Guadalajara en un lago, México en una Laguna... janda
José Ramón Márquez
Sábado, 2 de Abril de 2011.-
Más de lo mismo. Ayer en Castellón se volvió a perpetrar, con arreglo a lo establecido, otra nueva burla a la fiesta de los toros. Las excrecencias de Lagunajanda vinieron de Vejer (decimos de Vejer, donde Eduardo Schelly tuvo sus toros vazqueños y cabreras de Casa Ulloa) a hacer el ridículo, a dar otro paso adelante en favor de los antitaurinos, de los abolicionistas. Seis animalejos impresentables, impropios de sacar a la calle. Alguien, con un mínimo de vergüenza o de educación, lo que haría es mantener esa porquería en casa, tapadita, para una noche sin luna meter todo eso en un camión con sus madres y con sus padres y enviarlo todo al matadero y librar al orbe de tener que soportar la visión de esos despojos, que es lo que un ganadero con redaños debe hacer.
Tres más del Trust, del ‘putsch’ del Wellington, se avinieron ayer a hacer de comparsas a este engaño etiquetado innoblemente como ‘corrida de toros’. Clasicismos, S.A.; Allonsanfants, S.A. y Oro Graso, S.A., fueron los encargados de echar la tarde frente a una inmundicia que vino de Cádiz y que alguien pagaría como si fuese corrida de toros. Nada de nada, cero grados kelvin, cero absoluto para el ganadero (?), para los apoderados, para los matadores, para los veterinarios, para el presidente. Cero patatero para la fiesta de toros, para las ilusiones de los que se dejaron los cuartos en la taquilla, para los que se creyeron que iban a ver a tres tíos con seis toros y se encontraron con tres monigotes haciendo posturas ante una escalera al infierno.
Tres más del Trust, del ‘putsch’ del Wellington, se avinieron ayer a hacer de comparsas a este engaño etiquetado innoblemente como ‘corrida de toros’. Clasicismos, S.A.; Allonsanfants, S.A. y Oro Graso, S.A., fueron los encargados de echar la tarde frente a una inmundicia que vino de Cádiz y que alguien pagaría como si fuese corrida de toros. Nada de nada, cero grados kelvin, cero absoluto para el ganadero (?), para los apoderados, para los matadores, para los veterinarios, para el presidente. Cero patatero para la fiesta de toros, para las ilusiones de los que se dejaron los cuartos en la taquilla, para los que se creyeron que iban a ver a tres tíos con seis toros y se encontraron con tres monigotes haciendo posturas ante una escalera al infierno.
Mal, muy mal tiene que ir lo de Castellón para que el Sr. Márquez incluya también a su torero El Cid en las ácidas críticas sobre las tradicionales esmirriadas moruchadas que por narices tienen que torear estas figuritas de cartón. Estos torillos no dan miedo, dan lástima, y los que se ponen delante dan asco.
ResponderEliminarPienso que el anónimo no asistirá en directo a las plazas de toros cuando toreen las figuritas, porque si asiste a ellas para ver a Ponce, Morante, Juli, Manzanares y similarres es para sentir de este tipo que quizás se la da de aficionado, verdadero ASCO, aparte que demostraría ser un autentico TONTO pasar por taquilla para ver las esmirriadas moruchadas.
ResponderEliminarDaniel Bretones
Pues ese es el problema, el de dejar de ir a las plazas para que no le tomen el pelo a uno. ya son legión los que están huyendo, y no se estimula a la juventud aficionarse a con la emoción del toro. Si al anónimo anterior le basta con la corrida sin toro, parecerá muy respetable pero ese público frívolo es cómplice de la decadencia de la fiesta. Andrés Amorós se refiere hoy a ello en ABC: "....A ratos, parecía que los diestros se entrenaban con el carretón. La suerte de varas desaparece. Los quites casi no existen....". Y críticos tan respetables como Ma´rquez,Bentura Remacha, o Carlos Bueno, escriben en el mismo sentido. La solución no está en abandonar las plazas, consiste en acudir a ellas y exigir con lo que se anuncia en el cartel y por lo que se paga, que haya toros y toreros, y no trileros para primos en los tendidos que se lo tragan todo.
ResponderEliminarRodrigo