En los últimos meses se viene hablando con mucha insistencia del impuesto de sucesiones, que en unas regiones es casi nulo, caso de Madrid, y en otras es asfixiante, insoportable, caso de Andalucía, donde cada día varias familias tienen que renunciar a una herencia (lograda por sus padres con toda una vida de trabajo de sol a sol y de privaciones) porque no pueden pagar el tan injusto impuesto, superior incluso, a veces, a lo que vale la finca heredada.
Impuesto de sucesiones
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
La desigualdad de los españoles ante la ley es más que patente, y no me estoy refiriendo a tratos de favor para algunos, que los hay, sino a la gran disparidad de sueldos, educación, sanidad, prestaciones en general, impuestos, según donde se viva.
En los últimos meses se viene hablando con mucha insistencia del impuesto de sucesiones, que en unas regiones es casi nulo, caso de Madrid, y en otras es asfixiante, insoportable, caso de Andalucía, donde cada día varias familias tienen que renunciar a una herencia (lograda por sus padres con toda una vida de trabajo de sol a sol y de privaciones) porque no pueden pagar el tan injusto impuesto, superior incluso, a veces, a lo que vale la finca heredada.
Y esa renuncia sería un mal menor, porque a veces lleva consigo, desahucios, destrucción de la familia, ruina del negocio familiar, y finalmente terminar en el psiquiatra por profunda depresión (conozco personalmente dos familias con algún miembro en tratamiento psiquiátrico debido a este impuesto). Por ello, el ingenio andaluz ha dado en llamarle, "El Impuesto de las depresiones".
El pasado día 19 de Julio se debatió en el Parlamento andaluz una propuesta del PP para abolirlo, que fue rechazada con los votos en contra de PSOE, Podemos e IU, frente a los de PP y Ciudadanos. Es lo que se esperaba y lo que sucedió.
Que el PSOE votara en contra era lo normal pues es el partido que lo impuso y lo mantiene. Que votaran en contra Podemos-IU también era lo esperado, porque su política está en contra del trabajo y del ahorro; son más dados a las algaradas, las huelgas, los asaltos a supermercados, los ataques a la policía, etc.
Pero la llave para suprimir dicho impuesto, en Andalucía, la tiene Ciudadanos, que hizo campaña electoral prometiendo que lo quitaría y ahora, que sostiene al gobierno andaluz, no le exige abolirlo. Es cierto que votó a favor de la propuesta del PP, pero eso es solo de cara a la galería, eso es una actitud engañabobos; bastaría con decir a Dª Susana Díaz, ¡o quita ese impuesto o se acabó nuestro apoyo! ¿por qué no lo hacen? Pues porque son hipócritas, porque en campaña dicen una cosa y luego hacen otra, porque no piensan en los ciudadanos sino en su sillón(llámese pesebre), es decir, como los demás. La diferencia es que ellos vienen de puros, de honrados, de limpios de toda corrupción, cuando en dos días que llevan en esto están sucios hasta arriba.
Los dirigentes de Ciudadanos tienen, casi todos, una característica que les define, y es que antes han pasado por diversas formaciones políticas y de todas les han echado, naturalmente empezando por don Alberto Rivera. ¡Por algo será!
En conclusión, el "impuesto de las depresiones" es un atraco con la ley, que el PSOE ha defendido y defiende (su avidez por sacar el dinero a los ciudadanos es ilimitada), mientras que Ciudadanos dice que es injusto pero lo permite. Si este impuesto continua arruinando familias y provocando depresiones, en Andalucía, la responsabilidad es de los farisaicos dirigentes de Ciudadanos.
Pero no nos engañemos, no demonicemos a unos y santifiquemos a otros, porque farisaicos hay muchos, y no solo en Ciudadanos, como se deduce de las siguientes cuestiones que nos planteamos: 1)¿Por qué el gobierno central no lo suprime en toda España? 2)¿Por qué el PP lo mantiene en comunidades donde gobierna, como Castilla-León? 3)¿Cómo se explica que el PP pida a gritos suprimirlo en Andalucía y lo mantenga en Castilla-León? 4)¿Cómo se explica que el PP pida suprimirlo en Andalucía, lo haya suprimido en Madrid y lo mantenga en Castilla-León?
Ninguna de las cuestiones tiene explicación lógica dentro de un escenario de decencia, de honestidad. Si la tienen en un escenario de mentira, de falsedad, de hipocresía.
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