Fiesta de toros. Eugenio Lucas |
LOS CONTRATOS DE TOREROS
Plácido González
Desde bien antiguo es conocido el hecho de los “toreros o matatoros” que participaban en los festejos taurinos cobrasen ciertas cantidades por su trabajo.
El tema, como se pueden entender, es bastante extenso y la abundancia de datos al respecto obligan a aportarles solo unos cuantos, a fin de no extendernos excesivamente.
En un principio, la práctica de torear por una retribución determinada era tenida por ignominiosa, tal como lo prueban las Partidas del rey Alfonso X el Sabio (Toledo 1221- Sevilla 1284), en especial la Ley 5ª, Título VII “De los hijos que el padre puede desheredar”, autorizando a los padres a privar a los hijos de la heredad correspondiente, decretando que: “… son enfamados los que lidian con bestias brauas por dineros que les dan...” al considerarlos “infames” por torear mediante remuneración o estipendio. Si bien, el sabio monarca no consideraba tal infamia al que sin cobrar lo hiciese por demostrar su bizarría: “… antes ganaría prez de hombre valiente e esforzado”.
Alfonso X “El Sabio”Esas prohibiciones que establecían las leyes alfonsinas, ponen de manifiesto la participación de una serie de personas en los festejos taurinos que, además, cobraban por ejecutar su trabajo y, por tanto, evidencian la existencia de profesionales desde tiempos pretéritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario