la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 21 de junio de 2022

CENTENARIO DE ANTONIO BIENVENIDA: A quinientos kilómetros de Madrid / por José María Sotomayor

"...Contar lo sucedido el día de la alternativa puede estar justificado pero solo en modo resumido por la misma razón anterior. Se la iba a dar su hermano Pepe en un mano a mano; quería que la corrida fuera de Eduardo Miura Fernández; problemas en el reconocimiento y toros rechazos; sustituciones; empeño de los hermanos en no torear si no eran todos los toros del hierro mencionado; a la cárcel; suspensión; y por fin celebración..."


A quinientos kilómetros de Madrid

José María Sotomayor
Bibliófilo taurino y escritor
'Dinastía Bienvenida' blogspot / Madrid, 20 Junio 2022
Desde que Antonio Arana Carmona, apodado Jarana, tomara la alternativa en Sevilla, el 12 de octubre de 1890, con el toro Pascual del pial de Antonio Miura Fernández, muy pocos toreros lo han hecho con ejemplares de esta casa ganadera. Puede que antes la tomara el Cirineo, en la misma ciudad, el 30 de mayo 1869. No consta en las crónicas el orden de lidia de las reses de Miura lidiadas junto a otras tres de la viuda de Benjumea o quizás de sus hijos. Y, como puntos de comparación, anoto que se celebraron, después de ésta, alrededor de tres mil ceremonias de doctorado documentadas y que en solo doce, una más si contamos a el Cirineo, aparece un burel de los Miura. El octavo en doctorarse con una res de este hierro fue Antonio Mejías Jiménez Bienvenida de quien conmemoramos ahora el centenario de su nacimiento.

Aportar datos de su biografía en esta colaboración me parece superfluo pues es bien conocida y contada espléndidamente por varios escritores. Espero que algún día vea la luz la que, recientemente, junto a las del resto de la familia, ha escrito un miembro joven de ésta. Contar lo sucedido el día de la alternativa puede estar justificado pero solo en modo resumido por la misma razón anterior. Se la iba a dar su hermano Pepe en un mano a mano; quería que la corrida fuera de Eduardo Miura Fernández; problemas en el reconocimiento y toros rechazos; sustituciones; empeño de los hermanos en no torear si no eran todos los toros del hierro mencionado; a la cárcel; suspensión; y por fin celebración. Y lo del toro Rosquero y Cabileño. Y seguro que otros aspectos muy difundidos.


No sé sí es tan conocido lo que ocurrió Sevilla, a muchos kilómetros de Madrid. Eduardo Miura Fernández, amigo de Manolo, Pepote y Antonio Bienvenida, de la época en que vivieron en Sevilla, también pasaba sus vicisitudes para poder completar la corrida atendiendo al ruego que le hiciera desde Madrid la familia Bienvenida.

Contaba el ganadero que el padre de los Bienvenida había llamado al suyo, comunicándole que Antoñito iba a tomar la alternativa y que la corrida debía de ser suya. Y continuaba el criador:

K-Hito, en Dígame, hacía el siguiente comentario de la corrida:

<<Al iniciar la curva las cuadrillas, Pepe y Antonio Bienvenida se descubrieron para continuar el paseíllo destocados, en prueba de acatamiento a la autoridad y de respeto al público, que acogía su presencia con siseos. Bastó tal referencia para que las lanzas se volvieran cañas, y al cambiar la seda por el percal toda la plaza aplaudía. La fuerza emotiva alcanzó su grado máximo. El perdón estaba ampliamente concedido, que este público de toros, bueno y sano, no sabe de rencores>>.

Con el tradicional ceremonial Pepe Bienvenida cedió la muerte del primer toro a su hermano Antonio. Rosquero tenía por mote, era cárdeno claro, lo herraron con el número 75, y era de los de hierro arriba. Por cierto que se viene apuntando, como nombre del toro el de Cabileño, cuando en realidad, y confirmado por el propio ganadero, el nombre es el que hemos apuntado.

La faena, según el cronista de Dígame, fue así:

<<Cita el neófito con la muleta plegada al bicho, que está presto para el ataque.

-¡No! ¡No! -en los tendidos- ¡Que es un Miura! ¡Que eso no puede hacerse con todos los toros!

El miureño acude furioso, cambia Antoñito y se revuelve el toro en un palmo de terreno. Los pitones rozan la camisa torera. Emoción gorda.

Y de allí al natural, como el 18 de septiembre [del año anterior] . Y de los naturales al de pecho, pasándose todo el miureño por delante. Va uno a hablar con el vecino y no le sale la voz. El vecino quiere hablar con uno, y solo consigue lanzar sonidos inarticulados.

Otra vez el chaval con la tela recogida en la zurda.

-¡Basta! ¡Basta! -en los tendidos- ¡Otra vez no!

Otra vez sí. Una carrerita hacia delante, un pequeño salto y de nuevo el arranque rápido de la fiera. Cambia el matador con más holgura que antes; despliega la flámula y en ella empapa al enemigo con tres naturales que rubrica con el de pecho forzado. Magnífico, espléndido. Más pases pintureros cuando el público pide la oreja. Un pinchazo, otro -¡qué lástima!- y una buena estocada y ovaciones con vuelta y salida a los medios>>.

Los toros de Miura fueron, buenos el primero y el sexto, con más nervio el último. El segundo codicioso y de poder con los caballos. El tercero manso y se le fogueó. El cuarto fue huido. No hubo quinto de Miura porque se devolvió a los corrales.

Cartel "Centenario" / Imagen cedida por Diego Ramos

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