LA FERIA DE SEVILLA Y LOS MIURAS / Por José María Sánchez Martínez-Rivero

LA FERIA DE SEVILLA Y LOS MIURAS

José María Sánchez Martínez-Rivero

En El Escorial, marzo de 2013

La corrida de Miura, pone broche final al ciclo ferial de Sevilla como es costumbre. No suelen torear esta corrida las figuras, en especial las de hoy. Pero hubo una época en que la corrida de Miura era inevitable para las figuras del toreo. El público, según el maestro de San Bernardo, Pepe Luís Vázquez, les “esperaba” con los toros de Zahariche. “Vamos a ver como está con los miuras”, decían. Un triunfo rotundo ante toros de esa ganadería era más triunfo por el peligro y dificultad que entraña la lidia de esos toros. 

Joselito el Gallo, siendo primerísima figura del toreo, durante los años comprendidos entre 1913 y 1920, con excepción del año 1917, en la feria de Sevilla toreaba la famosa corrida de Miura. 

Lo mismo podemos decir de Juan Belmonte que coincidió con Joselito en casi todos los carteles de feria. Hubo matadores, que también lidiaron miuras durante el ciclo ferial, Rafael el Gallo, Gaona, Vicente Pastor y Fortuna entre otros. 

A este respecto el maestro Vicente Zabala, en su libro “Hablan los viejos colosos del toreo”, de editorial Sedmay, editado en 1976, pregunta a Don Eduardo Miura, padre de los actuales ganaderos: 

- Tus toros los matan toreros de poco cartel. Estás conforme o preferirías que los estoqueasen las figuras? 

- Yo no me quejo de los toreros que matan mis toros… 

- Dime un “especialista” de miuras de antes. 

- Joselito. 

- Ese no era modesto. Es la máxima figura de la historia… 

- Pero entonces estaban así las cosas. También Belmonte venía matando diez corridas mías por temporada. 

No rehuyó la cita con esos toros, en los años posteriores a la Edad de Oro del Toreo, el Monstruo de Córdoba, que lo hizo en cuatro ocasiones una por cada año. 

En la feria de 1940 el cordobés era la base de la misma. 

El día 19 de abril, estoqueó toros de Clemente Tassara. El siguiente, toros de la viuda de Villamarta y el día 20 toros de Don Antonio y Don José Miura. Esta fue la primera vez que se enfrentó a los famosos toros de Zahariche en Sevilla. Sus compañeros de terna fueron Pascual Márquez y Juanito Belmonte. 

El diestro de Córdoba estuvo sensacional en sus dos toros, destacando en el primero, tanto con el capote como con la muleta. Mató de estocada y dos golpes de descabello otorgándole la Presidencia una oreja. 

El recordado periodista José Luís de Córdoba escribió: 

“Manolete lo recogió de salida, quitándole pies. Seguidamente, erguida la figura, con natural empaque, realizó un quite por verónicas, perfectamente rematado. Otro, sin alentar, que cierra con media verónica imponente. Las palmas echan humo. Brindis al público. Al centro del ruedo. Y allí solo, un pase en redondo, otro de igual factura y un tercero quieto, atornilladas las zapatillas al suelo… 

Cuatro magnos naturales, saliendo el torero apurado del último; un pase en redondo y un elegante cambio de muleta por la espalda. Gran estocada, algo trasera. Dos golpes de verduguillo. Oreja.” 

El segundo era un toro de mucho temperamento, con peligro, no apto para su toreo; pero Manolete porfió con el miura llegándole a la cara para provocar la embestida aguantándole impávido las arrancadas. Media irreprochable. Ovación. 

Al año siguiente, 1941, vuelve Manolete a Sevilla y estoquea, el día 19 de abril, toros de Miura. La terna estaba compuesta por Pepe Luís Vázquez, que tampoco rehuia a la famosa ganadería y por otro de los buenos toreros de entonces, Pepe Bienvenida. 

Los toros que correspondieron a Manolete no le permitieron el lucimiento y no cortó trofeos. Sin embargo, sus compañeros obtuvieron una oreja cada uno. 

En 1942, Pepe Luís Vázquez, Rafael Ortega, “Gallito” y Manolete, estoquearon miuras. La corrida se desenvolvió sin pena ni gloria y ningún diestro obtuvo premio. 

En 1943 y, como consecuencia de la cogida de Castellón, el cordobés no actuó en la feria de ese año. 

Alternó, en 1945, en cuatro de las corridas de la feria. Se decía que era: “la feria de Manolete”. El día 20 de abril, lidiaron miureños Pepe Bienvenida, Pepe Luís Vázquez y el diestro de Córdoba que obtuvo un trofeo negándose la presidencia a concederle la segunda oreja. La bronca al presidente fue monumental. 

Como afectaría la actitud del público al presidente, que al día siguiente, envió una carta a Manolete, que entregaron en el hotel Inglaterra donde se hospedaba, en la que se declaraba admirador del Monstruo y le rogaba disculpas por su actitud de no concederle la segunda oreja, que no debía achacar a otra cosa que a su deseo de mantener el prestigio de la plaza de Sevilla. 

En 1946 Manolete estaba en México y solo toreó en España, la corrida de Beneficencia. En 1947 comenzó la temporada el 22 de junio en Barcelona. 

Precisamente, un toro de Miura, “Islero” de nombre, en Linares, acabaría con la carrera del Monstruo. 

Estas notas retrospectivas tienen como meta el acontecimiento que se producirá el día 21 de abril de este año en la feria de Sevilla donde un diestro del escalafón actual, considerado primerísima figura del toreo, va a estoquear toros de Miura. Nótese que digo primerísima figura y del actual escalafón. El Juli, va a entrar dentro de la élite de matadores que se enfrentaron a los miuras en la feria de Sevilla. Es un hecho que le honra; él, que no tiene nada que demostrar, con casi todo conseguido en el toreo, sube un peldaño más. En 1970, el día 19 de abril Sebastián Palomo Linares cortó una oreja en cada toro. Hace 25 años, Espartaco realizó también esa gesta. 

Se puede argumentar que otros matadores, en activo, también los torean. Sí, pero no son figuras, son matadores –con mérito indudable- que tratan de salir adelante. El mérito de Julián López está en hacerlo, por supuesto arriesgando y mucho, cuando se tiene casi todo y se es figura del toreo. 

Que esa tarde se presente el triunfo como lo hizo cuando torearon miuras los grandes maestros del pasado.