Deberíamos preguntarnos por qué Zidane, que ha ganado 6 títulos en menos de dos años y está a punto de lograr el séptimo, dice, como decía José Mourinho, que algo huele a podrido aquí cerca. En los últimos treinta Real Madrid-Barcelona la estadística arbitral es simplemente demoledora en contra de los intereses del equipo blanco; ojo, no lo digo yo, no es una opinion, sólo hay que tener interés por consultar la hemeroteca.
Zidane le da la razón a Mourinho
Algo tiene que pasar aquí, efectivamente, para que el entrenador más exitoso y tranquilo del fútbol mundial, el hombre al que ni siquiera un batallón de periodistas entrenados para sacar de quicio al santo Job pueden hacer perder los nervios, diga eso de que "ahí pasa algo". Parece que para mañana hay prevista una pañolada en el estadio Santiago Bernabéu contra la sanción de cinco partidos contra Cristiano, una iniciativa popular que está siendo criticadísima en ciertos sectores de la prensa antimadridista, esto es, en casi todos los sectores, para qué vamos a engañarnos. Es curioso: se critica una pañolada, que es el modo más tradicional e inocente que el respetable tiene de mostrar su enfado durante un partido de fútbol, pero se mira con cobarde reiteración hacia otro lado cuando se trata de criticar a la afición que pide la independencia de España. Esto último es "libertad de expresión", lo otro son ganas de armar bulla.
Pongamos las cosas en su justo sitio. Es cierto que, de no habernos mostrado Cristiano su cuerpo Danone quitándose la camiseta tras su golazo, el que supuso el 1-2, el lamentable De Burgos Bengoechea no habría podido sacarle la segunda cartulina amarilla, CR7 no habría sido por lo tanto expulsado y no habría reaccionado poniéndole la mano encima al dios arbitral, que es lo que, al final, provoca 4 de los 5 partidos de castigo. Cristiano no estuvo listo pero yo he visto celebraciones bastante peores que la suya y mucho más insultantes, y entonces no pasó nada. Mal, pues, Cristiano, pero rematadamente mal De Burgos Bengoechea, que ya ha demostrado otras veces que no es un árbitro fiable y que los partidos grandes le superan ampliamente. Hubo hace poco otra jugada similar con Messi como protagonista pero en aquella ocasión el árbitro de la contienda no vio materia punitiva suficiente o restó importancia al cadencioso empujoncito del argentino y, por lo tanto, a el no se la castigó: ¡Hay que ver que mala suerte tiene el Madrid!
Deberíamos preguntarnos por qué Zidane, que ha ganado 6 títulos en menos de dos años y está a punto de lograr el séptimo, dice, como decía José Mourinho, que algo huele a podrido aquí cerca. En los últimos treinta Real Madrid-Barcelona la estadística arbitral es simplemente demoledora en contra de los intereses del equipo blanco; ojo, no lo digo yo, no es una opinion, sólo hay que tener interés por consultar la hemeroteca.
Si, en tiempos de bonanza, el Madrid se queja es por la sencilla razón de que tiene motivos sobrados para ello. Y no me vale eso que repiten como papagayos los periodistas de bufanda arbitral de que "el árbitro es un ser humano". Cristiano, que es otro ser humano, erró al quitarse la camiseta y, fruto de un error aún mayor del colegiado que le amonestó por algo que únicamente vio éĺ, se equivocó al rozarle. Pero si al humano futbolista le caen 5 partidos, el otro humano, el que dirigió el encuentro, tiene que estar un tiempo (y largo) sin arbitrar, y sin embargo no sucederá asi, demostrando científicamente que el árbitro pertenece a una casta superior. Y, sin embargo, la gente no va al campo a ver a De Burgos Bengoechea sino a Cristiano Ronaldo.
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