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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 27 de abril de 2012

SEVILLA: El Gordo no toca todos los días / Por Juan Manuel Albendea


López Simón triunfador de la corrida
Fotografía: Sandra Carbonero-Burladero.com


El Gordo no toca todos los días


Por Juan Manuel Albendea
Sevilla.-Jueves, 26 de abril de 2012
Habían venido a ver la corrida aficionados del otro hemisferio y de muchos puntos de España. La expectación que se había creado tras la memorable actuación de Manzanares el viernes pasado solo tiene parangón con la que despertaba José Tomás en sus actuaciones en Barcelona. La plaza, por supuesto estaba hasta la bandera y desde luego la reventa hizo su agosto. Pero no sería justo aplicar la manoseada frase de “corrida de expectación, corrida de decepción” . Es sabido que el premio gordo de la lotería no toca todos los días. Ayer, podemos decir que nos ha tocado algo más que la Pedrea, un cuarto o quinto premio.

Empezó la cosa muy bien con el toricantano López Simón. Bueno no empezó bien con el primer toro porque hubo que devolverlo al corral por inválido. Comenzó bien con el sobrero del mismo hierro de todo el encierro, Núñez del Cuvillo. La inició con lances a pies juntos –que a mi personalmente me gustan poco- y cuando abría el compás era para dar el paso atrás unas veces y otras ganando terreno. Tras cederle Morante los trastos y el toro, inició la faena con dos pases cambiados por la espalda quedándose quieto como una estatua. Lo de estatua no lo digo en su elogio, pues esos pases del toreo moderno no son de mi predilección. Sí fueron, sin embargo, muy meritorios los templados y largos redondos que le dio de rodillas. Una vez, enhiesto toreó en redondo con temple y ligazón, rematando con el de pecho rodilla en tierra. Los naturales también estuvieron ligados pero de más corta trayectoria. Terminó con unos adornos y unas manoletinas, que no parece que sea pase que entusiasme a la Maestranza. Pegó un estoconazo saliendo volteado Relevante en estos trágicos momentos fue el quite que a cuerpo limpio le hizo Manzanares, cogiendo al toro por un pitón y quitándoselo de encima. Tras dar la vuelta al ruedo con una oreja merecida, pasó a la enfermería de la que no volvió a salir.

Morante hubo por ello de matar tres y de toda su actuación podemos destacar tres o cuatro momentos brillantes, tanto con el capote como con la muleta, suficientes para que hubiera al final de cada uno de ellos división de opiniones. Unos se conformaban y a otros les pareció poco. La verdad es que, tampoco los toros que le tocaron en suerte eran como para faenas de recuerdo inmarcesible. En el que mejor ha estado es en el sexto al que recetó tres chicuelinas y dos medias verónicas espléndidas. Comenzó la faena con tres ayudados por alto y luego unos redondos muy templados y empezó el toro a apagarse.

Lo mejor de Manzanares es lo tranquilo que está el público con él al observar cómo domina en todo momento los terrenos por donde ha de situar al toro. Toreó sobre ambas manos al tercero, pero pronto se paró el toro. En el quinto la faena tuvo más enjundia y tenía como obstáculo el viento. Lo toreó muy bien sobre ambas manos y lo mató de una estocada tras haber pinchado. Es de justicia recordar una vez más, la actuación fantástica de la cuadrilla de Manzanares: Curro Javier, Trujillo y Blázquez.

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