Un temporizador del 12% en Las Ventas BIC
Pedro Javier Cáceres
Madrid, 13/11/2011
Madrid, 13/11/2011
El artilugio embarga el próximo pliego de condiciones para la explotación del coso madrileño, al menos hasta el 20N.
Fuentes de crédito en información taurina, muy mal informadas, daban por hecho que el pasado día 3 el consejo de gobierno de la CAM publicaría el nuevo pliego de condiciones para la explotación de Las Ventas.
No fue el primer jueves de mes, ni el segundo, el pasado día 10.
Ni lo será el próximo jueves, 17.
Dichas fuentes, muy mal informadas, a las que se da todo el crédito por la plana mayor del taurinismo, manejaban, para tales augurios, indicios de sentido común, aplicar la lógica, pero ningún concepto de estrategia política una vez filtrados algún dato novedoso, “chirriante” (feo ética y estéticamente) para el próximo ciclo: una subida de impuestos; liviana para el espectador, puede que asumible para el medio aficionado, pero lesiva para el abonado.
La medida, impopular, aunque contextualizada en la demagogia, la soportan los “cerebros” de la CAM sobre la media verdad que la Plaza de Madrid es la más barata “del mundo” y que afora a plaza llena (tal que en San Isidro, Aniversario y Otoño -total, sobre 30 festejos de todo pelaje y condición-) bastante menos dinero que otras con similar o menor categoría y capacidad.
El “globo sonda” lanzado sobre el incremento de las entradas en un 12% es el temporizador que secuestra la publicación de un pliego que desde hace mucho tiempo se conoce su conveniencia de ver la luz a partir del pasado día 1, una vez finalizado el contrato de arrendamiento actual y haber agotado todas las prórrogas previstas.
Se desconoce fecha en que se ha programado el temporizador.
Si es verosímil que su cuenta atrás comience el próximo día 21 una vez celebradas las elecciones generales y no genere un conflicto de credibilidad con la promesa estrella en esta campaña “no a la subida de impuestos”.
La presumible revaluación de los boletos sobre el precio final actual no solo supondrá un mayor costo para el consumidor en el neto si no el plus de su 18% de IVA del cual el 50% hace caja la Comunidad: un 1.08 del valor añadido de la subida a sumar; para más escarnio del aficionado, IVA sobre IVA, como si de los “ricos” de los que quiere hacer diana el PSOE se tratara.
Cierto que una entrada individual, comparativamente, es barata en Las Ventas, y de ahí la excelencia de esta plaza.
Pero es un valor relativo, porque el absoluto del abonado es multiplicado por 30 espectáculos mínimos.
La subida va a suponer para un tendido preferente, el 2 por ejemplo, y una fila 14 (ahora sobre 1.200 euros, temporada) un incremento de unos 140 euros al año, que mal comparado son 10 años de abono al Canal + toros.
Todo ello podría ser razonable por el argumento ya expuesto y por la sensación que el taquillaje actual no hace viable la explotación empresarial de no ser por la TV.
Pero, que se sepa, la Tv sigue estando ahí, y, en cualquier caso, esos 2.5 millones de euros netos, aproximadamente, que supone la subida en una temporada como aliciente para reclamo de empresarios a licitar podrían enjugarse con un canon más austero y tasado que metiendo mano al bolsillo del aficionado.
Hay margen, no hay voluntad.
No, no hay justificación para la subida y de ahí el embargo con temporizador del pliego.
A mucho aficionado, a muchas parejas, padre e hijo, abuelo y nieto, etc.; que tienen que multiplicar por dos, tres o cuatro, el esfuerzo, les puede hacer un roto, cuando no desertar.
A los empresarios, que cuadren los números va a depender de su mesura a la hora de proponer canon de arrendamiento antes que cegarse por la subida, a la que sin duda estarán atentos también las figuras del toreo y de la ganadería; no todo el monte será orégano.
Una prudencia que pasaría por un consenso de ofertar todos el mínimo establecido. Partir igual en el apartado económico, sin deslealtades, y competir en el resto de propuestas que es lo único que interesa al aficionado y a la Fiesta.
La Comunidad, cuando menos, se cura en salud para que a ella si le salgan las cuentas, máxime cuando en los presupuestos de este año ha rebajado en un millón de euros el presupuesto del Centro de Asuntos Taurinos que hasta ahora revertía tan solo el 40% del canon.
Si además tenemos en cuenta que en un presupuesto de 17 mil millones de euros, la recaudación por toros no llega al 0.04, es que el “chocolate del loro” es un impuesto represivo más que una voluntad de promoción de la que tanto se presume.
Fuentes de crédito en información taurina, muy mal informadas, daban por hecho que el pasado día 3 el consejo de gobierno de la CAM publicaría el nuevo pliego de condiciones para la explotación de Las Ventas.
No fue el primer jueves de mes, ni el segundo, el pasado día 10.
Ni lo será el próximo jueves, 17.
Dichas fuentes, muy mal informadas, a las que se da todo el crédito por la plana mayor del taurinismo, manejaban, para tales augurios, indicios de sentido común, aplicar la lógica, pero ningún concepto de estrategia política una vez filtrados algún dato novedoso, “chirriante” (feo ética y estéticamente) para el próximo ciclo: una subida de impuestos; liviana para el espectador, puede que asumible para el medio aficionado, pero lesiva para el abonado.
La medida, impopular, aunque contextualizada en la demagogia, la soportan los “cerebros” de la CAM sobre la media verdad que la Plaza de Madrid es la más barata “del mundo” y que afora a plaza llena (tal que en San Isidro, Aniversario y Otoño -total, sobre 30 festejos de todo pelaje y condición-) bastante menos dinero que otras con similar o menor categoría y capacidad.
El “globo sonda” lanzado sobre el incremento de las entradas en un 12% es el temporizador que secuestra la publicación de un pliego que desde hace mucho tiempo se conoce su conveniencia de ver la luz a partir del pasado día 1, una vez finalizado el contrato de arrendamiento actual y haber agotado todas las prórrogas previstas.
Se desconoce fecha en que se ha programado el temporizador.
Si es verosímil que su cuenta atrás comience el próximo día 21 una vez celebradas las elecciones generales y no genere un conflicto de credibilidad con la promesa estrella en esta campaña “no a la subida de impuestos”.
La presumible revaluación de los boletos sobre el precio final actual no solo supondrá un mayor costo para el consumidor en el neto si no el plus de su 18% de IVA del cual el 50% hace caja la Comunidad: un 1.08 del valor añadido de la subida a sumar; para más escarnio del aficionado, IVA sobre IVA, como si de los “ricos” de los que quiere hacer diana el PSOE se tratara.
Cierto que una entrada individual, comparativamente, es barata en Las Ventas, y de ahí la excelencia de esta plaza.
Pero es un valor relativo, porque el absoluto del abonado es multiplicado por 30 espectáculos mínimos.
La subida va a suponer para un tendido preferente, el 2 por ejemplo, y una fila 14 (ahora sobre 1.200 euros, temporada) un incremento de unos 140 euros al año, que mal comparado son 10 años de abono al Canal + toros.
Todo ello podría ser razonable por el argumento ya expuesto y por la sensación que el taquillaje actual no hace viable la explotación empresarial de no ser por la TV.
Pero, que se sepa, la Tv sigue estando ahí, y, en cualquier caso, esos 2.5 millones de euros netos, aproximadamente, que supone la subida en una temporada como aliciente para reclamo de empresarios a licitar podrían enjugarse con un canon más austero y tasado que metiendo mano al bolsillo del aficionado.
Hay margen, no hay voluntad.
No, no hay justificación para la subida y de ahí el embargo con temporizador del pliego.
A mucho aficionado, a muchas parejas, padre e hijo, abuelo y nieto, etc.; que tienen que multiplicar por dos, tres o cuatro, el esfuerzo, les puede hacer un roto, cuando no desertar.
A los empresarios, que cuadren los números va a depender de su mesura a la hora de proponer canon de arrendamiento antes que cegarse por la subida, a la que sin duda estarán atentos también las figuras del toreo y de la ganadería; no todo el monte será orégano.
Una prudencia que pasaría por un consenso de ofertar todos el mínimo establecido. Partir igual en el apartado económico, sin deslealtades, y competir en el resto de propuestas que es lo único que interesa al aficionado y a la Fiesta.
La Comunidad, cuando menos, se cura en salud para que a ella si le salgan las cuentas, máxime cuando en los presupuestos de este año ha rebajado en un millón de euros el presupuesto del Centro de Asuntos Taurinos que hasta ahora revertía tan solo el 40% del canon.
Si además tenemos en cuenta que en un presupuesto de 17 mil millones de euros, la recaudación por toros no llega al 0.04, es que el “chocolate del loro” es un impuesto represivo más que una voluntad de promoción de la que tanto se presume.
Quizá por ello se apresuró a declarar la Fiesta como BIC, sin que haya renunciado a su tramo de IVA, antes al contrario, como se barrunta.
Es la confusión de los acrósticos.
Lo que unos leen BIC, como “bien de interés cultural”, otros, y no el “Nobel” Benavente lo interpretan como “bufete de intereses creados”.
Tal que la CAM.
Es la confusión de los acrósticos.
Lo que unos leen BIC, como “bien de interés cultural”, otros, y no el “Nobel” Benavente lo interpretan como “bufete de intereses creados”.
Tal que la CAM.
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