Fernando Cruz
FERIA DE SAN BLAS Y LA CANDELARIA
Cara en la reaparición de Cruz en Valdemorillo
- Grata impresión de Lamelas, que emborrona con la espada un faenón a un victorino de enorme temple
Aplausos.- 10-02-2013
Precioso fue el detalle de la afición de Valdemorillo con Fernando Cruz. El público que llenó en más de sus tres cuartas partes el coso de La Candelaria sacó a saludar al torero de Chamberí tras romperse el paseíllo. El madrileño compartió la ovación con sus compañeros de cartel Sergio Aguilar y Alberto Lamelas.
Salió humillando el toro de Victorino que abrió plaza, que recibió un puyazo del que salió algo gazapón. Pronto se orientó el toro por el pitón derecho, buscándole los tobillos a Sergio Aguilar y reponiendo mucho. Por el izquierdo tuvo buena condición pero no le acompañaron las fuerzas. El madrileño estuvo firme, siendo volteado, afortunadamente sin consecuencias. Se atascó con los aceros.
No estuvo a gusto ante el cuarto, el más deslucido de los lidiados hasta ese momento. Labor plana, sin lucimiento, y, como ocurrió con el primero, mal coronada con la espada.
Fernando Cruz brindó al público el toro de su reaparición. El madrileño, calurosamente recibido por los aficionados, se enfrentó a un victorino nada sencillo, emocionante por sus complicaciones y de notable interés. El torero anduvo con él valiente, decidido y toreando por momentos con suavidad y templanza. Hubo pasajes destacados por los dos pitones si bien el de Chamberí nunca pudo abandonarse pues el animal reponía con enorme facilidad y obligaba al de luces a estar con los cinco sentidos puestos en todo momento. Mató de estocada desprendida y cortó una oreja.
Con el noble aunque soso quinto protagonizó una labor afanosa y de buena voluntad. Incluso, por momentos toreó con gusto y temple al natural. Mató de pinchazo y una gran estocada y fue recompensado con una oreja.
Alberto Lamelas ha cuajado una gran faena ante el tercero, un victorino que humilló muchísimo y embistió con gran despaciosidad, muy a la mexicana. El jienense sorprendió a todos dando respuesta al animal primero con un templado quite a la verónica, rematado con una media de cartel, y después con una labor muletera en la que ejecutó el toreo de siempre arrastrando media muleta, tocando con perfecta suavidad, echando los vuelos y llevando larga y muy embebida la embestida. Gratísima la sorpresa que ha deparado a todos. La templadísima faena quedó emborronada con la espada, perdiendo por su mal uso dos orejas de peso. Fue volteado en un momento de la faena quedando a merced del toro en unos segundos que parecieron eternos.
Volvió a cogerle pronto el aire al bravo y encastado sexto, cuya muerte brindó a El Chano. De nuevo hubo suavidad, ausencia de toques bruscos y una manera de dejar la muleta muerta en la arena y en la cara del animal que volvió a sorprender en los tendidos. De repente, el toro cambió radicalmente su comportamiento y buscó al torero por los dos pitones, aguantando con valor el jienense, que se jugó la cornada. Falló de nuevo con la espada. Dio otra vuelta al ruedo tras pedírsele una oreja.
Valdemorillo, domingo 10 de febrero de 2013.
Toros de Victorino Matín, complicados y de juego desigual. El mejor, por su temple, el 3º. Y el más complicado, el 6º.
SERGIO AGUILAR: Silencio tras aviso y silencio;
FERNANDO CRUZ: Oreja en ambos;
ALBERTO LAMELAS: Vuelta al ruedo y vuelta al ruedo tras petición. Entrada: Más de tres cuartos. Al término del paseíllo la afición sacó a saludar a Fernando Cruz. Saludaron en el tercero Fernando Téllez y Juan Tomás Felipe.
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