Veranero, el victorino desorejado por El Cid
en la mítica tarde de Bilbao
La deriva de Victorino
José Ramón Márquez
Don't know much biology /
Don't know much about a science book
Sam Cooke, Wonderful World
Junior, como Sammy Davis, como el de Juan, y como el malo de Dallas, como el hijo de Douglas Fairbanks o de Pedro Armendáriz o de Julio Iglesias. Victorino Junior, hijo de ganadero.
Ahí le tenemos, tan ufano en la foto del jurado del premio ABC, el primero por la izquierda. Sonríe el hombre después de haberle dado el premio a José María Dolls Abellán, Manzanares Junior, el hijo de José María Dolls Samper, Manzanares, el torero sin cornadas.
Premio para Manzanares Junior, en un jurado con Victorino Junior. Reunión cósmica del torero que jamás mató un Victorino junto al ganadero que jamás crió un Victorino. El torero que descarga la suerte y el ganadero que se carga la ganadería, como una premonición del final de algo.
¿Qué pinta Victorinín en ese jurado que premia al torero que rechaza su toro, mejor dicho el toro de su padre? ¿Qué se podría esperar de uno que dice que él va a la plaza a divertirse, frente al dueño de un hierro cuya leyenda se ha hecho a base de alimañas? ¿Qué pinta la A coronada de Albaserrada, Saltillo y Santa Coloma, junto al que se lo pasa pipa con cuvillos y juampedros?
Hay muchos indicios sobre la decadencia de Victorino que relacionan esa deriva con el aumento de la influencia sobre los avatares de la vacada de este Victorino Junior, veterinario, que un día declaró que su ilusión era criar toros que hiciesen el ‘avión’. A la inteligencia natural del Victorino Senior, viejo tratante, este joven Junior opone sólo su fría ciencia veterinaria y el convencimiento de que puede mejorar la obra de su padre, personaje irrepetible.
La gente por la calle le confunde con Emilio Muñoz:
-Adiós, Emilio…
Y Emilio Muñoz, enfadado, protesta:
Manzanares Junior
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