-El presidente Manolo Calvo, Javier Hurtado y Juan Lamarca -
Baeza 13 de Noviembre de 2009
La respectivas ponencias han versado sobre las consecuencias de la acción antitaurina que sufre la Fiesta Nacional.
Aún reconociendo la realidad del movimiento antitaurino, desde posiciones respetables de naturaleza ecologista y animalista, pasando por las carácter de hipocresía social, hasta las que se muestran más activas y corrosivas como lo son aquellas de inspiración política, ambos ponentes han resaltado al paradójico y sorprendente que resulta lo antitaurino precisamente en dos estamentos fundamentales sobre los que se basa la existencia y pervivencia de la Tauromaquia: El Profesional y la Administración Pública.
Javier Hurtado calificó de antitaurinas las, no poco frecuentes, conductas de profesionales del toro que rebajan la calidad e integridad de la corrida, en detrimento del espectáculo, y del interés del público que como consecuencia se aleja de las corridas y no despierta el interés en los jóvenes como nuevos espectadores.
El peligro de la pérdida del carácter heroico que siempre tuvo el torero, va acompañado de la real aparición, y en clara competencia, de nuevos héroes de otras actividades deportivas que lo igualan o superan en la estimación popular, manifestó Javier Hurtado.
Como opinión autorizada que le avala su digna y prestigiosa trayectoria profesional de la información, no escatimó valentía y sinceridad al juzgar de nefastas las consecuencias generadas por ciertos aspectos las retransmisiones televisivas actuales que muestran complicidad con los “malos taurinos”, y mermando la credibilidad del espectáculo desde las pantallas de televisión, por lo indigno de lo que se muestra, y el canto jaleado que se ofrece.
Por su lado, Juan Lamarca, calificó de fundamental para la buena evolución y existencia la Fiesta que nos ha llegado hasta nuestros días, el hecho de haber nacido y desarrollado con el amparo de la Administración y la tutela de la Autoridad.
Es por ello, señaló, que ante los tiempos de crisis que atraviesa la Fiesta, la Administración Pública española, en todos los ámbitos de su competencia nacional o autonómica, en repetidas ocasiones y oportunidades se muestra en el ejercicio de sus potestades administrativas, más como un elemento antitaurino, que como fieles cumplidores de los loables principios y motivos expuestos en la vigente Ley; e igualmente antitautino se se puede estimar cuan se significa promulgando disposiciones legales contra el espectáculo.
Es decir, que Juan Lamarca argumentó su dictamen sobre su apreciación de claras posiciones antitaurinas en el seno de la Administración en general.
Una, la del reprobable incumplimiento de la normativa taurina vigente por parte de quien tiene el deber legal de cumplirla y hacerla cumplir, como son los organismos públicos competentes, y por otro lado la autoridad en la corrida; ya sea por ignorancia, desidia, o, lo que sería más grave, de forma consciente.
Otra, la que representa la multiplicidad de reglamentación con preceptiva varia y divergente en cuestiones fundamentales sobre la organización, celebración y desarrollo de espectáculos taurinos; así como la de aprobar normativa o disposiciones restrictivas o prohibitivas respecto a la asistencia de espectadores menores de edad, y la amenazante de la prohibición de la propia Fiesta en Cataluña.
Y por último, el gravoso tratamiento fiscal que asfixia al espectáculo taurino, la falta de apoyo a la Escuelas de Tauromaquia, y el desprecio al fomento de la cultura taurina, lo achacó a una patente actitud antitaurina demostrada por la Administración Pública española.
La nutrida concurrencia, encabezada por el ilustre baezano Manolo Torres, alma y mecenas de la cultura taurina en la ciudad Patrimonio de la Humanidad, estuvo incrementada por aficionados de Úbeda y Linares, con el orgullo de contar entre nosotros con un grandioso picador de toros como lo es nuestro paisano Manolo Montiel.
Baeza 14 de Noviembre de 2009
José Cisneros, cronista taurino.
Círculo Taurino de Baeza
Javier Hurtado y Juan Lamarca
cierran el ciclo cultural de la temporada
Baeza 13 de Noviembre de 2009
Crónica y fotografía de José Cisneros.
Presentado y moderado por su presidente Manolo Calvo, el Circulo Taurino de Baeza, ha celebrado en su sede del histórico y monumental edificio del Casino de Baeza, el cierre de la actividad cultural de este año, con la participación del periodista de RTVE Javier Hurtado y Juan Lamarca, ex presidente de festejos taurinos de Madrid.
La respectivas ponencias han versado sobre las consecuencias de la acción antitaurina que sufre la Fiesta Nacional.
Aún reconociendo la realidad del movimiento antitaurino, desde posiciones respetables de naturaleza ecologista y animalista, pasando por las carácter de hipocresía social, hasta las que se muestran más activas y corrosivas como lo son aquellas de inspiración política, ambos ponentes han resaltado al paradójico y sorprendente que resulta lo antitaurino precisamente en dos estamentos fundamentales sobre los que se basa la existencia y pervivencia de la Tauromaquia: El Profesional y la Administración Pública.
Javier Hurtado calificó de antitaurinas las, no poco frecuentes, conductas de profesionales del toro que rebajan la calidad e integridad de la corrida, en detrimento del espectáculo, y del interés del público que como consecuencia se aleja de las corridas y no despierta el interés en los jóvenes como nuevos espectadores.
El peligro de la pérdida del carácter heroico que siempre tuvo el torero, va acompañado de la real aparición, y en clara competencia, de nuevos héroes de otras actividades deportivas que lo igualan o superan en la estimación popular, manifestó Javier Hurtado.
Como opinión autorizada que le avala su digna y prestigiosa trayectoria profesional de la información, no escatimó valentía y sinceridad al juzgar de nefastas las consecuencias generadas por ciertos aspectos las retransmisiones televisivas actuales que muestran complicidad con los “malos taurinos”, y mermando la credibilidad del espectáculo desde las pantallas de televisión, por lo indigno de lo que se muestra, y el canto jaleado que se ofrece.
Por su lado, Juan Lamarca, calificó de fundamental para la buena evolución y existencia la Fiesta que nos ha llegado hasta nuestros días, el hecho de haber nacido y desarrollado con el amparo de la Administración y la tutela de la Autoridad.
Es por ello, señaló, que ante los tiempos de crisis que atraviesa la Fiesta, la Administración Pública española, en todos los ámbitos de su competencia nacional o autonómica, en repetidas ocasiones y oportunidades se muestra en el ejercicio de sus potestades administrativas, más como un elemento antitaurino, que como fieles cumplidores de los loables principios y motivos expuestos en la vigente Ley; e igualmente antitautino se se puede estimar cuan se significa promulgando disposiciones legales contra el espectáculo.
Es decir, que Juan Lamarca argumentó su dictamen sobre su apreciación de claras posiciones antitaurinas en el seno de la Administración en general.
Una, la del reprobable incumplimiento de la normativa taurina vigente por parte de quien tiene el deber legal de cumplirla y hacerla cumplir, como son los organismos públicos competentes, y por otro lado la autoridad en la corrida; ya sea por ignorancia, desidia, o, lo que sería más grave, de forma consciente.
Otra, la que representa la multiplicidad de reglamentación con preceptiva varia y divergente en cuestiones fundamentales sobre la organización, celebración y desarrollo de espectáculos taurinos; así como la de aprobar normativa o disposiciones restrictivas o prohibitivas respecto a la asistencia de espectadores menores de edad, y la amenazante de la prohibición de la propia Fiesta en Cataluña.
Y por último, el gravoso tratamiento fiscal que asfixia al espectáculo taurino, la falta de apoyo a la Escuelas de Tauromaquia, y el desprecio al fomento de la cultura taurina, lo achacó a una patente actitud antitaurina demostrada por la Administración Pública española.
La nutrida concurrencia, encabezada por el ilustre baezano Manolo Torres, alma y mecenas de la cultura taurina en la ciudad Patrimonio de la Humanidad, estuvo incrementada por aficionados de Úbeda y Linares, con el orgullo de contar entre nosotros con un grandioso picador de toros como lo es nuestro paisano Manolo Montiel.
Baeza 14 de Noviembre de 2009
José Cisneros, cronista taurino.
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