreo. El vendehúmos y hablador francés que ha matado las raíces de la Fiesta. Un personaje que siempre con su palabrería hueca. Con su falta de seriedad. Con sus mentiras y tejemanejes (ahí tenemos su último ejemplo de lo que ha hecho con Juan Ortega).

Ahora los toreros que siempre tenían sitio en esa feria, la llamada zona media, ya no podrán soñar con salir en hombros en pleno San Isidro. Porque Simón Casas, consentido por una Comunidad de Madrid a la que únicamente le falta el sello de antitaurina, consiente tantos y tantos desmanes.

Si San Isidro, históricamente, hubiera sido como el diseñado por este vendehúmos, charlatán de feria y aspecto de trilero, jamás hubiera visto salir en volandas a toreros que carecían del sello de figuras, desde Calatraveño, José Luis Palomar, Curro Durán, José Antonio Campuzano, Manili, Fernando Lozano, Javier Vázquez, Víctor Puerto, Eugenio de Mora, El Califa, Rafael de Julia, Matías Tejela… Toreros que en su mayoría después estuvieron en las ferias.

Ahora, el francés, ha presentado un ciclo únicamente de llamadas figuras –otra cosa es que lo sean- y ha matado una verdadera cantera que necesitaba ir a Madrid. Y Madrid también necesitaba de ellos en esta feria que es un insulto a la grandeza e historia de la Tauromaquia.

Parece mentira que, pese a que haya protestas, nadie se haya movilizado contra esta auténtica farsa. Contra un despropósito en una Fiesta donde ya solo se busca el cartel de las figuritas y un público domesticado para aplaudir, al igual que un palco preconcebido para dar orejas a toros afeitados ya por sistema.

De verdad, con este vendehúmos y palabrero barato llamado Simón Casas no necesitamos antitaurinos. No hace falta Podemos, ni nadie, porque él solito –y quienes lo jalean, que no son pocos- hacen más daño que nadie. Todo lo que no sea integridad, pureza, junto a oportunidades no sirve y además a la Fiesta la están abocando a morir lentamente, a desangrarse de manera despaciosa con un sistema empresarial, liderado por Casas, que no puede ser peor. Ni más dañino.

Además del inmenso ridículo de presentar la feria en enero, cuando realmente siempre se empezaba a tejer pasada la Navidad, contratando las ganaderías y a las figuras. Después de las figuras a los toreros de segundo nivel, en el que había una variedad y excelente baraja, que tantas y tantas ediciones de San Isidro protagonizaron las páginas más brillantes. Jamás se cerraba de golpe, cortando tantas oportunidades, antes de abrirse la puerta de toriles de la temporada. Porque siempre había un sitio para la sorpresa de Valencia, la de Sevilla…, o algún torero joven que venía metiendo muchos ruido y se ganaba estar en el ciclo. Y se presentaba mes y medio antes, que es cuando debe hacerse. Porque con estas maneras de trabajar y de gestionar perfectamente podría haber dejado presentada la de 2024.

En fin qué quieren que les diga más. Pocas cosas me interesa del ciclo más allá de la corrida del 2 de mayo, la de Escolar y el mano a mano a mano de Victorino Martín, junto a Emilio de Justo, un torerazo que merece lo mejor. Deseo el éxito a los ganaderos, un gremio al que admiro y que debería volver a hacerse con el mango de la sartén del toreo, por el enorme esfuerzo que están haciendo y la duro que es mantener una ganadería en estos tiempos tan difíciles. Para que encima llegue uno de estos individuos de la clase empresarial -y aquí se entiende la baraja entre otros muchos- y le abone la corrida con un pagaré…, que ocurre con más frecuencia de lo que se piensa.

Nunca nos cansaremos de escribir que las (malas) artes de Simón Casas no tienen nombre. He escrito decenas de artículos denunciado sus artimañas y el enorme daño que está haciendo al toreo, tanto en Madrid como en otras plazas. Y hoy, como hablamos de Madrid y su próxima Feria de San Isidro, el tiempo nos ha dado la razón desde las primeras denuncias contra él a raíz de matar aquel verano madrileño, el mismo que escribió tantas páginas de grandeza en la Tauromaquia, en vez de promocionarlo. El de aquellas corridas, celebradas bajo la canícula estival, que fueron tabla de salvación de muchos toreros y la plataforma para lanzar a figuras a otros, ejemplo de Ortega Cano o Paco Ojeda.

Esta es la actual situación que vive Las Ventas con este siniestro personaje. Una plaza cuyo prestigio e inmensa categoría se va a la deriva, por los vientos del desorden de este Simón Casas que nos más que un palabrero barato que mata la grandeza, pureza y verdad de la Fiesta.