Rodeo enorme desde Cabo Verde hasta Sanlúcar de Barrameda, siguiendo la ruta conocida como "vuelta de Guinea" que evita los alisios en contra.
El 6 de Septiembre de 1522 volvieron 18 españoles a Cádiz, en una carraca cántabra de los 239 que partieron en 5 carracas tras años antes
"... y este camino que hizo esta nao fue la mayor y más nueva cosa que desde que Dios crió el primer hombre se vio."
Antonio de Herrera, Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano. 1601.
"Nao Victoria cruzando el Estrecho de Magallanes", maravillosa obra del pintor chileno Guillermo Muñoz Vera.
La expedición española de Magallanes y Elcano fue la primera en "recorrer y descubrir toda la redondeza del mundo" según palabras del propio Juan Sebastián Elcano. Esto ocurrió entre 1519 y 1522, cuando los medios de navegación eran todavía increíblemente rudimentarios, y la vida a bordo de aquellas primitivas naves carecía de cualquier comodidad o seguridad. Además, se trataba de un viaje a lo desconocido, que no iba a contar con posibilidad alguna de recibir auxilio, y repleto de posibles peligros.
(...)Sanlúcar de Barrameda - Sevilla
Salida el 6 de septiembre de 1522 - Llegada el 8 de septiembre de 1522. Travesía de 2 días.
Ya han dado la vuelta al mundo pero, orgullosos de su gesta, quieren continuar hasta Sevilla, de donde partieron tres años y veintiocho días atrás. Así, les remolcan durante dos días en la travesía del Guadalquivir.
Entran al puerto de Sevilla fundiendo en salvas la pólvora que les quedaba. Nuestros héroes tienen presente una promesa hecha a la Virgen durante una tempestad que casi termina con ellos cuando viajaban a Timor, y piden cirios. Así, desembarcan uno a uno en procesión, descalzos y con cirios en la mano, hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en Triana, para dar gracias a la Virgen. Traen un preciado cargamento de 27 toneladas de clavo, una increíble fortuna para la época. Pero, tal como cuenta Elcano al Emperador Carlos V en la carta que le escribe desde la Victoria anunciando su regreso, "...aquello que más debemos estimar y tener es que hemos descubierto y dado la vuelta a toda la redondeza del mundo".
El Emperador demostró quedar fascinado con esta noticia, contestando a Elcano de inmediato por carta, para darle "infinitas gracias" y solicitarle que acudiera personalmente a verle "...y porque yo me quiero informar de vos muy particularmente del viaje que habéis hecho y de lo en él sucedido, os mando que luego que ésta veáis, tomeis dos personas de las que han venido con vos, las más cuerdas y de mejor razón, y os partáis y vengáis con ellos donde yo estuviere" ordenando a los oficiales de la Casa de Contratación de Sevilla que se ocuparan de todo. Elcano eligió como acompañantes al piloto Francisco Albo, y al barbero -o médico- Hernando de Bustamante, además de a los indios moluqueños "que deseaban ver al Emperador y estos reinos" (Herrera) .
No cabe mayor heroicidad, capacidad de sacrificio y audacia. Con su regreso, estos 18 hombres no solo entraron al puerto de Sevilla, sino que lo hicieron para siempre en la Historia de humanidad.
Talla original de la Virgen de Victoria a la que acudieron a rezar los supervivientes en procesión al desembarcar. Antes de zarpar, al menos Magallanes también la había visitado. La encontramos en la Iglesia de Santa Ana, del barrio de Triana, Sevilla. La iglesia en la que se ubicaba durante el s. XVI no ha perdurado.
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