Por lo de esta tarde, no nos vamos a mentir. La casta de los Fuente Ymbro desbordó a los tres novilleros en una tarde marcada por las volteretas, los enganchones, los revolcones y una herida de Isaac Fonseca, el único por cierto que se alzó al nivel de exigencia y de casta de los novillos. Novillada marcada por la valentía de los novilleros, que sobraba, pero el toreo no solo se nutre de eso.
Las Ventas: Grato sabor de Fuente Ymbro y de Isaac Fonseca
Jean-Charles Olvera - España
Opinión y Toros / 27 Junio 2022
Los pupilos de Ricardo Gallardo regalaron otra gran tarde en Las Ventas tras la recordada novillada isidril del 23 de mayo pasado.
Casi un mes pasó desde entonces y cada quién rememorando los triunfos de Álvaro Alarcón con sus 3 orejas, de Manuel Diosleguarde con una y de Jorge Martínez que no cortó por culpa de un palco que se puso tozudo con él.
El cartel de novilleros de esta tarde era anunciado como el de “los triunfadores”, un término algo exagerado cuando uno recuerda las polémicas salidas a hombros de Víctor Hernández y de Diego García en las dos primeras novilladas de esta temporada madrileña. Estos “triunfadores” los hubiéramos visto preferentemente en San Isidro que en estos festejos posteriores en el que acude un aturdido público paisano demasiado benévolo.
Algo diferente lo de Isaac Fonseca, que sin ‘triunfar’ en Las Ventas, por lo menos se le vio en feria: fue ovacionado en la pasada feria de otoño y dio una vuelta al ruedo el 16 de mayo en San Isidro. El mexicano es un novillero sobradamente visto en plazas de la Comunidad de Madrid en las cuales ha triunfado.
Por lo de esta tarde, no nos vamos a mentir. La casta de los Fuente Ymbro desbordó a los tres novilleros en una tarde marcada por las volteretas, los enganchones, los revolcones y una herida de Isaac Fonseca, el único por cierto que se alzó al nivel de exigencia y de casta de los novillos. Novillada marcada por la valentía de los novilleros, que sobraba, pero el toreo no solo se nutre de eso.
Cada quien tuvo un lote idéntico, con un novillo enrazado que pedía papeles y carnet (3, 4 y 5 fuertemente ovacionados en el arrastre) y otros tres con movilidad pero con menos transmisión, que aún así ofrecían oportunidades. Fonseca solo pudo lidiar el tercero, su herida le impidió salir al sexto.
Víctor Hernández cortó una oreja al primero al que recibió con una larga afarolada de rodilla, el novillo saliendo tocado tras vuelta de campana. El diestro inició su trasteo por estatuarios, sufriendo dos fuertes volteretas sin consecuencias. Toreó de perfil oyendo las primeras críticas del 7. Cogió después el ritmo del novillo y se puso en el buen sitio finalizando la faena, terminándola con tres series de naturales sueltas de buenas facturas y dos bernadinas ajustadas, matando de entera perpendicular. Fue suficiente la petición de sus paisanos para que la presidencia otorgue una orejita muy protestada que desencadenó lamentables insultos y hasta dedazos del tendido 8 hacia el 7, sin intervención cualquiera. Espectáculo lamentable que algún día degenerará, de cual se percató la presidencia quien corrigió después sus decisiones midiendo por fin las otras peticiones “autobuseras” abusivas de los tendidos 8 y 9.
Al cuarto, Víctor Hernández sufrió una espeluznante voltereta dando verónicas con el capote, saliendo por fortuna ileso de una fuerte caída en las vértebras. Diego García también fue cogido durante el quite. “Comisario” era un novillo que exigía mucho mando y firmeza. Algo que le recordó el novillo a Víctor Hernández con otra voltereta, sin consecuencias, al inicio de la faena. Supo por fin cambiar de rumbo y tomar confianza nuevamente terminando la faena, bajando la mano izquierda con tres series yendo a tablas. Su mejor momento de la tarde. Mató de estocada desprendida recibiendo recado. Saludó al tercio con división.
Al sexto que lidió sustituyendo a Isaac Fonseca herido, dio una faena larga sin transmisión y poco mando a un novillo que embestía solo y con movilidad. Nuevo aviso cayendo el novillo y vuelta por su cuenta con división. Lástima de no haber visto este novillo en manos de Fonseca.
Diego García salió dispuesto a triunfar, pero no estuvo a la altura de su lote. Anodino con el único feo y escurrido segundo del lote, pegó pases con un tono más bajo que su enrazado quinto de nombre “Judio”, otro excepcional novillo de gran calidad por ambos pitones y que bajaba solito el hocico en la arena. Petición a gritos de su gente para el novillero, silenciada después (ni palmas le tocaron…) tras la gran ovación de los aficionados para “Judio”, que hizo literalmente callar al gremio.
Lo mejor para el final. Isaac Fonseca también fue desbordado por el tercer novillo, pero después fue igualmente el único que se alzó al nivel de exigencia de su oponente. Sufrió una primera voltereta con el capote durante sus gaoneras y fue cogido al principio de la faena, tras haber iniciado con distancias, cuando rematada con pase de pecho una serie de derechazos con cambio de mano: el pitón derecho atravesó la pierna derecha con dos trayectorias, sufriendo además una fractura mandibular y una contusión en la mano derecha. Aún así, cuando su cuadrilla le llevaba a la enfermería, Fonseca regresó de inmediato y sin pensárselo, para seguir enfrentando al Fuente Ymbro.
El resto fue un combate entre un novillero y un novillo, ambos encastados. Fonseca cargó la suerte en terrenos difíciles y bajó la mano afirmando su mando hasta el final de la faena. Tandas de emoción y de autenticidad culminadas con fulminante entera contraria con derrame. Gran ovación al novillo y oreja con vuelta triunfal del michoacano que pasaría después a la enfermería, dejando nuevamente un grato sabor en Las Ventas. Este carismático novillero está, sin duda, preparado para tomar su alternativa el próximo 11 de agosto en Dax.
Otro grato sabor dejaron en el ruedo los novillos de Fuente Ymbro. Ovación final recibieron el mayoral y el ganadero por parte del escaso sector aficionado, el único en ver y calibrar tanto a los novilleros que a los novillos. Ni palmas para los ganaderos por parte del numeroso y gritón sector “autobusero”, un sector “ultra” (más bien ultra pesado) que cubría una plaza de Las Ventas a la cual asistieron casi 7.000 espectadores, o sea 2.000 más que las dos precedentes novilladas, también afectadas por este síndrome.
Triunfaron entonces estos novillos de plaza de primera que exigían por doquier y un mexicano que derramó valor, coraje, autenticidad y sangre en el ruedo, que no es poco decir…
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