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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 6 de mayo de 2013

Mirad al Juli / Ricardo Díaz-Manresa



Mirad al Juli

Ricardo Díaz-Manresa
Mirad al Juli. Su temporada, su estrategia, su cornada, sus tres operaciones, su calvario, su gran dolor. Miradlo. Y mirad la foto camino de la enfermería presagio de su dura historia desde Sevilla a Zaragoza. Largo camino inesperado. Mirad la foto. Ha pasado algo de tiempo, pero ahí está como gran documento.

La Piedad siempre ha subyugado a los creyentes, desde la de Miguel Ángel a las valiosísimas de nuestra Semana Santa y de la imaginería religiosa española, tan variada como rica. Pues bien : mirad a La Piedad y a su Hijo en brazos y después al Juli en los de las asistencia cruzando el ruedo del Baratillo. Este es un cuadro masculino impresionante con tres banderilleros, en lugar de las tres Marías del Calvario. Protagonista el torero. Julián parece un Cristo roto. Y los banderilleros mirándole con toda la pena del mundo. Pensando en lo que había. Uno, acongojado. El otro como ausente y otro también desconcertado. La estampa del dolor. La parte amarga del toreo. 

Es una foto histórica, por la cornada y por el arte del autor de ese momento. Capta el dolor, la angustia, los nervios, la preocupación, la ignorancia del qué pasará. Y forman tal conjunto artístico que un escultor no tendría más que ponerse ante la foto y copiar. La foto del año. Merecedora de premios.

Después está –así es la vida puñetera, que decía mi padre- lo de las dos operaciones en Sevilla, el alta, el viaje tan raro como sorprendente a Zaragoza, la tercera operación, la nota del doctor Mulet, las palabras de Val Carreres, el corporativismo médico, la noticia en los periódicos. En fin, no entiendo de medicina pero los toreros heridos salían de las plazas de primera para su casa.

Lo más importante es que todo acabó y que queda para la historia –aquí sí que una imagen vale más que mil palabras- la foto del dolor, de la tragedia, de los minutos terribles, de un Cristo yacente, que afortunadamente en este caso seguirá dándonos muchas alegrías. Suerte Juli y no salgas con la cabeza tan caliente. Y defiende el toreo sobre todo desde los ruedos.
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