UNA GRAN MENTIRA / Po Antolín Castro

Este fue un 'toro' lidiado el sábado en Querétaro con figuras de por medio UNA GRAN MENTIRA Antolín Castro España Mientras el fotógrafo Cano se convierte en este mes en un centenario de primer nivel, tras de haber estado trabajando hasta hoy cámara en ristre, el mundo del toro que él ha retratado durante tantísimos años se derrumba. Se derrumba en todas las direcciones, se pongan como se pongan y digan lo contrario quienes lo digan. No hay nada que se sostenga de manera, pongamos, saludable. Salvo Cano, con su salud y su cámara a cuestas, lo demás no goza de buena salud. Una pena pero una realidad contrastable. Y no se sostiene de forma saludable porque se basa, cada día más, en una gran mentira. Se mienten a sí mismos los protagonistas y ahí empieza a hacerse la bola, cual de nieve, cada vez más grande. El toro es la primera gran mentira. Se lidian siendo lo más próximo a un animal de compañía y con él las grandes figuras simulan el toreo creyéndose, se lo creen, grandes figuras de época. De época si es el simulacro que ofrecen, haciendo creer a quienes les ven que son héroes en su mejor momento. No lo son y cada día menos. Por muchos voceros que insistan en ello, a las pruebas nos remitimos, no llevan gente a ver el sucedáneo que ofrecen en las plazas. Este fue uno de los dispuestos para el domingo en La México para figuras también Pero la peor mentira es querer que los aficionados traguen con los toros que escogen para celebrar su particular fiestecilla. Es imposible que no sepan delante de lo que se ponen todas estas 'figuras de época'. Ni uno solo es capaz de renunciar a lidiar y matar semejantes animalitos que les ponen delante. Convierten la mentira en burla y se burlan del público, por supuesto, pero también de su profesión de matadores de toros. No tienen recato ni dignidad para exigir toros con el trapío suficiente como para dar sentido a su profesión, matadores de toros. Y aunque pretendan disimular, haciendo como que no saben lo que pasa, es imposible creerles. Los veedores que todos tienen deberían estar para lo contrario de lo que están. Deberían velar por la dignidad de sus jefes en lugar de velar solamente por su máxima seguridad. Ya que no pueden salir con chalecos antibalas, vuelven la oración por pasiva y exigen que las balas sean de goma. Esto se lidió en España En el pecado llevan la penitencia y en los tendidos puede verse el resultado de su permanente engaño. Ni siquiera con esos toros el toreo que hacen es el auténtico, pues utilizan todas las ventajas. Los asientos vacíos gritan a voces que lo que se ofrece no interesa como para llenarlos. No hay prueba mejor para saber a dónde lleva la gran mentira. México, Lima, entre otras, son ejemplo reciente de cuanto aquí expongo. Pero no se ruborizan, ellos siguen su caminar hacia el final del camino. Un comino les importa lo que el aficionado piense o lo que yo diga. Pero a diferencia de ellos, nosotros podemos presumir de no ser los que criamos, elegimos o toreamos esos toros. Puede ser excesivo lo sucedido en Tenancingo, pero por ese camino vamos. Repiquetean las campanas, porque alguna figura quiere hacer algo que se salga del guión. Si suenan es por lo inusual cuando eso debería ser la norma. Talavante va a matar seis toros de Victorino en solitario en San Isidro y con ser de alabar, queda en ello el poso de la oportunidad. No queremos los toreros honrados para alguna ocasión, sino en toda su carrera. Un solo día no lava las trayectorias. Menos campanas, aunque las hagan sonar a destajo, deben tocar porque otra figura, Manzanares, va a escoger seis toros, a pares en tres ganaderías ‘temibles’, para darse un festín en Sevilla. Con la falta que les hacían esos toros a otros toreros para demostrar lo que valen y se los coge para él solito cuando ya va sobrao a la cita. Eso no suma en la dirección adecuada. Ya se sabe que con esos toros es capaz y se pone bonito; el reto, y la prueba de su poder, era ponerse bonito con otros. Lo dejará para otro año, no es cuestión de hacer grandes esfuerzos. Tampoco se exige este todos los días, pero puestos a elegir... El hecho de que estas noticias llamen la atención y sean aireadas como lo son, solo viene a demostrar las carencias que estamos viviendo. De cualquier forma, flor de un día. La Fiesta necesita mucho más para salir de la ruina o de la gran mentira. *** Opinión y Toros