Diego Martínez.- UTAA
SEVILLA. 11 DE ABRIL DE 2013.- Presentación impecable de los toros de esta tarde en
Sevilla. Ni un solo reproche a su hondura, seriedad y trapío. Algunos de ellos aplaudidos de salida. Aquí se acabó lo que dieron de sí los toros de Fernando Cuadri porque cuando tuvieron que demostrar el juego y lo que llevaban dentro durante su lidia, resulta que nos encontramos con animales sin movilidad todos, algunos con cara por las nubes, otros gazapeando y volviendo la cara desarrollando peligro, por eso la tarde fue aburrida y sosa.
SEVILLA. 11 DE ABRIL DE 2013.- Presentación impecable de los toros de esta tarde en
Sevilla. Ni un solo reproche a su hondura, seriedad y trapío. Algunos de ellos aplaudidos de salida. Aquí se acabó lo que dieron de sí los toros de Fernando Cuadri porque cuando tuvieron que demostrar el juego y lo que llevaban dentro durante su lidia, resulta que nos encontramos con animales sin movilidad todos, algunos con cara por las nubes, otros gazapeando y volviendo la cara desarrollando peligro, por eso la tarde fue aburrida y sosa.
Poco que destacar. La veteranía de Ferrera para estar delante de estos toros, sobre todo en el primero de la tarde donde le robó la faena y a base de consentirle y provocarle su corta embestida consigue muletazos limpios y alguno de ellos hasta estimable.
El cuarto, sustituyó al titular pues se fracturó éste un pitón al derrotar de salida en el burladero de la segunda suerte. El sobrero con la cara alta no permite a Ferrera lucimiento. Falla Ferrera esta tarde en banderillas y debe pensar seriamente si continúa otras tardes ofreciendo esta suerte.
Leandro ha estado mal sin paliativos demostrando su inoportunidad de estar incluido en los carteles en detrimento quizás de algún torero sevillano que tenía más mérito que su enchufe con la empresa. En los dos toros ofreció un mitin con la espada.
El tercero y mejor toro de la tarde que tuvo fea salida de chiqueros peleó bien y por derecho en el caballo donde Paco Tapia fue ovacionado en dos buenos puyazos. Domingo Siro se luce en banderillas y el matador no entiende que el toro requería una faena corta y con más profundidad en los muletazos. Se limita a torear sin mucha limpieza y sin pisar terrenos adecuados. Por eso la faena nunca llegó a tomar vuelos altos y la cosa se diluyó pronto.
El sexto recibe mala lidia por parte de Eduardo Gallo y su cuadrilla y como la tarde iba cuesta abajo y en la arena nadie ofrecía nada de nada el aficionado marchaba a la calle despidiendo una triste tarde donde los toros de Cuadri no lucieron .
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