TOROS DEL SOL: “Pla Ventura” sonó en Quito / por Giovanni Tortosa

En la imagen, nuestro compañero Pla Ventura inmortalizado en un lienzo por el artista Benidel Yáñez Díaz, en una de sus recientes obras.

Dentro de la historia contemporánea del pasodoble, encontramos piezas de última generación como el escrito por Vicente Ivorra, un compositor valenciano de largo recorrido, que tuvo la idea de dedicar no a un torero, ni a una mujer, ni a un pueblo; lo hizo a un periodista de nombre Luis Pla Ventura. Su estreno taurino no fue en un coso español, fue en Quito, una plaza que fuera cerrada por un tal Rafael Correa, correligionario de Podemos y demás secuaces.

TOROS DEL SOL: “Pla Ventura” sonó en Quito

Giovanni Tortosa

Toros de Lidia / 4 enero, 2021

No se entiende el “paseíllo” de cuadrillas sin tener como telón de fondo la música de un pasodoble. El héroe de la fiesta necesita engañar el sortilegio de los miedos, y al sentir la música su cuerpo se estira, se ajusta el capote de paseo por última vez  y con firmeza temeraria se va hacia las rayas del tercio. “Camino de rosas”, “Martín Agüero” o “Gallito” son esos pasodobles que parecen haber sido creados para ese momento crucial del comienzo de un festejo taurino; conllevan en sus notas, la parsimonia, o tal vez cadencia del momento, a la vez que tienen una impronta de ceremonial de alto rango.

La música litúrgica del toreo lleva nombres de toreros, mujeres, pueblos, o también de situaciones nostálgicas, como lo fuera “Suspiros de España”; una de las piezas sagradas del género. También se dan circunstancias equivocas como el célebre “Gallito”, un pasodoble compuesto en un antiguo café de la calle Mayor de Cartagena, y que fue dedicado al hermano del gran Joselito, Fernando Gómez Ortega “Gallito Chico”, siendo estrenado en el 1904. Santiago Lope fue su autor, así como de “Dauder”, “Angelillo” y “El Vito”. Otros pasodobles de inmensa calidad fueron: “Domingo Ortega”, “Marcial, eres el más grande”, “Tío Caniyitas”, “Amparito Roca”, “Manolete”, “En er mundo”, “Nerva”, “Cielo Andaluz” y un largo etcétera. De los recientes podríamos citar a Elvira Checa, con su popular “La puerta grande”.

Dentro de la historia contemporánea del pasodoble, encontramos piezas de última generación como el escrito por Vicente Ivorra, un compositor valenciano de largo recorrido, que tuvo la idea de dedicar no a un torero, ni a una mujer, ni a un pueblo; lo hizo a un periodista de nombre Luis Pla Ventura. Su estreno taurino no fue en un coso español, fue en Quito, una plaza que fuera cerrada por un tal Rafael Correa, correligionario de Podemos y demás secuaces. Dicho pasodoble tuvo el refrendo de sonar por vez primera en corrida televisada, un 3 de diciembre de 2004 con un cartel formado por El Juli, Sebastián Castella y Mariano Cruz Ordóñez con toros de Huagrahuasí, propiedad de José Luís Cobo.

Aquella tarde, a los sones de “Pla Ventura”, Sebastián Castella le cortó las dos orejas y rabo a uno de sus toros, en el otro  cortó otra oreja. Digamos que, dicho pasodoble sirvió al torero francés, para hilvanar una de sus acrisoladas faenas, llenas de enjundia y plasticidad. El maestro Vicente Ivorra nació en Alcoy, y fue durante treinta años director de la banda de Tibi. “Pla Ventura” fue estrenado en Tibi y luego tuvo un re-estreno en la Explanada de España en Alicante, bajo la dirección de Bernabé Sanchís, al frente de la Banda Sinfónica de Alicante, en noviembre de 2003.

En mayo de 2004  la Orquesta Sinfónica de Madrid, con su director al frente, Enrique García Asensio lo estrenara en la Capital del Reino en el auditorio del Parque del Retiro. Ese mismo año, la Banda de Quito lo presentó en el coso de Iñaquito. Luego lo interpretaron muchísimas bandas para disfrute de su creador, Vicente Ivorra Pujalte y para el gozo de nuestro compañero al que se le dedicó tan singular partitura que, como recordamos, la misma, es decir, “Pla Ventura” formó parte del elenco de maravillosos pasodobles con los que la Diputación de Alicante editó un disco memorable que llevaba por título, NUESTRA MÚSICA que, como se demostró no faltó en dicho disco ese pasodoble torero por excelencia llamado “Pla Ventura”