"...Tarde de toros en toda la extensión de la frase esta del pasado sábado en Madrid. Tremenda de estampa y fiereza la corrida de Puerto de San Lorenzo y tremenda la actuación de los dos toreros..."
- En resumen, hubo toreo de arte, toreo de valor, toros-toros, riesgo evidente y emoción a raudales: tarde de toros.
LAS VENTAS, PUERTO DE SAN LORENZO, CURRO DÍAZ Y JOSÉ GARRIDO: TARDE DE TOROS
El Hombre Tranquilo
Córdoba, 04/10/2016
Curro Díaz, con su arte agitanado envuelto en valor - un valor a prueba de golpes que de tener lugar en un campo de fútbol, provocarían tales demostraciones de dolor que harían cerrar los ojos a los impresionables -, ha conseguido por fin que un gran triunfo suyo lo haya visto toda España, puesto que los anteriores éxitos no se habían televisado, y ya se sabe que lo que no sale en televisión no existe. Pero tras lo de Madrid, puede decirse lo mismo que Juan Ramón Márquez en su crónica en "Del toro al infinito" que adjunto: "Curro Díaz, sin puerta grande, ni falta que le hace"
El joven José Garrido ya gallea. Se necesita valor para salir de la enfermería herido de una cornada y molido a golpes, para enfrentarse el sexto toro sabiendo cómo iba a salir de duro a tenor de cómo habían salido los cinco anteriores. Gran éxito de José Garrido, que debería garantizarle un buen puesto en las primeras ferias del año próximo, incluyendo Sevilla, aunque viendo cómo está la administración de la fiesta, cualquiera sabe.
Los toros de Puerto de San Lorenzo merecieron el dicho que se les aplicaba a los antiguos Palhas: "horror, terror y furor", aunque es cierto que dejaron pegar buenos pases a los toreros. Pero por encima del horror de su enorme tamaño (Curro Díaz es altísimo y los toros le llegaban al pecho) y del terror de su enorme fortaleza (yo creo que la corrida se quedó sin picar), lo más impresionante era su furor, la violencia, por ejemplo, con la que tomaban los pases por alto o, sobre todo, la saña con la que perseguían a los toreros cuando los veían sin capote. Me reafirmo en lo que mantengo desde hace muchos años: igual que ocurre en el futbol, en el que todos los equipos han de jugar con todos los equipos, todos los toreros debían enfrentarse a todas las ganaderías por sorteo. Se iba a reordenar el escalafón.
Muy bien el público toda la tarde, sacando a saludar a los espadas y premiando con olés el mucho toreo bueno que hubo. La imagen de la puerta grande hubiera sido el colofón ideal, pero no está mal la que aparece en el vídeo de los dos toreros, emocionados, abrazándose en el patio de cuadrillas al terminar el durísimo festejo.
En resumen, hubo toreo de arte, toreo de valor, toros-toros, riesgo evidente y emoción a raudales: tarde de toros.
- Enlaces relacionados
No hay comentarios:
Publicar un comentario