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Otra sabana de los jóvenes de la grada 6 decía: “Stop discotecas”. Dicen que Ayuso aplaudió lo denunciado en esas sábanas, pues que ponga manos a las obra a partir de este lunes para mejorar Las Ventas. Ojalá hubiese otra pancarta diciéndola “¿Y para cuando la promesa de los toros de la feria en la Venta del Batan?”, que por el momento no cumplió.
El albaceteño fue a por todas a portagayola donde el toro de pronto le buscó aparatosamente, sin herida. Tras ese encuentro, el albaserrada fue perfectamente lidiado y dirigido a tablas por José Chacón, otro gran torero de plata de la cuadrilla de Antonio Ferrera.
Serrano hilvanó después una faena seria que culminó con tres tandas con la zurda, tan naturales por eso de la humillación y templanza del toro, que el torero las concluyó mirando relajado al tendido.
Emborronó la faena con espada y cruceta tras tres pinchazos, una entera atravesada y cuatro descabellos. Una pena para Serrano, que ya cortó una oreja a un Victorino la pasada temporada en este coso. Este fallo con los aceros le impidió esta vez alcanzar a toreros de la misma estirpe que cortaron apéndices en este ciclo isidril, tales como la terna Javier Cortés, Gómez del Pilar y Rafaelillo.
Aun así, saludó al tercio Sergio Serrano. Garañuelo obtuvo también una gran ovación en el arrastre, aunque manseó en el caballo donde fue muy castigado, pudiendo después recomponerse durante esa faena medida.
Otro desafío en toriles al soso quinto y poco más para Serrano, que dejó escapar así su mejor tarde en Las Ventas. Al finalizar el festejo, obtuvo la Oreja de Oro de la Asociación de la Prensa de Madrid, como premio de consolación.
El resto del lote fue deslucido y descastado, menos propenso al lucimiento, con toros reservones, con mansedumbre, sosería y un bronco tercero.
Antonio Ferrera regresaba de la plaza francesa de Vic-Fezensac en la cual estuvo la tarde anterior y donde le vieron fracasar con pitos y broncas en un mano a mano dominado por López Chaves con toros de Valdellán.
Le vimos en Madrid como queriendo seguir por el mismo camino del desentendimiento. No quiso ver el abreplaza y le increparon al cuarto toro con eso de “menos teatrito y más toreo”. No todo es postureo sino compostura. Destacaremos con ese cuarto toro una tanda final por la derecha sin ayuda, bien rematada por un largo pase de pecho.
Tampoco olvidaremos que en ese mismo toro Madrid se levantó para ofrecer una gran ovación final a Fernando Sánchez por sus dos pares extraordinarios y por el conjunto de su feria. Nos recordó los momentos vividos con esa tanda fantástica que hacían junto al gran David Adalid. Un Fernando Sánchez que con los palitroques fue el único que trazó esta tarde a la perfección su obra sin garabatear.
En cuanto a Román, se le vio firme con el peor lote al que acortó distancias, pero sin poder lucirse. Otra oportunidad se merece este generoso torero que regresaba a los ruedos tras ser corneado y cortar oreja la semana pasada en este mismo ciclo con un lote encastado de Luis Algarra.
Así acabó una globalmente decepcionante y calurosa Corrida de la Prensa que vio un casi lleno con la presencia de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que al inicio del festejo la Asociación del Toro de Madrid del tendido 7 le brindó estos carteles: “Políticos en fotos, Las Ventas en ruinas” y “Ayuso, la plaza está en ruinas”. Otra sabana de los jóvenes de la grada 6 decía: “Stop discotecas”.
Dicen que Ayuso aplaudió lo denunciado en esas sábanas, pues que ponga manos a las obra a partir de este lunes para mejorar Las Ventas. Ojalá hubiese otra pancarta diciéndola “¿Y para cuando la promesa de los toros de la feria en la Venta del Batan?”, que por el momento no cumplió.
Los que sí cumplieron esta tarde, con matices como hemos visto, fueron Sergio Serrano, Garañuelo de Victorino Martín y Fernando Sánchez, que nos hicieron concluir con ciertas ilusiones este largo tronco de toros que fue el San Isidro 2022 del fin de los confinamientos.
San Isidro se va y solo quedan las ilusiones para el futuroHablando de ilusiones, su servidor se despide de este San Isidro con esta frase de Gabriel García Márquez que dice algo así que “las ilusiones no se comen, pero sí que alimentan”. Son esas mismas ilusiones taurinas las que nos hacen vivir, regresar a los cosos y contarles así estas historias de toros y toreros.
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