AMBATO-ECUADOR: Buena feria de Ntra. Sra. de la Merced

Un gran toro de Huagrahuasi indultado por Castella

FERIA “NUESTRA DE LA MERCED” 

SE CERRÓ CON SALDO ALTAMENTE POSITIVO

Por: Manolo Espinosa

No es fácil hacer una afirmación de que todo terminó con un saldo altamente positivo, si no existieran los motivos, evidencias y argumentos contundentes para hacerlo, y al haberlos y de sobra, podemos decir que la temporada taurina ambateña del 2013, con la que coincidencialmente cumplía cincuenta años plaza y feria, culminó dejando huella indeleble desde su inicio con el primer cartel del sábado 2 de febrero, que marcó un rumbo definido y el destino de este magnífico serial que supo a miel a los convocados.

Y estaremos de acuerdo en que muy pocas veces los comienzos son auspiciosos (habla la experiencia) como en este caso en particular, y ustedes como yo, no encontraremos la respuesta a este fenómeno que ocurre en cualquier temporada y en cualquier plaza del mundo, pues da la impresión que toda feria va calentándose paulatinamente, para luego tomar vuelo hasta alcanzar las alturas de los grandes éxitos.

En resumen, las tres corridas de este año, fueron generadoras de grandes momentos, dignos de ser registrados en los anales de la historia. Nueva página brillante que se añade a los ya voluminosos capítulos de esta feria con solera y de larga trayectoria que posee Ambato como parte de su identidad, -acontecimientos superlativos- lo mismo que otras circunstancias, que engalanaron la fiesta brava en estos días maravillosos que vivieron los aficionados de Ambato y de todo el país. 

A veces los públicos sin empacho alguno, suelen decir a voz en cuello ¡que ya lo conocen todo! Incluso que los toreros ya están vistos y hasta creen adivinar los pasos que estos van a dar, pero que equivocados están; podrán ver mil veces a un profesional, pero nunca su capacidad de inspiración, porque el toreo es un secreto herméticamente muy bien guardado en la geografía del alma, que nadie lo conoce y muchas veces ni el mismo oficiante que espera en cada una de sus actuaciones, encontrar la llave que abra el cofre de las esencias y salga en fuga la inspiración para diseminar en el mundo el poder de la creación, trabajo del escultor que diseña su obra maestra que cual trino de un cantor silvestre, emite el mensaje al resto de almas que esperan con avidez el polen del toreo para saciar la ansiedad de su existencia.

De manera escueta y comenzando con la corrida de apertura, allí quedaron impresas las pinceladas de arte con firma y rúbrica de un Juan Bautista Jalabert, que fue del agrado del respetable, que lo premió con tres orejas de sus oponentes. Otro torero importante, muy querido en el país por ser amigo y solidario con la fiesta, el fenómeno de los rehiletes, David Fandila “El Fandi” que esa tarde fue el torero más completo y con mucho oficio. Cumplió con solvencia los tres tercios, amén de su espectacularidad; nos ofreció una demostración del arte tanto con capa lo mismo que con muleta embriagando a la concurrencia que pidió el indulto del buen toro de “Triana” llamado “Catedrál” , premiándose eufóricamente al diestro, con dos orejas y rabo. El compatriota Juan Francisco Hinojosa, estuvo bien y a momentos muy entonado que indultó a “Vamos ya”, toro de Huagrahuasi; llevándose un total de tres orejas.

En cuanto al público, hubo una entrada aproximada de tres cuartos de plaza, que no cubrió las expectativas que todos habíamos calculado, puesto que era un cartel con dos toreros extranjeros de renombre y un nacional de reconocida trayectoria, lo cual era la mejor carta de presentación para ofrecer a una afición que gusta de lo bueno. Entendemos que se presentaron algunos inconvenientes que desorientaron a muchos por el anuncio en el horario y hasta es posible que interfirieran algunos otros eventos que se cruzaron con la corrida. Sin embargo, creemos que fue una entrada aceptable en el primer día.

Y como ya no tenemos espacio para agregar más material, nos quedamos tan solo con el espectáculo del 2 y en las próximas ediciones trataremos de reseñar a nuestro estilo, lo que aconteció en cada uno de los festejos restantes, así como sus incidencias.