Si hay un torero que muestra evolución y cuajo es el jerezano Ginés Marín. Esta tarde frente a un exigente lote, no mejor que el de sus veteranos alternantes (43 años de alternativa entre los dos), marcó distancia porque fue el único que se quedó, paró, ligó con capa y muleta, y además estoqueó limpia y verazmente. Don Manuel García Castell en acuerdo con el público que ocupó menos de media plaza le otorgó reglamentariamente una oreja del tercero y las dos del sexto, abriéndole la puerta grande.
“Gestor”, el uno, tuvo noble son, pero no admitía descuidos. Suave se deslizó y volvió en las lentas cuatro verónicas y media, y luego en las tres chicuelinas y la pinturera larga del quite. Sobrevivió a la vara trasera de Navarro, se desquito con los banderilleros cortándoles camino y desarmando al de brega. Mas cuando, rodilla en tierra los cinco doblones, el trincherazo, el natural y el de pecho lo sometieron, aceptó. La faena sin altisonancias, con ese aire adusto adquirido por el joven matador, transcurrió entre bombo y platillo, acompañada por la parroquia, hasta la gran estocada que por sí sola justificaba la oreja.
“Pijotero” el último, encastado, rebrincado, escarbador, y con asimétrica marcha no levantó ilusiones de salida. Tratando de puntear el capote no tragó verónicas y tras la única vara de papá (toda la tarde fue de monopuya), formó un herradero. Pero Ginés quieto, le cito de frente y de largo: chicuelina, nicanora, chicuelina, cordobina, chicuelina, media trompicada y revolera, todas muy aguantado, viendo llegar el toro, vaciándolo sin trampa y repitiendo. Solo él brindó toreo de capote. Viotti jugado, se hace ovacionar con los palos. Y entonces comenzó la lidia a toro que sacó repertorio para defender su vida, iba y venía sí, pero rascando, a brincos y saliendo violento a llevarse el trapo a las nubes. Entre unipases, temples, trompicones, añagazas y aguantes la balanza del poder fue inclinándose a favor del torero. Promediando la faena dos tandas consecutivas de naturales, cuatro y pecho una, y de cinco la otra, cambio de mano y forzado sellaron la victoria. Dos ayudados por bajo, trinchera, natural, pecho y un estocadón frontal, a palillo partido sin soltar, entregaron el encastado a la ovación sin las orejas.
Ferrera, que ahora sale con ese letrero sibilino en la espalda. “Querer es crear” y esa capotote azul flácido, anduvo injustamente ventajista con el pastueño primero (un alma de Dios); pico, distancia sideral, viaje afuera, sin ligar una suerte, buscándole las cosquillas al público que contemplaba el espectáculo tan impasible como su apoderada Cristina Sánchez. Por fortuna para ellos la estocada honda hizo efecto sin puntilla y la grada despertó con ovación para los dos, toro y torero.
Con el cuarto, “Mimoso”, se pasó de artificioso. Faroles sin toro, poses disociadas y un caminar sin rumbo que hacían pensar que en el toreo lo épico puede rozar los cómico, que lo digan los valientes toreros bufos. Pero como no respetar una carrera como la suya, como ignorar que se ha anunciado con seis miuras en Pamplona ¡En Pamplona! Sin embargo, las cosas son como son, y esta tarde el que no estaba por la reverencia era él. Una estocada arriba tarda y avisada bastó y la generosidad alicantina pagó con una oreja, encima de lo que había pagado por la entrada.
Perera, no paró en toda la tarde, raro en él. Al segundo le puso la espada desprendida y tras aviso lo descabelló y al quinto, le pinchó hondo, dejándole la muleta en el lomo para salir corriendo desarmado y tirarse al callejón. Le aplaudieron y Salió a saludar en amabas ocasiones. Mmmmm.
Le buscan y buscan pegas a los adultos de Fuente Ymbro, que no ayudaron, que no se dejaron, que patatín, que patatán… Sin embargo, les cortaron cuatro orejas y todos los arrastres fueron aplaudidos. ¿Qué más querían?
FICHA DEL FESTEJO
Miércoles 22 de junio 2022. Alicante. 3ª de Hogueras. Sol y viento. Lleno. Menos de media plaza. Seis toros de Fuente Ymbro, dispares de presencia y encastados, aplaudidos todos en el arrastre.
Antonio Ferrera, saludo y oreja tras aviso.
Miguel Ángel Perera, saludo tras aviso y saludo.
Ginés Marín, oreja y dos orejas.
Incidencias: Saludaron Curro Javier tras parear al 2º y Fernando Sánchez al 4º. Al final de la corrida Ginés Marín Salió a hombros.
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