Pla Ventura
Contada esta anécdota no hay más remedio que enfatizar en lo que han sido las dos tardes de Morante en Alicante, sin duda un fracaso en toda regla; en su primera tarde cosechó dos broncas de las de antaño y, en su segunda comparecencia, con mucho ánimo en su cuerpo se encontró dos marmolillos de Juan Pedro que tenían menos ganas de embestir que Morante de torear en la tarde anterior. O sea que, como se demostró, Morante se apuntó a caballo ganador en Alicante y le salió el tiro por la culata.
Pero ya vemos que, Morante, como sus compañeros figuras todos varan en el mismo puerto, el de la borreguez de sus enemigos y como en el caso de los “Cuvillitos” incluso lucían más mala leche que cualquier político de Podemos que ya es mucho decir. Ciertamente, con dicho ganado era imposible, nada que imputarle al diestro salvo, eso sí, que se apunte a dichas verbenas que, como decía Enrique Ponce en sus tiempos gloriosos respecto a dichas ganaderías: “Los buenos salen de dulce y los malos sabemos que no tienen mala idea para cogernos”
Y con semejante filosofía se desarrolla la fiesta. Claro que, las bravuconerías de Morante ya nos la sabemos de memoria porque cuando se apunta a una corrida más o menos encastada sabe que, si embisten pues muy bien; y si no lo hacen siempre tendrán la culpa lo toros. Y digo yo, ¿cómo es posible que Morante no se haya dado cuenta que los toros de Ricardo Gallardo sí embisten y tienen casta para parar mil barcos? Igual lo sabe y por esa se aleja de dicha ganadería gaditana.
Debemos de recordarle a Morante que, si quiere protagonizar una “gesta” como él lo denomina, lo tiene muy claro y a su vez muy cerca porque, como sabemos, los de Fuente Ymbro, con sangre Domecq han ahuyentado a todas las figuras del escalafón y, como se demuestra Morante no ha sido la excepción. Insisto que, para gestas, las que podía ofrecernos con estos toros encastadísimos que, por ejemplo en Alicante, como en Madrid y otros muchos lugares, dichos bicornes aportaron emoción y casta a raudales. Quizás Morante no acordaba que Ricardo Gallardo lidiaba en Alicante porque, seguro que se hubiera apuntado a dichos animales que, como se demostró, fue la gran corrida de la feria de San Juan, pero sin el menor atisbo de duda.
Respecto a dicha corrida, Ferrera y Perera pasaron un mal rato porque, aquellos animales, con su bravura, pedían el carnet de identidad a gritos, salvándose de la quema Ginés Marín que se llevó dos toros extraordinarios que, a su manera el hombre los toreó con enorme dignidad. Tras todo lo contado, como sabemos en realidad el poderío de Morante, porque lo ha demostrado alguna que otra vez, en dicho festejo del ganadero gaditano le echamos en falta porque, cualquiera de aquellos seis toros cae en sus manos y se derrumba la plaza de los vítores que hubiera conseguido el diestro de La Puebla.
Yo no quiero que Morante mate los toros de Miura, ni de Cuadri, ni de Cebada Gago porque de hacerlo se dejarían sin pan a muchos hombres que solo tienen semejante asidero pero, le estamos invitando a todo un festín como son los toros de Fuente Ymbro que, para mayor tranquilidad, llevan la sangre de los toros que mata el diestro sevillano en el noventa por ciento de sus actuaciones. Tampoco le pedimos mucho ¿verdad? Seguro que, Morante, a lo largo de la temporada firmará faenas de ensueño pero, para que él siga tomando nota, en esta temporada le recordaremos frente a un toro encastado en Sevilla y otro en Madrid, faenas que serán siempre inolvidables, como el hecho de la manguera en Alicante, pero este caso, dos sucesos hermosos que nunca olvidaremos.
--Morante no triunfó en Alicante pero, como se comprueba, sí firmo el detalle más simpático de la feria, según la foto de Pepe Tébar.
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