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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 1 de enero de 2025

MONCLOA ENTRA EN BARRENA / po Julio Martinez Moreno


'..Dado que el Señor Sánchez parece que no está por la labor de dimitir y aliviarnos de su presencia, nos hallamos ante el mismo escenario de los últimos dias de Hitler agazapado en su madriguera bajo toneladas de hormigón; en la superficie muerte, fetidez y negrura; la desolación de la otrora Alemania reducida a cenizas de la mano de un loco criminal..'

MONCLOA ENTRA EN BARRENA

Julio Martinez Moreno
Madrid, 1 de Enero de 2025
Señor Sánchez, le suena a Usted la frase: “moguin el cul i facin el treball que han de fer”. Esto no es fango, esto se lo escupieron a Usted en el Congreso de los diputados, sede de la soberanía o más bien sede del escarnio nacional, visto lo visto y la corrala en que se ha transformado últimamente; traducimos: “Señor Sánchez, agite el trasero, pandero, pompis, posaderas, nalgas”; en fín, que cimbree usted tan delicada parte anatómica. Sin duda, bochorno, indignidad y risión a partes iguales; más nos da que un alexitímico es insensible al escarnio, emociones y la exigible dignidad y pronta respuesta a un vituperio de este jaez. Cualquier español decente o al menos aseado, sin duda hubiera echado mano al instante de un filólogo experto en lenguas romances policéntricas y traductor de catalán; con esta herramienta y templando el encabronamiento, hubiera espetado a la atrabiliaria señora: “ja que vostè ha esmentat aquesta injuriada part de l'anatomia humana, li afegim un pal i sens dubte vostè possiblement trobaria i tindria al seu abast una magnifica eina per al seu ús i gaudi personal”. Traducimos: “Ya que usted ha mencionado esa denostada parte de la anatomía humana, le añadiremos un palo y sin duda usted posiblemente hallaría y tendría a su alcance una magnifica herramienta para su uso y disfrute personal”. Es lo mínimo que se merece la soez invectiva de la tal señora, aunque nos da que la cortesía parlamentaria, obliga a no emplear expresiones más gruesas en la torre de babel en que se ha transformado la sede de la soberanía Nacion…
Señor Sánchez, usted nos importa una higa, un mal sueño en una mala posada, pero aquella soez expresión tabernaria iba dirigida a la dignidad de la Nacion con mayúsculas. Sobre su babeo en forma de respuesta, mejor lo orillamos, puro espectáculo sadomasoquista huérfano de escenificación adecuada; aunque a más de uno no le sería difícil liberar el candado de la imaginación y dar forma al atrezo; lo habitual, veamos: látigo y sometimiento; omitimos mas detalles. Sin comentarios

Sigamos porque ahí no terminó el arrastre, risión y chanza; literal: “Paguin el que deuen als catalans, traspassin les competències acordades, respectin les competències que ja tenim i demostrin que els indigna que la cúpula judicial es vanagloriï de no complir les lleis que s'aproven aquí”. Este chuleo casi no necesita filólogo ni traductor; veamos: “Pague Usted, no maree más la perdiz y ate en corto a los jueces”. Entendemos que un rehén es un ser vulnerable, indefenso y en algunas ocasiones susceptible de incubar un delirante síndrome de Estocolmo; más estos chantajistas de la banana secesionista o identitaria, se rebozan con la debilidad ajena; gallardos y enchulados, nos retrotraen al episodio del bárbaro Alarico amenazando a las puertas de Roma con reducirla a escombros si no le daban el ingente botín y le bañaban en oro. Mas la bravía perorata no quedo ahí; aquella diatriba siguió con una fanfarria sobre la epifanía del imperio del Juan sin tierra, el prófugo Puigdemont y acentuando la tilde, enfatizando la sacrosanta supremacía del imperialismo catalán. Por un momento, aquello sonó a la trompetería furiosa de Yahvé descargando su ira sobre los israelitas en un pasaje del antiguo testamento. Ni al mismísimo Hitler segundos antes de arrasar Polonia, se le calentaba tanto la boca o al menos mostraba más eutrapelia y moderación que esta singular señora. Delirante, es lo que hay

Vayamos a la parte seria; pregunta: ¿que deudas son esas Señor Sánchez?; ¿que coño ha pactado usted con los que quieren romper la Nacion?; ¿les va a regalar la caja común?; ¿quien paga los platos rotos, usted o tres generaciones de españoles a los cuales va a dejar sin futuro y como el santo Job, en pelotas y rascándose con una teja?. Lamentablemente no es cínica metáfora, vamos hacia un callejón sin salida; nos remontamos al teatrillo de la reciente reunión de presidentes autonómicos, pura escenificación de la nada. Tras la mayestática, pomposa y rutilante foto con usted, cuan glorioso Napoleón cruzando los Alpes sin caballo; allí ya tuvieron que escuchar los presentes, una propuesta delirante: “perdonar la deuda a las comunidades autónomas a cambio de regar con un pastizal las arcas de Cataluña”; cojonudo!, a pellizcarse tocan; es decir, todos quebrados -incluido los catalanes, salvo la bien cebada minoría secesionista-. Lo que no se entiende es como los presentes -menos uno- no se levantaron en aquel momento y abandonaron el esperpéntico teatrillo a la carrera; lo hubiéramos comprendido al instante.

Repasemos, la Nacion al desguace, la quiebra servida en un sálvese quien pueda y eso si, el premio gordo de la lotería fruto del saqueo al contribuyente a Cataluña; ello, para pagar el chantaje de una comunidad autónoma que a fecha de hoy, registra una cifra cercana a las nueve mil empresas que han huido, -perdón deslocalizado- del asfixiante y liberticida territorio. En fin, el disparate deja en pañales el histórico tributo de las cien doncellas del tal Mauregato; incursiona en las artes de hechicería y pasajes mas propios del don Juan de Carlos Castaneda o por qué no?, nos remite a escenarios teúrgicos y milagreros, como el episodio del milagro de Calanda, en que la intersección de la Virgen devolvió una pierna amputada a un vecino, Miguel Pellicer; esta milagrería es mas creíble que la delirante propuesta a los Presidentes autonómicos: “vosotros no paguéis un duro que yo le voy a dar la caja a este”. Entramos de lleno en la más dislocada irracionalidad, en la liturgia de las practicas mágico religiosas; aunque aquí no se aprecia conexión con divinidad alguna y si directamente con un ego fuera de la realidad, sin control; tampoco ayuda que un enjambre de asesores a cual más estrambótico, derramen babeo y miel día tras día sobre su víctima, el que los mantiene, ceba, elige y garantiza el magro sueldo; de la adulación a la ruina media un paso (Refranero castellano)

Hacemos un alto en otro episodio surrealista; también digno del más espirituoso Fernando Arrabal o del mismísimo Alfred Jarry; dramaturgo francés tan inspirado, que bastaban dos frases suyas en un escenario para que quemaran el teatro. Hablamos de los representantes sindicales peregrinando en busca del fugado Puigdemont a su nido o guarida, suplicando que el taimado levantara el dedo índice para que se aprobara la rebaja de la jornada laboral u otras trapacerías al uso; ello, sin duda. para justificar el sesteo, subvenciones y mamandurrias variadas del chiringuito sindical. Imposible caer mas bajo, procesión de beatos sindicales enganchados a la ubre del presupuesto -no a las cuotas de los afiliados- pidiendo árnica al presidente “ad hoc” de las Españas, el fugado Puigdemont. Cojonudo; ¿quien da mas?.

Este apartado del trampantojo sindical, exige una digresión adicional; los sindicatos de clase hunden sus raíces en la epistemología marxista y la revolución industrial a partir del siglo XIX, el movimiento obrero, ha tenido una transcendencia capital en los dos siglos más dramáticos de la historia de la humanidad sin duda. Los primeros años de la transición, aún retenían gran parte de su prestigio y capacidad de movilización. Resaltar la figura y liderazgo de personajes indiscutibles como Nicolas Redondo y Marcelino Camacho; por cierto, permítasenos incrustar una anécdota personal; ahí va: “Porque siempre me dices don Marcelino, a mi todos me llaman Marcelino”; respuesta del firmante, “Usted tiene principios; ha arriesgado siempre en defensa de sus compañeros; trabajador honrado, perseguido y encarcelado; a pesar de ello, solidario y sin guardar ningún rencor y por si fuera poco, vive con la misma compañera de siempre; habita la misma humilde vivienda de siempre y ya rizando el rizo, siempre veo las mismas guedejas en su ajado jersey de siempre; posiblemente yo no comparta muchas de sus ideas, pero para mi siempre será usted D. Marcelino”. Asi fue y este es el testimonio; tal cual.

Aquello pasó y una época histórica e irrepetible, también; se la llevó el viento, incluida la grandeza y el espíritu de la transición; altar y santuario donde muchos que si se la habían jugado, ofertaron su sacrificio para que esta Nación llamada España y sus hijos tuvieran una oportunidad de construir un futuro preñado de esperanza, paz, libertad y convivencia. Hoy los sindicatos son pura arqueología, carcasa fosilizada amamantada por la ubre del presupuesto y la subvención; sin duda un dogal atado al cuello de las empresas lastrando la creación de empleo, productividad y riqueza. Resulta patético esa foto fija de beatos suplicantes mendigando al fugado Puigdemont; enemigo declarado de la Nación y no digamos de los intereses de los presuntos representados por estos peregrinos sindicales de la subvención y plegaria. Asi que va a ser verdad, se han ganado a pulso, el epíteto de “comegambas”, sólidamente instalado en corrillos, bares, plazas y mentideros; amén del anima del común. Al final el marisqueado epíteto va a resultar hasta una descripción tan eufemística como misericordiosa visto lo visto

La corrupción como la gangrena no crece por generación espontánea; repasemos, tras una falsaria moción de censura cogida con pinzas, el Señor Sánchez desalojó por la puerta de atrás al anterior gobierno; acto seguido, se pasó por el forro de la entrepierna aquello de convocar elecciones al día siguiente, puro ardid -en eso el finado Chaves era un Maestro-; siguió perdiendo unas elecciones convocándolas con claro aroma y tufo venezolano; ello, cuando todos los españoles fueron obligados a votar en chanclas y bermudas, mientras aspiraban una bocanada de sol, vida y playa; sin escrúpulos armó no un gobierno, sino un club de reparto a semejanza de cualquier mascarón bananero, prometiendo el desguace y venta de las piezas de la Nación a cambio de que lo cobijaran bajo palio y lo aposentaran en el solio pontifical

El carcomido astillero, ya presagiaba la botadura del barco y el terror del pasaje; vemos como las arterias del gobierno se han utilizado sin escrúpulo alguno para perseguir adversarios, crear una lucrativa red clientelar y mafiosa; control de las instituciones degradándolas; acoso y persecución a los jueces; la familia monclovita imputada; el fiscal general imputado; ministros bajo sospecha; en fin, un chollo para la reeditada Garduña Sanchista. La última bomba de la descomposición nacional es el caso Aldama; sin duda, ante puñales, sombras y callejones oscuros dignos del sicario Micheleto y el estado pontificio de César Borgia y el Papa Alejandro, no hay mayor remedio que colaborar con la justicia como último reducto para ponerse a salvo. En resumen, no parece que nos hallemos en un país integrado en la agonizante UE, pero donde todavía se mantienen ciertas formas civilizadas dignas de un estado de derecho; más bien nos estamos convirtiendo en una franquicia bananera del criminal Maduro. Veremos

Citamos una paremia oriental: “El poder no existe se crea”; por eso es tan importante mantener anestesiados y en cultivo extensivo a los habitantes de la granja de Orwell; de ello se encarga una legión de predicadores y voceros desde los interminables minaretes sanchitas bien cebados y retribuidos con dinero público. Dado que el Señor Sánchez parece que no está por la labor de dimitir y aliviarnos de su presencia, nos hallamos ante el mismo escenario de los últimos dias de Hitler agazapado en su madriguera bajo toneladas de hormigón; en la superficie muerte, fetidez y negrura; la desolación de la otrora Alemania reducida a cenizas de la mano de un loco criminal. Es lo que tiene cuando las Naciones caen en manos de egos disparatados sin control y se les dota de poder absoluto sobre almas, vidas, haciendas, lo divino y lo humano. .

Es difícil liderar una Nación, cuando el simple hecho de asomar la faz por la ventana provoca reacciones de ira en cualquier viandante; por no citar la humillación y el escarnio a que lo someten día si día también, sus compinches de banda y reparto. Al igual que en la decadente Roma, algún emperador romano no podía exhibirse en público sin ser escoltado por una legión de pretorianos; aquí hasta su señora para comparecer en un Juzgado, necesita movilizar más policías que en una operación código de alerta uno.

Vayamos a lo esencial; no hay gobierno, vamos a la deriva, desde la gestión criminal e irresponsable de una emergencia nacional como la tragedia de la DANA; la inmigración sin freno ni control; cualquier aspecto que se toque, el barco a merced de la olas, sin rumbo y dando bandazos directo a despeñarse contra un farallón. Aunque hay que ponderar que a pesar de nuestra irrisoria presencia y ninguneo en el concierto de las Naciones, si consta un gran esfuerzo en política exterior, el tostón y empecinamiento para que la UE reconozca al catalán como lengua oficial. Aunque si esto forma parte del botín del Señor Puigdemont, apañada va a estar la UE si se abre el melón de oficializar las lenguas vernáculas, más de cien y…..contadas a bulto. Sin duda, si se abre esa compuerta, la bíblica torre de babel va a ser una casita de muñecas al lado del disparate léxico en que se va a transformar el almacén de burócratas llamado Parlamento europeo y algo más .

En España no existe la figura del “impeachment”, porque no interesa a nadie; no hay ningún interés en sacar a un figurante de un presunto gobierno, entre otras cosas porque en el reparto, botín y ganancias todos concuerdan; eso si, hasta que no quede un duro en la caja ni cosa alguna de provecho del desmembramiento de las piezas de la otrora Nación y ya hay signos evidentes de que el carroñeo toca serrín.

Sin duda la Moncloa comienza a entrar en barrena, el Falcón comienza a dar bandazos y el pánico atrapa a tan ensimismada tripulación, cercados por la corrupción y el mosqueo de los socios de reparto; estos, al igual que en los intereses creados del inmortal D. Jacinto Benavente-, huelen que han sido trilados o que el merchante, ni va a pagar sus facturas ni tiene poder para hacerlo. En eso estamos, los huesos de la presa ya empiezan a estar pelados y ahora se encabritan al aroma de haber sido víctimas de un embeleco descomunal; trile solo comparable a la habilidad de un tal Ramonet vendedor de crecepelo averiado por polvorientos caminos de aldeas y provincias; vamos, que el mujerío de aldea le compraba hasta la patas y el caballete del tabladillo ferial. El trile nos conduce a un callejón sin salida, el daño esta hecho, recomponer la Nación va a costar “sangre, sudor y lágrimas”, parodiando a nuestro admirado W. Churchill, ojala el de arriba nos asista y proteja ante las puertas de la locura y algo más. En seis años, hemos pasado de la España invertebrada de Ortega y Gasset a la España desquiciada del Señor Sánchez y tanto el bunker de Hitler como el Monclovita, -salvando la distancia histórica-, mismo símbolo y alegoría de la destrucción de una Nación.

Los españoles, con las orejas desplegadas y en alerta máxima ante un previsible escenario demoledor, toxico y de pesadilla; veamos, se ensancha la avenida del odio y el estruendo de los minaretes del narco régimen. Preparémonos para entronizar la momia de Franco en el comedor de nuestras casas a tiempo completo; profanar el eterno reposo de las almas de los que sufrieron una guerra fratricida y yacen bajo el manto de la misericordia divina; reabrir fosas, odios y fusilamientos. Seguiremos con la epifanía gloriosa del tal Sánchez; gran avatar del progresismo y la democracia, cuyo único mérito es haber profanado una sepultura, paseando en helicóptero -cuan festejo eurovisivo- la momia del dictador muerto y va para cincuenta años. Seguiremos martilleados con la arcangélica república, edén mirifico, aplastado por la bestia satánica de golpistas sublevados que sembraron de muerte, horror y destrucción, la beatifica legalidad de la arcadia republicana. Pero ahí no quedará la cosa; nos zumbaran los oídos hasta poner en peligro el tímpano, satanizando a los jueces y clavándolos en la diana como carne de checa; Idem a periodistas díscolos o simples profesionales honrados, no carne de plumilla y alquiler de baratillo; seguiremos con profesionales y funcionarios dignos que antepongan el servicio a la Nación y su deontología profesional a alimentar una mafia; seguiremos con la esvástica narco amarilla, herrando a ciudadanos poco entusiastas de jadear la mierda, todos fascistas y extrema derecha; seguiremos sometidos a plagas de serpientes y ofidios sembrando de minas y derramando veneno sobre la Jefatura del Estado; seguiremos con el tostón del botafumeiro, glorificando la arcangélica república, jardín celestial y legitima expresión de la voluntad del pueblo, reservada por la providencia divina para un ser tan providencial como prodigioso, casualmente llamado Sánchez; en fin, todo muy zafio y previsible; todo menos dimitir y someterse al juicio de la Nación y rendir cuentas. El Señor Sánchez está dispuesto a cualquier cosa y en esto ojalá se equivoque el oráculo o en alguna cuarteta del hermético Nostradamus interpretemos que se le cita y que nos los quitamos de en medio sin añadir males mayores al indigesto atracón que ya soportamos. Por último en el siguiente recodo del rio, un atraco impositivo, puro expolio y ruina para tapar la cochambre en que se ha convertido la nefasta gestión o mejor despilfarro del Señor Sánchez. Sin más

Por último, las nuevas generaciones no saben quien era Franco y si algo les suena, ni les afecta ni les interesa en absoluto; vamos, que les importa lo mismo que la ornitología de las islas Feroe; mucho menos les va a interesar abrir heridas y sepulturas de hace un siglo, jodiendo aún más su ya de por si incierto futuro y que les tomen el pelo, en vez de garantizar su inserción laboral y mercado de trabajo. Las nuevas generaciones solo transitan la avenida del futuro; luz y esperanza para habitar un mundo mas humano y solidario. Son otros, una minoría tóxica y criminal que medran como aves carroñeras con el rencor, odio y la destrucción ajena so pretexto de una guerra fratricida y va para un siglo. Por eso que nadie se engañe, no se puede poner una vela a dios y otra al diablo o se sirve a una minoría tan tóxica como criminal o se sirve a la Nación y luchamos por el futuro de nuestros hijos y generaciones venideras; asi que como siempre un grito alto, claro y rotundo: VIVA LA LIBERTAD Y VIVA ESPAÑA!

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